Asamblea Legislativa tendrá sesiones virtuales para reducir casos de Covid-19

Se determinó que los mayores de 60 años no asistan a las sesiones presenciales. En ese grupo se encuentran 77 legisladores de los 350 habilitados (entre titulares y suplentes). Una senadora de CC solicita que se incluyan a los mayores de 50 años

Foto: APG Noticias

Al menos 77 legisladores de los 350 que forman parte de la Asamblea Legislativa Plurinacional (entre titulares y suplentes) son mayores de 60 años de edad, condición que los ubica en el grupo de riesgo para el Covid-19. En el reinicio de las actividades parlamentarias, las cámaras de diputados y de senadores dispusieron las sesiones virtuales debido al incremento de casos de coronavirus en el país.

“En realidad, en diciembre solicité que se realizaran las sesiones virtuales por el peligro que había de la segunda ola del coronavirus, pero lo hicieron recién y ahora las personas que estamos en el grupo de riesgo tenemos que buscar la forma de cuidarnos”, afirmó la senadora chuquisaqueña Silvia Salame (CC), que figura en el grupo de riesgo.

De los 350 legisladores, 72 son senadores, 246 diputados, 14 parlamentarios especiales indígena originarios y 18 diputados supraestatales. En total el 22% de los miembros de la Asamblea están autorizados a sesionar a distancia.



El MAS es la bancada mayoritaria con 204 asambleístas en total, entre senadores, diputados especiales, supraestatales, titulares y suplentes. Solo 34 de sus miembros son mayores de 60 años. En el caso de Comunidad Ciudadana (CC), de los 104 legisladores, 37 nacieron antes de 1960. En la bancada de Creemos, de 42 asambleístas, solo seis están en el grupo de riesgo por razones etarias.

Cuando se revisan los listados por sexo, hay más mujeres que varones mayores de 60 años. Son 42 damas que nacieron antes de 1960, mientras que los varones son 35.

Los casos

El 23 de diciembre de 2020 se conoció que dos senadoras contrajeron el virus y enviaron sus notas a la Presidencia del Senado. Desde ese entonces se solicitó que las sesiones sean virtuales, pero ya se había declarado receso de fin de año y el regreso estaba previsto para el 11 de enero.

Antes de volver a sesionar, el número de senadores que dieron positivo a las pruebas había subido a cuatro. El 8 de enero, el presidente de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani (MAS), informó que al menos una decena de personas que prestan servicios en ese cuerpo legislativo habían contraído el virus. Sin detallar casos dijo que eran funcionarios y diputados que dieron positivo.

Al día siguiente se conoció que el virus había llegado al personal de seguridad de la Asamblea y los policías tuvieron que someterse a las pruebas rápidas.

Las resoluciones

La senadora Salame explicó que la resolución aprobada el 14 de enero en la Cámara de Senadores establece que se considerará la sesión virtual para aquellos legisladores que sean mayores de 60 años de edad; aunque la senadora considera que también debería incluirse a los mayores de 50 años.

De igual modo, aseguró que no solo se debe tomar en cuenta la edad, sino las condiciones de salud porque algunos parlamentarios tienen enfermedad de base u otras condiciones que los incluye en el grupo de riesgo; incluyendo las parlamentarias embarazadas.

Asimismo, se considerará los casos de legisladores que hayan contraído el virus en la primera ola o los que estén convalecientes. Todos los que estén en este grupo deben certificar las condiciones y su imposibilidad de asistir a las sesiones presenciales.

En la Cámara Baja ocurrió algo similar y se habilitaron las sesiones “virtual-presencial”, que significa que podrán acudir algunos legisladores, principalmente de La Paz y regiones más cercanas a la sede de Gobierno.

Sesión reservada

En el Senado se tomó en cuenta que existen varias sesiones reservadas pendientes, principalmente para la designación de los embajadores y los ascensos de militares y policías. Los legisladores recordaron que el Gobierno de Luis Arce solo designó media docena de embajadores hasta el momento y creen que es el principal motivo de “amarrar” esas reuniones.

