MotoGP: Muere el suizo Jason Dupasquier después de ser atropellado en Mugello

El suizo de 19 años estaba en su mejor momento después de pasar toda la pretemporada en Barcelona. Cayó en la rápida curva 9 y Sasaki y Alcoba no le pudieron evitar.

Los médicos, al atender a Dupasquier en Mugello.

Fuente: https://www.elmundo.es



La pregunta se repetía. Este domingo los pilotos aparcaban sus motos y preguntaban si, en los 40 minutos que habían estado compitiendo, alguien había llamado desde el Hospital de Florencia. No había novedades. Hasta que este domingo en Mugello acabó la carrera de Moto3, el Mundial de MotoGP hizo como si no pasara nada. Luego llegó el quebranto. Otra vez un joven fallecido. Otra vez un atropello. Como se lloró con el italiano Marco Simoncelli en 2011 o con el japonés Shoya Tomizawa en 2010, la moto de otro piloto acabó con la vida de Jason Dupasquier, un chaval suizo de 19 años en su segunda temporada en el Mundial de Moto3.

Ocurrió el sábado en los últimos instantes de la sesión de clasificación de la categoría. Cuando ya se había agotado el cronómetro y todos los aspirantes apuraban sus vueltas, Dupasquier perdió el control de su KTM al salir de la curva 9, la rapídisima Arrabiata 2, y cayó sobre el asfalto. La organización del campeonato ofreció escasas imágenes de lo ocurrido -el protocolo habitual en estos casos-, pero según se pudo observar en éstas, el japonés Ayumu Sasaki y el español Jeremy Alcoba no lograron esquivarle, golpearon contra su cuerpo y lo dejaron malherido en medio de la pista. Por la velocidad que llevaba el grupo y por la crudeza del impacto, rápidamente los comisarios suspendieron la sesión y pararon la actividad en el circuito.

Durante más de media hora, el suizo fue atendido sobre el asfalto, luego el helicóptero aparcó sobre la propia pista y, transcurrido un rato eterno, se lo llevó al Hospital de Florencia. En el centro médico fue intervenido de un edema cerebral y pasó la noche en la Unidad de Cuidados Intensivos. Como confirmó este domingo la organización del Mundial, la intervención no pudo salvarle la vida.

EN SU MEJOR MOMENTO

Dupasquier disfrutaba del mejor momento de su carrera después de un invierno de trabajo en Barcelona. Huyendo de la nieve y el frío de su país, por primera vez en su vida se emancipó, alquiló un apartamento en España y se pasó varias semanas entrenando en el circuito de Montmeló, en el Parc Motor de motocross de Vallgorguina, en varios kartings o en bicicleta por Collserola. «En enero y febrero trabajé muy, muy duro y eso me cambió físicamente y mentalmente», comentaba a ‘Actumoto’, revista de su país, sobre la pretemporada que le transformó. Después de pasar todo el 2020 sin puntuar, acumulando carreras entre los últimos, este 2021 se había codeado con los mejores e incluso en Jerez aspiró al podio. Según reconocía, en las últimas semanas estaba disfrutando de su propia evolución.

Hijo de Phillipe Dupasquier, que disputó el Mundial de motocross entre 1993 y 2003, Jason pronto se sintió atraído por la velocidad. A los 15 años ya fue campeón del NEC Championship, el campeonato del norte de Europa que se disputa entre Alemania, Austria y Holanda, y después se formó en el Mundial junior y la Red Bull Rookies Cup. El año pasado apareció en el Mundial de Moto3 de la mano del equipo alemán Pruestel GP, que le había renovado para este curso.

Su fatalidad es la continuación de la larga lacra que ensombrece el Mundial de MotoGP. Desde el inicio de las competiciones en la década de los 50, más de 60 pilotos han fallecido. Hasta este sábado, los decesos de Luis Salom, que impactó contra su propia moto en Montmeló en 2016; Marco Simoncelli; Shoya Tomizawa; o el también japonés Daijiro Kato, que se estrelló contra un muro en Suzuka en 2003, habían sido las últimas desgracias lloradas por el paddock de una competición que nunca para.Como ocurrió en otras ocasiones, este domingo en Mugello competirán igualmente los pilotos, aunque sólo puedan pensar en Dupasquier mientras corren en moto.