Investigadores presentan modelo de mini platillo volador que podría usarse para explorar Marte

Los platillos voladores históricamente se han asociado a historias de ficción relacionadas con una eventual visita desde más allá de los límites de nuestro planeta. Próximamente, podríamos verlos en la Tierra, pero saliendo de ella, con rumbo a Marte.

Esta tecnología, que permite hacer “levitar” pequeños fragmentos de mylar, un polímero capaz de reflejar mucha luz, se encuentra bajo observaciones por parte de la NASA, para una eventual implementación de estos sistemas en misiones de exploración.



Cimientos de un proyecto ambicioso

La propuesta dista mucho de la concepción clásica de los platillos voladores, al menos en apariencia. Los avances obtenidos de momento son sólo para demostrar que la tecnología funciona, pero de momento se ejecutaron a una escala menor.

Un equipo de científicos de la Universidad de Pensilvania logró hacer levitar dos pequeños discos plásticos sólo con la luz de LEDs desde muchas direcciones, presentes en una cámara de vacío de 10 litros de capacidad.

El proceso invocado por este experimento fue la fotoforesis, el uso de la luz como medio de transporte. En la cámara de vacío, donde se introdujeron los pequeños discos de mylar, la energía de los LED calentó su centro, cargando de energía las partículas de aire bajo el plástico e impulsando las placas con una pequeña ráfaga propulsora.

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Figura A: Vista superior de la configuración experimental / Figura B: Mediciones experimentales de la intensidad del haz de luz.

Las luces, ubicadas en distintos puntos de la cámara de vacío utilizada en el experimento, son la clave para otorgarle dirección a los platillos. El reporte de la investigación señala que si la luz golpea la parte inferior de los discos, transmite calor de una manera que activa el movimiento de sus moléculas en dirección hacia abajo, obteniendo como resultado la propulsión del disco. 

Este modelo, validado experimentalmente, proyecta que el ejercicio llevado a cabo en este experimento se puede aplicar a una mayor escala en el espacio cercano a altitudes entre 50 y 100 km. Estos mini platillos voladores pueden utilizar fuentes de luz natural o artificial, desde cualquier dirección, para mantenerse de manera prolongada suspendidos en el aire.

El proyecto está sujeto a perfeccionamientos. La idea es hacer que estos platillos sean lo más robustos posibles, para alcanzar a cargar tamaños cercanos a los 10 Mg, un margen lo suficientemente útil como para cargar sensores de polvo, temperatura, presión o niveles de CO2. 

Desde la NASA, manifestaron interés y apoyo por este proyecto. Paul Newman, científico jefe de ciencias de la tierra en el Goddard Space Flight Center de la agencia aeroespacial estadounidense, dijo que «No tenemos ese tipo de información sobre Marte. Sería fantástico», comentó sobre la presentación de este avance, enfatizando en lo fácil que sería ir y volver con nuevos registros de datos sobre el planeta rojo. 

El desglose de este avance fue publicado en la revista Science Advances. Ahí, junto con narrarse el desarrollo del experimento realizado con bastantes detalles, también se puede encontrar información complementaria, entre la que destaca una serie de clips de vídeo que muestran el desarrollo original del experimento, como sustento de la teoría planteada.

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