La llegada al poder de Jeanine Áñez también supuso la salida del embajador de Venezuela en Bolivia y la instalación del representante del el presidente “encargado” de esa nación caribeña, Juan Guaidó. Un año después, el mandatario Nicolás Maduro vuelve a tener su emisario en La Paz.

La mañana de este miércoles, el presidente Luis Arce recibió las cartas credenciales de Alexander Yánez, embajador de Maduro en Bolivia. Luego, por protocolo, el diplomático, de 48 años, recibió los honores en la plaza Murillo, con el marco del Batallón Colorados de Bolivia, como es habitual en estas circunstancias.

Yánez reemplaza en la representación de Venezuela a José Cumare, quien, en un acto similar al de este miércoles, presentó sus cartas credenciales a la expresidenta Áñez el 20 de octubre reciente, dos días después de las elecciones que ganó Arce.

La llegada del nuevo embajador venezolano fue precedida por un acto de desagravio que el lunes protagonizó el canciller de Maduro, Jorge Arreaza, cuando lideró la “retoma” de la embajada de Venezuela en La Paz, en la zona de Obrajes.

Arreaza aprovechó para el acto su llegada a La Paz a la posesión del presidente Arce, el domingo.

Con Yánez de embajador de Venezuela, el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) normaliza sus relaciones con su par de Maduro suspendidas por la irrupción temporal del régimen de Áñez.

La mañana de este miércoles, el embajador de Irán en Bolivia, Mortessa Tabreshi, también fue acreditado por el presidente Arce. También las relaciones entre Bolivia e Irán habían estado suspendidas durante el último año.

Otros países que no tienen embajadores en Bolivia son Argentina, México, Cuba y España, por las diferencias que sus gobiernos tuvieron con el de Áñez.