La Manada y otras 12 violaciones grupales, sin justicia desde 2019

El caso de “La manada boliviana” no tiene sentencia desde hace dos años. La víctima se fue del país por el acoso que sufrió tras la denuncia, según su familia.

 



Fuente: paginasiete.bo

Carolina Méndez / Santa Cruz

Ni su edad, ni su ropa, ni que haya consumido drogas, ni que haya salido de fiesta o que se haya encontrado con amigos puede explicar que una chica termine al borde de la muerte, o muera, producto de una  violación agravada. Al menos 12 vejaciones grupales  se han reportado en Bolivia desde 2019, entre ellas el caso de La Manada.

De los casos reportados -que no son todos sino sólo aquellos que han llegado a esfera mediática- la mayoría de las víctimas eran menores de edad y los agresores, casi siempre, eran de su entorno cercano: amigos, compañeros, novios, etc.

“Entonces enjuicien a mi hija, ella ha debido violarles”, gritó en su impotencia la madre de una adolescente de 14 años, que fue vejada y torturada por cuatro sujetos cuando tenía 12 años, en Sacaba (Cochabamba). El hecho quedó sin culpables pues fueron absueltos por falta de “contundencia” en las pruebas.

“La fiscal omitió pruebas periciales cruciales por simples informalidades. Desestimó incluso que la muchacha entró a juicio y reconoció a los agresores. No sirvió de nada porque los absolvieron. Nunca más volvimos a saber de ellas. Lo último que nos enteramos es que sufría amenazas de los agresores que están libres”, relata Ángela Nogales, activista del colectivo Mujeres de Fuego, que acompañó el caso.

“La violación grupal es una forma terrorífica de disciplinamiento a las mujeres”, expone la investigadora feminista Claudia Cuéllar, quien observa el fenómeno no como hechos aislados sino como un problema  de una sociedad profundamente patriarcal.

Manada: dos años sin sentencia

El lunes 17 de diciembre de 2018, los medios de comunicación reportaron una violación “en manada”, una víctima en terapia intensiva y cinco jóvenes implicados, uno de ellos menor de edad. El caso fue bautizado muy pronto como “La Manada boliviana”, por la semejanza con un delito suscitado en España dos años antes.

El 14 de diciembre de 2018, una joven se fue de fiesta con sus amigos y terminó la noche sola, en un hospital, luego de ser violada por aquellos con quienes salió.

Según la investigación, las 48 pruebas documentales y los nueve dictámenes periciales presentados  en el juicio, la joven convulsionó y sufrió agresión sexual tras quedar inconsciente en un cuarto de motel. Su madre presentó la denuncia y desde entonces, la familia ha transitado un largo callejón en busca de justicia.

Los jóvenes acusados fueron enviados a detención preventiva en Palmasola y el menor de edad fue trasladado a un centro de rehabilitación de menores. Los procesos judiciales fueron llevados por separado y el adolescente fue absuelto el 28 de junio de 2019, por la jueza del Juzgado Público de la Niñez y Adolescencia, Shirley Becerra.

“La verdad que fue demostrada en audiencia es que el hecho nunca existió. No es sólo que mi hijo no participó sino que la violación no pudo ser demostrada”, manifestó la madre del menor cuando se enteró que su hijo fue declarado inocente.

La defensa de la víctima pidió revocar la sentencia absolutoria del menor, porque consideró que se descontextualizaron las pruebas y que no se valoraron algunos informes periciales judicializados. Finalmente, el 12 de septiembre de 2019, se revocó la decisión y el juicio quedó pendiente.

En el caso de los adultos, el juicio, que se inició el año pasado, se vio afectado por la crisis sanitaria. El retraso de las audiencias provocó que, después de dos años del hecho, aún no  tenga sentencia.

Alejandro Saavedra, principal acusado en el caso, consiguió obtener detención domiciliaria antes de la cuarentena y con una fianza de  30.000 bolivianos volvió a su casa.

La víctima se encuentra fuera del país. Según hizo saber la familia, sufría constantes acosos después de su denuncia.

