Al menos cuatro factores evitaron el uso correcto de las laptops entregadas en el gobierno de Morales. Ahora, padres de familia solicitan las computadoras aunque en calidad de préstamo, ante la modalidad virtual.
Leny Chuquimia / La Paz
Ante el inicio del año escolar en la modalidad a distancia y virtual, las Juntas Escolares de Padres y Madres piden las computadoras Kuaa que fueron entregadas a los establecimientos educativos fiscales en gestiones pasadas. Sin embargo, no son suficientes, ya que la dotación, iniciada en 2014, apenas alcanzó a cubrir el 20% de los estudiantes de secundaria y gran parte de los equipos no funcionaron.
Ya en 2019 la entonces ministra de Desarrollo Productivo, Nélida Sifuentes, planteó la idea de que los estudiantes puedan llevarse las computadoras a sus domicilios, para un mejor aprovechamiento educativo. Para ello habilitó un seguro anual de 70 bolivianos para cubrir daños o pérdidas.
“Estamos exigiendo las computadoras en calidad de préstamo, sin el pago del seguro, pero sí firmando un compromiso para garantizar la educación gratuita y virtual. Hay papás que están descontentos porque dicen que ya son laptops obsoletas y que no funcionan, pero consideramos que hay estudiantes que las necesitan con urgencia. De alguna manera hay que darles buen uso a estos equipos para que no sigan guardados y deteriorándose”, dijo la presidenta de la Junta Nacional de Padres y Madres de Familia, Florencia Iraola.
Manifestó que no se sabe cuál es el estado actual de los equipos pero que ya presentaron esta preocupación al Ministerio de Educación. En una reunión, acordaron que se haría un diagnóstico que esperan esté listo pronto.
La semana pasada el ministro de Educación, Adrián Quelca, confirmó que las clases comenzarán el 1 de febrero y en varias regiones la modalidad será a distancia y virtual. Esta medida se tomó debido a la segunda ola de contagios de Covid-19 que vive el país.
“Esas computadoras Kuaa, que se entregaron hace años a las unidades educativas, las vamos a utilizar. Vamos a disponer que los estudiantes, hasta donde alcance, puedan llevarlas a su domicilio y las puedan utilizar”, indicó.
La compra de estos equipos, en 2014, se hizo con una contraparte del 50% de los municipios o gobernaciones, ya que el otro 50% corría por parte del Ministerio de Desarrollo Productivo. Por este motivo, la decisión de transferirlos a los estudiantes no sólo depende de los directores de los establecimientos, los municipios o el Ministerio de Educación.
“Ya hemos hablado con Educación, también tocará hacerlo con Desarrollo Productivo, porque también depende de ellos”, añadió Iraola.
20% de cobertura
Las Kuaa son ordenadores armados por la Planta Ensambladora Estatal de Equipos Tecnológicos Quipus. El costo de estas computadoras en el mercado es de 410 dólares y tienen una garantía de dos años.
Según datos oficiales del Ministerio de Comunicación, estas portátiles tienen incorporada una biblioteca de 2.000 audiolibros, varios programas educativos en función al curso del estudiante y el plan del Ministerio de Educación. Cuentan con una memoria RAM de 4GB, una pantalla de 10,1 pulgadas, video integrado, una cámara web giratoria, un sistema operativo Windows 8.1 Pro, wi fi y bluetooth.
El ministro Quelca en contacto con los periodistas .
Foto: Carlos Sánchez/ Página Siete
El 28 de mayo de 2014, mediante el Decreto Supremo 2013, se determinó la dotación de equipos de computación a las unidades educativas fiscales y de convenio del subsistema de educación regular, para los estudiantes del nivel secundario. Se estableció que ese año -en lotes- se entregarían 160 mil Kuaa, con una inversión de 65 millones de dólares.
Estos equipos debían cubrir a todo el alumnado de sexto de secundaria de los colegios fiscales del país. Con el tiempo, y bajo el lema “Una computadora por alumno”, el beneficio debía llegar a toda secundaria, que -según datos de la Unidad Ejecutora del Bono Juancito Pinto- en 2019 contaba con 968.565 alumnos.
Con una entrega similar por año, se preveía cumplir la meta en seis años. Es decir, hasta 2020 debieron haberse entregado alrededor de 970 mil equipos.
Sin embargo, según información de la estatal Quipus, entre 2014 y 2019, a nivel nacional se realizó la dotación de 220.258 computadoras portátiles modelo Kuaa a alumnos no sólo de secundaria, sino también de primaria.
Aún contando con todos los equipos, la cantidad distribuida apenas cubre el 23% de la meta fijada para llegar a todos los alumnos del ciclo de secundaria.
Cristhian Romero, que fue gerente de la empresa Aurum (nombre de Quipus durante el gobierno de transición), señaló que el plan de entregar una computadora por alumno no fue cumplido.
