Educación para la paz

Juan Francisco Gonzales Urgel

El problema no se resuelve con abrazarlos y darles besos. El jefe de su sindicato les obligará a odiarte y si no lo hacen, les multarán y les quitarán lo poquísimo que tienen.

Es hora de identificar que la cultura organizacional del sindicato verticalista, antidemocrático y violador de los derechos humanos individuales y colectivos de los bolivianos, ha suplantado al Estado. Si no emprendemos una verdadera campaña de educación para la Democracia que logre erradicar esta cultura siniestra de organización, nada habrá cambiado.



El Estado de Derecho debe servir para que nadie abuse de la ignorancia y la debilidad de los pobres y desposeídos. Si después nos dan un beso, será producto del convencimiento, libre y espontáneo, de que todos somos iguales y compartimos un mismo país y un mismo destino como Sociedad.