“Es muy probable que los demás acusados busquen salir en detención domiciliaria alegando que ya han transcurrido dos años desde la privación preventiva”, advierte Arlety Tordoya, abogada de la víctima.

El caso La Manada cobró mucha relevancia mediática no sólo por lo atroz de los hechos, sino también por las declaraciones vertidas por una de las madres de los acusados, quien en su intento de justificar lo sucedido, enfatizó que la víctima “es una drogadicta” y que “no fue violación porque sólo fue anal”.

Jerjes Justiniano, abogado del menor y de Saavedra, llegó a ser ministro de la Presidencia durante el gobierno transitorio de Jeanine Añez. Fue destituido semanas después de haber asumido el cargo tras ser denunciado de injerencia ante la justicia para beneficiar sus casos, en ellos el de La Manada.

Por su  alcance mediático, el de La Manada de ha convertido en un caso emblemático que   enfrenta a cinco familias contra una y mueve hilos de influencias.

Algunos de los casos
En 2019,  se reportaron 10 violaciones grupales en diferentes lugares del país. Este  2020 hubo al menos cuatro casos, tres de los cuales  en Santa Cruz.

Jhoseline El 16 de octubre de 2019, Jhoseline, de 17 años, fue sometida por cuatro agresores a una brutal violación que la dejó en estado crítico y le provocó la muerte, dos semanas después.

1/19 La tarde del 30 de enero de 2019, una joven de 17 años salió a festejar su cumpleaños. Cuando se retiraba del lugar tres hombres la interceptaron, la violaron y la dejaron desnuda en el bosquecillo de Pura Pura de La Paz.

2/19 El 27 de febrero de 2019, una joven de 15 fue a hacer tareas a la casa de un compañero donde  fue vejada por dos adultos y un menor, que se dieron a la fuga tras el hecho.

10/19 El  14 de octubre de 2019, una joven de 23 años fue víctima de violación por parte de tres hombres que la doparon en Caracollo. Despertó horas después  en un minibús blanco.

2/20 El 12 de febrero, una joven de 18 años denunció que le pusieron un somnífero en la bebida para vejarla. En el hecho, registrado en Santa Cruz, participaron 4 sujetos, incluido su exnovio que promovió el delito por venganza.

12/20 El más reciente caso se registró este mes en El Alto. Una joven de 15 años  fue víctima de una violación grupal a manos de tres varones de entre 19 y 21 años, inquilinos de la casa donde vivía.

Hay una docena de “manadas” sin sentencia en los dos últimos años
Las víctimas son  jóvenes, los agresores actúan con crueldad

Carolina Méndez / Santa Cruz

Al menos 12 casos de violaciones grupales  reportados en el país desde  2019 dan cuenta de hechos brutales que incluso provocaron la muerte de una de las víctimas. La  activista Claudia Cuéllar resalta que hay un patrón que se repite: las víctimas tienen determinada edad y los agresores actúan con alevosía y crueldad.

La noche del miércoles 16 de octubre de 2019, Jhoseline, de 17 años, fue citada por unos amigos en una casa en construcción para consumir bebidas alcohólicas. Allí fue sometida por cuatro agresores a una brutal violación que la dejó en estado crítico y le provocó la muerte, dos semanas después de batallar en terapia intensiva.

 La muerte  de Jhoseline  causó indignación y pena. Foto: Archivo

“Un grupo de amigos se encontró con la víctima y la llevaron a consumir bebidas y aparentemente la habrían dopado y procedieron a abusarla sexualmente (…), llegando a niveles increíbles”, informó el entonces fiscal  de Oruro, Orlando Zapata.

Ese mismo año, se reportaron otras nueve violaciones grupales en diferentes lugares del país.

La tarde del 30 de enero de 2019, una joven de 17 años salió a festejar su cumpleaños. Cuando se retiraba, tres hombres la interceptaron, la violaron y la dejaron desnuda en el bosquecillo de Pura Pura, en La Paz. Los agresores fueron enviados a la cárcel de San Pedro.

