Expertos: Con despidos se da el tiro de gracia al servicio exterior de Bolivia

 

Desde el MAS indican que el Canciller tiene la potestad de elegir a su personal de confianza, y que ningún servidor público “tiene el puesto comprado”.

Yolanda Mamani Cayo  / La Paz 



Expertos en relaciones internacionales ven que los despidos de funcionarios diplomáticos de carrera del Ministerio de Relaciones Exteriores afectan  la institucionalidad del servicio exterior, de la Cancillería y hasta del propio gobierno de Luis Arce.

“Se está dañando la institucionalidad en uno de los quehaceres gubernamentales más sensibles en un mundo global (…). Le estamos quitando la posibilidad de que el Estado tenga un servicio profesional en la defensa de los intereses del Estado en la comunidad internacional”, señaló  Álvaro del Pozo,  analista en asuntos internacionales.

El experto agregó que el proceso de institucionalización de la Cancillería se mantuvo hasta el gobierno anterior al de Luis Arce, es decir, hasta la administración de Jeanine Añez,  y se construyó a lo largo del tiempo.

“Incluso el gobierno anterior del MAS (de Evo Morales) ha mantenido a muchos diplomáticos de carrera, gente que ha seguido trabajando y que extrañamente hoy también son parte de los despedidos”, lamentó Del Pozo.

El martes, un grupo de profesionales, exfuncionarios de la Cancillería, denunciaron que, entre noviembre de 2020 hasta la fecha, se cometió una “masacre blanca” con el despido del 92% del personal de dicha cartera del Estado. Se trata  de funcionarios que seguían una carrera diplomática y muchos de ellos, egresados de la Academia Diplomática Plurinacional.

Mediante un comunicado, la Cancillería negó el hecho y señaló que desde el inicio de la gestión de gobierno “se ha trabajado en el marco de la recomposición del Estado democrático avasallado en noviembre de 2019”.

Para Andrés Guzmán,  estudioso de relaciones internacionales,  el prescindir de los servicios de los expertos en diplomacia afecta  la institucionalidad del Estado,  porque los que siguen la carrera diplomática no responden a una línea política, defienden los intereses del Estado.

“Es lamentable. El Estado está desperdiciando recursos humanos valiosos, que podrían contribuir a la política exterior y al posicionamiento internacional que debe tener el país en diferentes ámbitos como en los procesos de integración, las relaciones bilaterales, los contactos de cooperación internacional y otros temas vinculados al desarrollo económico del país”, sostuvo Guzmán.

En tanto, Jaime Aparicio, exembajador de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA),  calificó como “muy grave” el despido  del personal diplomático, porque involucra al manejo del Estado. “Están confundiendo el Gobierno con el Estado”, dijo. Agregó que, para la formación de los diplomáticos bolivianos, el Estado invierte recursos públicos para tener una planta profesional meritoria.

“Ninguna dictadura militar ni el propio régimen de Evo Morales ha llegado al punto de echar a toda esa planta de funcionarios y estamos hablando de más de 100 funcionarios que han estado en la Academia Diplomática y que han cumplido todos los requisitos para hacer la carrera, que van desde tercer secretario hasta embajador. Entonces,  el romper todo eso es un daño muy grande al país, es un despilfarro de recursos y es una actitud muy primitiva”, indicó.

Carlos Mesa, expresidente y líder de Comunidad Ciudadana (CC),   a través de su cuenta en Twitter afirmó que “la masacre blanca en la Cancillería no sólo debilita la ya precaria institucionalidad de nuestro servicio exterior sino que es una señal de autoritarismo que sigue el camino impuesto ya en el gobierno de Morales”.

Renán Cabezas  (MAS), presidente de la Comisión de Constitución de Diputados,  afirmó que el Canciller tiene la atribución de destituir o designar al personal de su confianza; , agregó que ningún servidor público “tiene el puesto comprado y todos pueden ser sustituidos”. “Tenemos 12 millones de habitantes y cualquiera de los 12 millones podría ocupar esos puestos. Los cargos no son estáticos. Cada ministro tiene que trabajar con el personal de su confianza”, afirmó el legislador.

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