La expresidenta transitoria Jeanine Áñez se reunió el viernes con el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), al que presentó un informe sobre la violencia de noviembre de 2019 y afirmó que los hechos fueron una estrategia del MAS.



“Hoy (por ayer) asistí a una reunión con la GIEI para aportar a la investigación sobre la violencia en octubre y noviembre del 2019. Una violencia que se origina en el plan y la estrategia de poder del MAS”, escribió en Twitter.

Áñez, que dejó el poder antes de que Luis Arce, del Movimiento Al Socialismo (MAS), asumiera la Presidencia, el 8 de noviembre, en su condición de ganador de las elecciones del 18 de octubre con el 55,1% de los votos.

La exmandataria fue involucrada en las investigaciones de la Asamblea Legislativa sobre las masacres de Sacaba (15 de noviembre de 2019) y Senkata (19 de noviembre) —como llamó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)— que terminaron en una veintena de fallecios luego de la represión combinada de las Fuerzas Armadas y la Policía Boliviana.

El informe legislativo sugiere un juicio de responsabilidades contra Áñez por presuntos de delitos de genocidio, asesinato y resoluciones contrarias a la Constitución. El 14 de noviembre de 2019 promulgó el Decreto 4078, que eximía de eventuales procesos penales a las fuerzas de seguridad, que blindaron la represión.

La expresidenta dijo ayer que informó al GIEI —en Montero— que tiene una hipótesis de los hechos de octubre y noviembre del año pasado: la estrategia de poder del MAS. “Esa estrategia planifica y ejecuta violencia sistemática con el objetivo de mantener a Evo Morales en el gobierno, luego de su renuncia y de escapar del país”, argumentó en Facebook.

En su criterio, esa estrategia era “generar más violencia para derrocar al sistema constitucional que entra después de Morales”.

“Espero una investigación imparcial y profesional responsable para llegar a la verdad de los hechos”, exhortó la exmandataria.

Áñez llegó al poder “ipso facto” luego de sendas sesiones en la Cámara de Senadores y en la Asamblea Legislativa sin quorum ni presencia del MAS, la fuerza mayoritaria, en las que respectivamente el 12 de noviembre de 2019 se proclamó titular del Senado y luego presidenta.

Asumió esas funciones por “sucesión constitucional” en razón de las renuncias del vicepresidente y titular nato del Órgano Legislativo Álvaro García y de los presidentes de Senadores, Adriana Salvatierra, y de Diputados, Víctor Borda.

Recurrentemente, Áñez negó que las muertes de Sacaba y Senkata hayan sido por acción de las fuerzas de seguridad. Su entonces ministro de Gobierno, Arturo Murillo, afirmó varias veces que los movilizados —a los que acusó de terroristas y sediciosos— entonces se dispararon entre sí. Y el de Defensa, Luis Fernando López, también en varias ocasiones que en ambas masacres “el Ejército no usó ni un solo cartucho”.

El GIEI trabaja por un periodo de seis meses en el que tratará de esclarecer los hechos de 2019.