El 27 de febrero de 2019, una menor de 15 años fue a la casa de uno de sus compañeros de curso para hacer tareas, en la Villa Primero de Mayo, de Santa Cruz. En el lugar fue dopada y vejada por tres sujetos, dos adultos y un menor de edad, que se dieron a la fuga. Dos de los acusados fueron aprehendidos  en la localidad de San Ramón; el tercero huyó.

El 25 de abril, la Policía informó que una adolescente de 15 años, fue vejada por seis personas en el municipio de Minero, Santa Cruz. La víctima volvía a su casa después de una fiesta y fue interceptada por sus agresores.

El sábado 13 de julio de 2019, una niña de 12 años fue víctima de vejación por parte de seis hombres, cuatro menores y dos adultos. En inicio, la víctima fue dopada por los cuatro menores quienes la violaron en una casa del Plan 3.000 de Santa Cruz. Luego,  la madrugada del domingo, los agresores la llevaron a otro inmueble, ubicado en la en la zona Magisterio Sur, donde los dos mayores actuaron.

El 20 de septiembre de 2019, una joven de 18 años salió del colegio pasado al mediodía rumbo a su domicilio en Tilococa (Carabuco, La Paz). En el trayecto, fue interceptada por un vehículo en el que  iban tres hombres. Fue dopada y abandonada, en la cancha de la comunidad. Los agresores, quienes refirieron ser profesores, fueron detenidos en Patacamaya.

El 9 de octubre de 2019, una niña de   13 años fue interceptada e intimidada con un cuchillo para ser subida a una motocicleta.  La niña permaneció  durante cinco días en manos de sus captores, quienes tras doparla la sometieron a vejámenes  y le provocaron heridas  antes de abandonarla en Campo Víbora, una comunidad  de Yapacaní. En rastrillajes por la zona del Norte Integrado, la Policía detuvo a dos menores de 15 y 16 años, del círculo de amigos de la víctima.

El lunes 14 de octubre de 2019, una adolescente de 16 años salió del colegio en Chimoré y se encontró con uno de sus amigos de 18 años, quien la invitó a su casa a compartir bebidas alcohólicas. Hasta el lugar llegaron dos hombres más (de 25 años) quienes participaron en doparla y ultrajarla.

El sábado 7 de diciembre de 2019, una mujer de 29 años fue víctima de violación grupal al salir de una fiesta de graduación, en el municipio de Llallagua,  Potosí. Roxana Choque, por entonces fiscal departamental, reveló que la joven fue interceptada, llevada a un lugar lejano donde la agredieron y le introdujeron una botella, lo que le provocó un sangrado. Los agresores se dieron a la fuga.

La gestión 2020, reportó cuatro violaciones grupales, tres de las cuales fueron en Santa Cruz.

El 12 de febrero, salió a la luz la violación de una joven de 18 años quien contó que le pusieron un somnífero en la bebida para vejarla. En el hecho participaron cuatro  sujetos, incluido su exnovio que, según las investigaciones fue quien la habría entregado a sus amigos porque semanas antes habían terminado su relación sentimental. La víctima sufrió convulsiones y fue ingresada al hospital.

La primera semana de julio, la Policía investigó la violación de una niña de ocho años quien fue abusada por sus vecinos, aprovechando la ausencia de sus padres, en la comunidad Las Peñas, en Santa Cruz. Los agresores, un hombre de 39 años y dos menores  de 15 y 13 años, fueron detenidos.

El 9 de octubre, una adolescente de 14 años, salió de su casa para ir a un cumpleaños, en el municipio de Mineros, Santa Cruz. Sin embargo, se encontró con cuatro amigos con los que consumió bebidas alcohólicas en una construcción, donde perdió el conocimiento y fue violada.

Los primeros días de diciembre una adolescente de 15 años  fue víctima de una violación perpetrada tres varones de entre 19 y 21 años, en El Alto. La víctima fue interceptada por los inquilinos de su casa,  quienes fueron  sus agresores.

“Apelar a una sentencia no es garantía” pero es una lucha que hay que dar para enfrentar la impunidad, remarca Cuéllar, quien insiste en que la afrenta no es sólo contra la víctima, sino contra todas las mujeres.

 

 

Fuente: paginasiete.bo