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La ley de Emergencia Sanitaria recientemente promulgada por el gobierno del presidente Luis Arce «es inconstitucional, ilegal, inconsulta, destructiva y atenta contra la salud del pueblo boliviano y contra la estabilidad laboral de todos los trabajadores de salud (…) incluyendo entre muchas de sus imposiciones, el riesgo de hacer desaparecer a las clínicas privadas, con medidas autoritarias», dice parte del comunicado emitido hoy por las clínicas y hospitales privados de Bolivia, en medio del paro nacional que ejecutan los médicos del país en rechazo a la citada ley.
«Nos declaramos unidos al CONASA (Consejo Nacional de Salud) en paro nacional, pidiendo se abrogue esta ley que es un peligro nacional y se construya en conjunto, sin imposiciones», dice el comunicado. Agrega que las clínicas privadas, «priorizando la salud de nuestros pacientes, atenderemos los casos de emergencia».