La aspirante a la Presidencia por el Partido Libertario contabiliza alrededor de 1.700.000 sufragios, suficientes para darle al republicano la victoria en los estados de Wisconsin, Pensilvania y Georgia
La atención sobre los resultados de las elecciones en Estados Unidos se centra en el presidente republicano Donald Trump y en su rival demócrata Joe Biden, pero hay otra candidata, Jo Jorgensen, de quien poco se habla y que les ha arrebatado a ambos más de 1.700.000 votos, suficientes como para darle a cualquiera de ellos la victoria, aunque el actual mandatario es quien más los necesita.
Se trata de la libertaria de origen danés de 63 años, que por primera vez se ha presentado como candidata a la Presidencia de Estados Unidos pero que lleva a sus espaldas una larga trayectoria de activismo político.
Jugadora de hockey sobre hielo, abuela, profesora de psicología y empresaria, el perfil de Jorgensen no parece el habitual de un candidato presidencial estadounidense.
Nacida el 1 de mayo en 1957 en Libertyville (Illinois), Jorgensen pareciera estar predestinada a abrazar el libertarismo, un movimiento cercano a los republicanos, aunque más radical, que preconiza el individualismo, la libre asociación, el libre mercado y la menor intervención posible del gobierno en la vida de los ciudadanos.
Su compañero de fórmula, Spike Cohen, es un político más atípico aún: se considera anarquista y propone acabar con la administración de impuestos (IRS), con la Reserva Federal, con la guerra contra las drogas y con las sentencias mínimas obligatorias.
Pero los comienzos de su activismo político se remontan a 40 años, cuando votó por primera vez por el minoritario Partido Libertario de Estados Unidos y se unió al mismo tres años después.
Doctora en psicología Industrial y Organizativa por la Universidad de Clemson, en Carolina del Sur, Jorgensen se considera mejor preparada para la Presidencia de EE.UU. que Trump o Biden.
“Soy profesora de universidad y estoy más calificada que Trump o Biden para dirigir este país”, aseguró en una reciente entrevista con la radio pública NPR, en la que afirmó que “el gobierno se ha vuelto demasiado grande y (a la gente) le gustaría recuperar parte de ese control”.
Antes de su carrera política, Jo Jorgensen trabajó en la multinacional IBM en sistemas informáticos, cargo que dejó para crear una empresa de servicios informáticos de contabilidad. Posteriormente cofundó DigiTech, una firma de duplicación de software con una facturación de 2 millones de dólares anuales.
Los mensajes de odio e insultos contra Jorgensen se han multiplicado en estos foros a medida que las probabilidades de Trump de ser reelegido han ido diluyéndose conforme avanza el escrutinio de votos en el puñado de estados que quedan por decidirse.
Pero en algunos de los estados clave que quedan por decidir, como Georgia, Pensilvania o Arizona, los votos libertarios hubieran podido marcar la diferencia para el gobernante, aunque nadie puede asegurar que sin Jorgensen esos sufragios habrían ido a Trump.
CON INFORMACIÓN DE EFE
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Fuente: infobae.com