“El año de inicio (2014) se ensamblaron 160 mil equipos y posteriormente la producción fue bajando. Para 2019 se habían armado sólo 10.000. Con esa cantidad, el plan de Evo Morales no pudo ser cumplido”, explicó.
Añadió que si bien las computadoras fueron distribuidas, nunca se les pudo dar un uso adecuado por varios factores técnicos. Para habilitar las máquinas se decidió hacer un parche tecnológico.
“Estas computadoras se bloqueaban cada cierto tiempo. Mandar a arreglarlas y actualizarlas tardaba varios meses. Había programas que no corrían muy bien”, afirmó uno de los maestros de la urbe alteña.
Aunque la queja es recurrente, los docentes también reconocen que en las últimas gestiones, en los portales de Quipus se han puesto a disposición de la población los tutoriales para solucionar estos problemas.
Cuatro razones por las que las “Quipus” no funcionaron
A la fecha no hay un diagnóstico de la situación operativa de las computadoras Kuaa entregadas a las unidades educativas desde 2014. Sin embargo, por reportes de los padres, maestros y directores se sabe que no lograron entrar en funcionamiento.
Se identificaron al menos cuatro problemas que impidieron el uso de las laptops: la deficiente infraestructura de los establecimientos educativos, la ausencia de pisos tecnológicos, la falta de capacitación de los maestros y la burocracia para el uso.
“Después de muchas gestiones, algunos centros educativos lograron poner en funcionamiento parte de sus computadoras. El primer problema que se detectó desde la entrega fue que los colegios no estaban acondicionados. No había tomacorrientes o cableado, ni siquiera para poder cargar los equipos”, explicó Florencia Iraola, dirigente de las juntas escolares.
Cuando algunos establecimientos lograron reunir ciertas condiciones, hubo otro problema. Los equipos no contaban con pisos tecnológicos para funcionar en red o conectarse a internet. Un informe enviado a la Asamblea Legislativa en 2017 advirtió que se entregaron 138.910 computadoras Kuaa a varios establecimientos educativos, pero sólo se instalaron 2.518 pisos tecnológicos cuando eran necesarios 20.000.
Además, las computadoras se bloqueaban cada cierto tiempo y los maestros no podían manipularlas. Les faltaba capacitación. Se sumó el hecho de que para evitar el daño de los equipos muchos establecimientos entraron en trámites burocráticos para el uso.
En 2017, después de tres años de iniciada la distribución de las Quipus, el entonces presidente Evo Morales señaló que fue una equivocación entregar una por alumno, por la falta de condiciones.
“Empezamos hace tres años, entregando computadoras a sexto de secundaria… no había sido sencillo. Falta infraestructura y eso es un problema. No funcionó”, lamentó Morales.
Padres debaten si volver o no a las aulas
En noviembre, el ministro Quelca dijo que maestros y estudiantes debían volver a las aulas físicas. Sin embargo, esta medida fue descartada ante el alza de la curva epidemiológica.
“Como mamás, no vamos a mandar a nuestros hijos a que se contagien. Deben darnos las condiciones para educarlos. Estamos de acuerdo en que será un paliativo volver a clases de manera virtual, pero para eso necesitamos equipamiento”, afirmó María Elena Flores, representante de la Junta Escolar Departamental de La Paz.
Pero las restricciones en el acceso a internet hacen que otros sectores pidan, si bien no para el inicio de clases, el retorno a la modalidad presencial o semipresencial. Así lo afirmó Carlos Laura, dirigente de los Padres de Familia Autoconvocados de El Alto. En el trópico de Cochabamba ya se confirmó el retorno a las clases presenciales.
Educación y Covid
El 10 de marzo, Bolivia confirmó los dos primeros casos importados de Covid-19. Días después se decretó la cuarentena, que cerró todas las unidades educativas.
Oruro Fue el primer departamento en confirmar un contagio local, el 10 de marzo. Sus autoridades decidieron armar un cerco epidemiológico y para el día siguiente se ordenó la suspensión de clases.
Bolivia Dos días después, el 12 de marzo, la entonces presidenta Jeanine Añez anunció la suspensión de las clases en todo el país. El año escolar, que apenas había comenzado un mes antes, fue interrumpido.
Virtual Universidades y colegios optaron por la educación virtual. Sin embargo, semanas después se pidió la suspensión por la falta de acceso de muchos estudiantes.
Cierre El 12 de julio se anunció que ningún alumno sería reprobado. Al día siguiente se oficializó la clausura del año escolar y se instruyó que los alumnos pasen al curso superior.
Retorno El nuevo ministro de Educación, Adrián Quelca, anticipó la aplicación de clases presenciales para la próxima gestión. Indicó que esta propuesta sería consultada a todos los sectores involucrados.
2021Ante la ola de casos se determinó que el año escolar no empezará de forma presencial y se fijó el 1 de febrero para el inicio. Los padres y maestros exigen condiciones para los estudiantes.