Unos 2.500 venezolanos salieron de Bolivia hacia Chile por pasos ilegales

Según informe de Migración de Oruro.

Los extranjeros abandonan el país por la falta de trabajo. Ante la imposibilidad de detenerlos, las autoridades se limitan a verificar que los niños viajen con sus padres.

Fuente: Página Siete Digital



 

La Dirección Departamental de Migración Oruro reportó este viernes que desde octubre hasta la fecha al menos unos 2.500 ciudadanos venezolanos abandonaron Bolivia por pasos ilegales hacia Chile, donde son recibidos por familiares establecidos en ese país.

“Debemos aclarar que por la pandemia las fronteras terrestres continúan cerradas, entonces, las familias de venezolanos evitan registrar su flujo migratorio. Lo que hacen es irse a Chile por pasos irregulares (…). Todo el mes de octubre, por día, se tenía que eran unas 70 personas que salían del país (…); en noviembre bajó a unos 20 por día”, informó a Página Siete Digital la directora de Migración Oruro, Shirley Jiménez.

La autoridad señaló que no hay un argumento legal para detener a los migrantes de paso, ya que salen del país al burlar los controles, por pasos ilegales en el municipio de Pisiga, por donde «es imposible» sostener una vigilancia diaria por parte de Migración y otras autoridades.

Ante este panorama, Jiménez indicó que Migración se limita a la verificación de los documentos de los menores de edad para constatar que viajan con sus padres y evitar casos de trata y tráfico de personas.

La salida de grades grupos de ciudadanos de Venezuela se inició en octubre, ante el temor de nuevos conflictos sociales luego de las elecciones generales.

Jiménez indicó que debido a la gran cantidad de migrantes de esa nacionalidad, las autoridades coordinaron el trabajo con autoridades chilenas, que decidieron recibir a la mayoría en albergues, debido a que ya tienen familiares establecidos en Chile.

“Por nexo familiar los están recibiendo, allí tienen más oportunidades de trabajo”, afirmó Jiménez.

Los datos que proporcionan los venezolanos dan cuenta de que en Bolivia sufren por la falta de albergue, trabajo o asistencia social, lo que los obliga a salir hacia Chile y otros países.