Nuevo diccionario plurinacional

Emilio Martínez Cardona

En esta segunda fase del “proceso de cambio” surgen nuevos sentidos para los términos y expresiones, que vienen a engrosar la neolengua construida durante los últimos 14 años.



Sillazo: metodología de democracia orgánica y desestalinización.

Sustitución de importaciones: que la gente pague más por productos peores, beneficiando a las empresas amigas del gobierno.

Gobierno de facto: el que quieren instalar en Chimoré (en pausa por el momento).

Pachamamismo: fetichismo de los recursos naturales.

Evo: era geológica pasada. Quedan sus capas sedimentarias.

Alba: espectro diplomático.

Déficit fiscal: agujero negro creado por las empresas públicas inviables, pero que achacamos al neoliberalismo de la transición.

Deuda externa: lo que inflamos durante 14 años, criticamos en el 2020 y retomaremos en el 2021.

Justicia: amnistía para unos, procesos para otros.

Argentina: nuevo modelo para el desastre, que viene a sustituir a Venezuela.

Coronavirus: invención imperialista a la que es invulnerable nuestro Chuñoman, gracias al consumo de supercoca y dióxido de cloro.

Chuñoman: “hombre nuevo” del lumpensocialismo.

Impuesto a las grandes fortunas: herramienta para espantar capitales.

Golpismo: efecto del sillismo.

Cupos de exportación: excusas para la coima.

Burocracia: élite del proceso de cambio.

Movimientos sociales: pongos de la burocracia.

Filemonismo: un fantasma que recorre el MAS y que tal vez pueda encarnarse en la vicepresidencia.

MAS: partido bien partido. Puede acabar siendo algo más parecido al peronismo que al chavismo.

Relato: cuento for export, donde no entran los francotiradores de las FARC.