El papa Francisco dio el primer paso para beatificar a Jérôme Lejeune, el descubridor del síndrome de Down que siempre rechazó el aborto

La anomalía cromosómica “Trisomia 21” permite el diagnóstico precoz. El médico francés siempre rechazó la opción de interrumpir un embarazo por ese motivo

 

Jérôme Lejeune (Fondation Jérôme Lejeune)
Jérôme Lejeune (Fondation Jérôme Lejeune)

 



El papa Francisco aprobó este jueves el decreto que reconoce las “virtudes heroicas”, primer paso para la beatificación del médico francés Jérôme Lejeune, un conocido antiabortista que en 1959 descubrió la anomalía cromosómica causante del síndrome de Down.

El genetista tuvo una buena relación personal con el papa Juan Pablo II, que en 1997, durante una visita pastoral a Francia, acudió a orar ante su tumba, situada en el cementerio de la localidad de Chalo-Saint-Mars, a cincuenta kilómetros al sur de París.

El médico francés descubrió la anomalía cromosómica causante del síndrome de Down (Fondation Jérôme Lejeune)

El médico francés descubrió la anomalía cromosómica causante del síndrome de Down (Fondation Jérôme Lejeune)

 

Lejeune nació el 13 de junio de 1926 en Montrouge (Francia) y murió en París el de 3 abril de 1994. Padre de cinco hijos y ferviente católico, fue un líder del movimiento antiabortista e incluso llegó a plantear iniciativas judiciales en Estados Unidos.

La anomalía cromosómica “Trisomia 21” descubierta por Lejeune permite el diagnóstico precoz del síndrome de Down, pero él siempre rechazó la opción del aborto para impedir el nacimiento de niños afectados por ese problema.

El camino hacia la santidad tiene varias etapas: la primera es ser declarado venerable siervo de Dios, la segunda beato y la tercera santo.

Junto a Juan Pablo II (Fondation Jérôme Lejeune)
Junto a Juan Pablo II (Fondation Jérôme Lejeune)

Venerable Siervo de Dios es el título que se da a una persona fallecida a la que se reconoce “haber vivido las virtudes de manera heroica”.

Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión, y para que sea canonizado, es decir, elevado a santo, se precisa un segundo milagro obrado “por intercesión” después de ser proclamado beato.

(Con información de EFE)

Fuente: infobae.com