Mónica Valle quiere ser la primera potosina en ganar un título en Miss Bolivia

Consiguió su primer objetivo: llegar al certamen de belleza con el máximo título de su región.

Fuente: El Potosì



Mónica Elisabeth Valle Requena se preparó toda su vida para ser Miss Potosí. Ahora que alcanzó su propósito, va por el otro, más difícil, de ganar un título en Miss Bolivia, un certamen en el que este Departamento es el único excluido, pues hasta ahora no consiguió ninguno.

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¿Será la hora de Mónica?

La mayoría de sus 26 años fueron empleados en prepararse para la lucha por ese título. Desde niña, su madre, Elisabeth Requena, le transmitió los secretos del modelaje, un mundo que, visto desde adentro, no tiene la frivolidad que muchos le achacan. Implica, fundamentalmente, sacrificios como el no llevar una vida normal, porque se extiende hasta a las comidas.

Quizás por eso, Mónica quiso estudiar gastronomía y lo hizo en Perú, donde esa rama tiene nivel universitario. Se tituló en el Cordon Blue de Lima y ahora está estudiando Derecho en la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra. Obviamente, la preparación universitaria le tomó años, y la puso en desventaja frente a candidatas que se presentan hasta con 18 años, pero ella considera que las mujeres que participan en certámenes de belleza no solo deben lucir bien a la vista sino que también tienen que poner en evidencia su inteligencia y preparación.

Y la educación ha dado sus frutos. Mónica es desenvuelta y segura. Se expresa con propiedad y no solo maneja el lenguaje verbal, sino también el de la imagen. Tiene dominio del inglés y también habla francés. Ha vuelto a ser la Mónica de las glorias internacionales, la niña que ganaba los certámenes en los que se presentaba. Su mayor carta de presentación es el título de Mini Reina Mundial, del año 2006.

Aquel año, hizo ilusionar a los potosinos con la posibilidad de ganar un Miss Bolivia. Aprovechando la coeducación, que eliminó la exclusividad en colegios para varones y liceos para mujeres, la niña se inscribió en el colegio privado más tradicional de Potosí, el Franciscano, del que salió bachiller.

Ahora ha decidido vivir la mitad del tiempo en Potosí y la otra mitad en santa Cruz, donde se someterá, igual que las otras candidatas, a la preparación obligada para el Miss Bolivia.

Si logra un título, no solo será la hora de Mónica sino también la de Potosí.