“La realización de las sesiones reservadas se llevará a cabo, únicamente con las senadoras y senadores presentes en hemiciclo, debiendo para el caso, contar de manera presencial con el quórum mínimo necesario determinado en el artículo 75 del Reglamento General de la Cámara de Senadores”, señala la resolución.

El MAS cuenta con 21 senadores de los 36 miembros de la Cámara Alta y puede lograr el quórum necesario, siempre y cuando todos sus parlamentarios estén en sala. Según el recuento de los mayores de 50 años, hay siete senadores masistas en ese grupo.

De ese modo, las comisiones de Seguridad del Estado, Fuerzas Armadas y Policía Boliviana; y la de Política Internacional, son las que tendrán sesiones reservadas con los parlamentarios presentes.

En la primera comisión, ninguno de sus miembros está en el grupo de riesgo y los senadores Ana Castillo Negrete, Eva Humerez Alvez y el chapareño Leonardo Loza podrán acudir sin problemas. Tampoco tendrán problemas con la comisión de Política Internacional, porque los senadores Roberto Padilla, Luis Flores y Corina Ferreira no forman parte del grupo de riesgo.

Medicina tradicional

El senador Félix Ajpi (MAS) que llegó a los 65 años, dijo que venir a las sesiones presenciales no significa ningún problema para los senadores de su partido. Aseguró que ellos practican la medicina preventiva antes que la medicina curativa. Explicó que desde la pasada legislatura, el Senado dispuso la vaporización de las sesiones con eucalipto, wira wira y manzanilla; además de las infusiones que recibirán los parlamentarios.

Además, dijo que las otras medidas dispuestas como el distanciamiento social, el uso de barbijo y la higiene permanente de las manos reducirán considerablemente el riesgo de contagio que existe en este momento. El parlamentario asegura que se puede trabajar.

El viernes 22, el presidente Luis Arce anunció que el país adquirirá más de 15 millones de dosis de vacunas en contra del Coronavirus. El estado boliviano las comenzará a recibir a partir de la próxima semana, dijo el mandatario durante su discurso por el aniversario del Estado Plurinacional.

Ese mismo día en el país se registraron 1.864 nuevos casos de Covid-19, situación que eleva a 198.257 los casos positivos acumulados desde que se reportó el primer contagio en suelo boliviano, en marzo del año pasado.

El coronavirus también ha provocado la muerte de 9.871 personas en todo el país, según datos divulgados el viernes por el Ministerio de Salud.

El departamento de Santa Cruz continúa siendo el epicentro de esta denominada segunda ola del contagio. De acuerdo con datos del Sedes, solo el viernes se confirmaron 696 nuevos infectados por coronavirus.

Las medidas de bioseguridad dispuestas en las cámaras estaban funcionando desde 2020

Los presidentes de las dos cámaras dispusieron medidas de bioseguridad para los parlamentarios, una de ellas es la realización de pruebas rápidas a sus colegas para descartar posibles casos de Covid-19. Pero los asambleístas afirman que esas pruebas no son confiables y pueden ocasionar problemas posteriores.

En la anterior legislatura, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Choque, dispuso de un presupuesto especial para colocar todas las medidas de bioseguridad en el ingreso al edificio de la Asamblea, desde la toma de temperatura hasta la distribución de ropa de bioseguridad para los legisladores, lo que le valió una severa crítica porque se pedía que esa indumentaria sea distribuida en los hospitales.

Los senadores también lamentaron que en este momento no se pueda acudir a las sesiones porque el sistema hospitalario está colapsado y no existe ninguna posibilidad de ser atendido rápidamente si existiera algún caso positivo.

Al margen de los legisladores hay funcionarios que enfermaron con el virus durante el receso que se dictó el 23 de diciembre del pasado año. Algunos de estos funcionarios lamentaron que este extremo no sea tomado en cuenta a la hora de pedir la baja médica. Relataron que están advertidos de perder el trabajo por abandono de fuente laboral, ya que su enfermedad no se produjo en periodo laboral.

Fuente: El Deber