Respiradores y gases

 

En días pasados la población boliviana se enteró de otro hecho indignante del régimen de Añez, cuando creíamos que el negociado de los respiradores era la expresión máxima de la corrupción, aparece el siempre polémico Arturo Murillo, para llevarse la flor en cuanto a corrupción, nepotismo y arrogancia; sin embargo, como sucede con toda persona que ostentó el poder y que luego cayó en desgracia los abandonan hasta sus amigos, ni que decir de los que fueron sus aliados políticos, si revisamos la prensa la mayoría de los opositores piden que sea drásticamente castigado ya nadie se atribuye el que haya sido elegido como ministro, hasta la presidenta de facto parece olvidar que era su “hombre de confianza”.



Debemos recordar que los dirigentes que encabezaron la asonada de noviembre (Tuto Quiroga, Carlos Mesa, Fernando Camacho, Doria Medina entre los principales), tuvieron a sus representantes en el Ejecutivo de Añez, unos más que otros, es más al dirigente cruceño que se jactó al decir que el financió toda la movilización, se benefició cuando fue “elegido” como presidente de Impuestos Nacionales uno de sus empleados, ¿qué coincidencia no?, meses después las empresas de este dirigente y de su padre no debían ni un solo centavo a impuestos.

Así podemos nombrar los intereses económicos y personales que tenían los miembros del régimen de Añez, Murillo susurraba a los oídos de la presidenta (delante de los periodistas) “no hables de ese tema” o nombraba como funcionaria diplomática a su hermana, salía a la prensa mostrando las esposas con las que recibiría a Morales, decía que tenía armas y balas para aguantar 6 meses de protestas, todo esto con la plena aceptación de Añez y ahora ella nos quiere hacer creer que no sabía nada del sobreprecio en la compra de gases lacrimógenos.

Recordemos la investigación del periodista Junior, que fue ratificado por el FBI, donde indica que el pago lo realizó el Banco Central de Bolivia (más de $us. 5 Millones), para esta operatividad requería la orden del Presidente del Directorio del BCB, del Ministerio de Economía (como ente rector) y mínimamente el visto bueno de la presidenta, en este aspecto para dar un visto bueno por lo menos tendría que generar la pregunta ¿para qué es este pago?

Estos actos ilícitos e inmorales (en el caso de impuestos), acompañado de la pésima administración económica de los 11 meses de gobierno generaron un decrecimiento del PIB del 11%, el deterioro de la economía nacional a la cual nos sometió el régimen de los pititas no solo provocó muertes por disparo de policías y militares (adquirido con sobre precio y con dinero del pueblo), sino se conoció de suicidios de niños que no tenían que comer, o que tenían que caminar toda la mañana para recibir un plato de comida.

Se debe castigar a los actores materiales de los delitos mencionados, pero también se debe castigar a aquellas autoridades y dirigentes que ahora fingen una inocencia (propia de niños de 5 años) en el conocimiento y/o participación de los grandes negociados del régimen pasado.