Mario Pérez retorna a la dirección de la terminal bimodal y adelanta que realizará una auditoría

La transición con el anterior director se realizó de manera cordial. Prioriza una evaluación de la estructura administrativa como parte del plan de austeridad

Fuente: El Deber

La asignación de Mario Pérez como Director General Ejecutivo de la Administradora de Terminal Terrestre Santa Cruz​​ supone el retorno después de que gerenciara la empresa estatal desconcentrada entre 2012 y 2016. Pérez destacó que la entrega de la oficina y la transición con el anterior director, José Luis Peredo, se realizó de forma cordial y consensuada.

El nuevo director General considera dos acciones prioritarias para ejecutarse en el corto tiempo. Por un lado, se realizará una auditoría a la administración que ingresó el pasado noviembre. Por otro, adelanta que trabajará en el ajuste de la estructura para que opere «con el personal estrictamente necesario».



«El proceso de auditoria corresponde con el cambio de la administración» indica Pérez para quien este paso debe ser considerado normal ante cualquier gestión. En esta oportunidad, añade que la auditoría también corresponde por que «durante la pandemia, ante la falta de recursos propios, el Tesoro General del Estado ha designado recursos para (el funcionamiento de) la terminal y se debe vigilar que hayan sido debidamente utilizados», complementa el nuevo director.

Durante los pasados días, grupos numerosos se manifestaron en la terminal bimodal bajo el argumento de recuperar sus puestos laborales o, en otros casos, de pedir que se dispongan nuevos trabajadores ajenos a las administraciones previas, a las que tildaban de corruptas.

​Actualmente, se estima que existen unos 120 funcionarios dependientes de la empresa desconcentrada. Si bien el trabajo que se desarrolla en la terminal involucra a unos 3.000 trabajadores, según la mirada de Pérez. «La terminal es compleja, hay muchos grupos que trabajan entre choferes, operadores de trasportes, boleteros, refresqueros y estibadores», apunta el nuevo director.

La gran mayoría de estos trabajadores no dependen de la empresa que administra la bimodal, «no son funcionarios públicos» aclara. Sin embargo, recurren a las protestas y medidas de presión para reclamar un mejor entorno laboral. «Aprovechan el desconcierto para las reivindicaciones sobre todo las de corte social como la atención médica, la continuidad laboral», matiza Pérez.

Para frenar las protestas que se vivían en los días pasados, Pérez señala que «se ha hecho una acuerdo para viabilizar el acceso a los servicios; no es responsabilidad de la empresa, pero ayudará para que puedan lograr mejoras».

El movimiento que se genera en la terminal bimodal de Santa Cruz es notorio. Los registros promedio que manejan contemplan un estimado de 10 millones de personas al año que visitan la terminal. «En su paso por la terminal, ocupan ciertos servicios que generan un movimiento económico bastante grande», puntualiza Pérez.

Ajuste de estructura

Durante la pandemia, la bimodal permaneció largos meses cerrada. Esta situación complicó la sostenibilidad de la empresa que, al ser desconcentrada, debe mantenerse con sus propios recursos. El retorno de la actividad y los viajes, permite aventurar una recuperación de las operaciones y de la fuente de ingresos.

«Es posible que se tenga que reducir la estructura por culpa de la pandemia», adelanta Pérez al mismo tiempo que resalta la obligación de la gerencia de producir los recursos necesarios para el funcionamiento de la terminal.

Con la experiencia de años anteriores, Pérez considera que con 4 ejecutivos y el resto, unos 120 personas, en funciones operativas, se cubre un trabajo que ya está sistematizado. De todos modos, advierte que «vamos a adecuar la estructura para reducir y mantener estrictamente lo que se necesita», cumpliendo de esta manera la solicitud del ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño.