Crisis climática: por qué 2021 podría ser «el año decisivo”

El presidente Joe Biden regresó a Estados Unidos al acuerdo climático de París. ¿Es 2021 el punto de inflexión de la política climática?

    
Suelos secos en Texas, Estados UnidosSequía en San Angelo Texas, Etados Unidos. Una imagen del 3 de agosto de 2011

Con Estados Unidos de regreso al Acuerdo Climático de París, otros países también han anunciado objetivos climáticos más ambiciosos. ¿Será 2021 el punto de inflexión de la política climática?



El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no ha perdido el tiempo y ha comenzado a poner fin a cuatro años de retroceso en la política climática de Trump. En su primer día en el cargo, firmó una orden ejecutiva para reincorporar a su país oficialmente al acuerdo climático de París. Siguiendo las instrucciones de Trump, Estados Unidos había abandonado el acuerdo en noviembre del año pasado.

Biden se ha comprometido a lograr que Estados Unidos llegue a cero emisiones de carbono para 2050, ha detenido el polémico oleoducto Keystone XL y ha anunciado una conferencia internacional sobre el clima para el 22 de abril, Día de la Tierra, para subrayar su compromiso con la cooperación mundial.

Con Biden en la Casa Blanca, 2021 «será probablemente el año más importante para la política climática», afirma Tim Gore, del Instituto de Política Medioambiental Europea, un centro de estudios ecológicos de Bruselas.

En 2020 se produjeron importantes avances. Dos tercios de los países que emiten gases de efecto invernadero prometieron reducir sus emisiones a largo plazo. En 2020 entró en vigor el histórico Acuerdo de París, firmado por 195 países en 2015. En él, se comprometen a limitar el aumento de la temperatura global a no más de 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.

Hielos de la Antártida.

Como parte del acuerdo, cada país debe presentar, cada cinco años, sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN), es decir, acciones climáticas a corto plazo para frenar el calentamiento global. Dado que la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático de 2020 (COP26) se ha pospuesto hasta noviembre de 2021 debido a la pandemia, los países tienen un poco más de tiempo para presentar sus NDC actualizadas, incluido EE. UU., que ahora vuelve a estar a bordo. Para Rachel Cleetus, directora de políticas del Programa de Clima y Energía de la Unión de Científicos Preocupados de Estados Unidos, los compromisos a corto plazo también son clave.

«Para la COP26, los principales emisores, como Estados Unidos y la UE, deben presentar nuevos objetivos ambiciosos», explica Cleetus, y cree que «el gobierno de Biden debería unir fuerzas con la UE para construir una ambiciosa coalición de voluntades».

Todas las miradas puestas en los próximos pasos de Biden

El gobierno de Biden ya había señalado su intención de que el sector energético estadounidense llegara a las emisiones cero para 2035. La UE quiere reducir sus emisiones en al menos un 55% para 2030. La comunidad internacional ya había presentado las contribuciones climáticas actualizadas en diciembre de 2020. Cleetus y Gore coinciden en que la política de transportes es un área clave para alcanzar los objetivos climáticos, tanto en la UE como en Estados Unidos.

Cleetus añade: «Necesitamos que los gobiernos fomenten e incentiven la participación del sector privado. El fabricante de automóviles General Motors ya ha hecho un ambicioso anuncio para que [la mayoría] de sus vehículos sean eléctricos en 2035».

El crudo invierno en Texas, EE. UU. (15.02.2021).El crudo invierno en Texas, EE. UU. (15.02.2021).

Otra promesa clave de Biden es la de centrarse en el cambio estructural de las comunidades que antes dependían de los combustibles fósiles para su subsistencia. «Tenemos que asegurarnos de que invertimos en una transformación justa de esas comunidades, y eso es igual de importante en países como Alemania o China», continuó Cleetus.

Las contribuciones deben ser «justas»

Aunque Estados Unidos y la UE son responsables de una gran parte de las emisiones mundiales, las políticas ecológicas nacionales no bastarán por sí solas para resolver la crisis en todo el mundo.

Por eso, el Acuerdo de París establece una política de reparto justo. Los grandes emisores, como EE. UU. y la UE, también deben participar más a nivel internacional en favor de los países del sur, dijo, por su parte, a DW Harjeet Singh, responsable de cambio climático de la ONG contra la pobreza Action Aid.

¿Y qué hace China?

China sorprendió al mundo a finales de 2020 al anunciar su intención de ser neutra en carbono para 2060. Japón y Corea del Sur no tardaron en anunciar que también reducirían sus emisiones a largo plazo.

Singh también ve a Biden en una posición clave. «La administración de Biden presionará a otros países para que tomen medidas. Ya no pueden esconderse detrás de Estados Unidos», afirma.  Höhne cita a Brasil como ejemplo. El país ha dado un «paso atrás» con Jair Bolsonaro.

Una encuesta realizada en enero de 2021 por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) arrojó que el 64% de los habitantes de todo el mundo consideran que el cambio climático es una emergencia mundial. La cifra es aún mayor entre los jóvenes menores de 18 años. Harjeet Singh advierte: «El tiempo de negar el cambio climático ya pasó».

(jov/cp)