Conozca las cuatro salidas que se discutieron en 2019 ante el vacío de poder dejado por Morales

Fuente: lostiempos.com

Los Obispos de Bolivia presentaron este martes el «Informe – Memoria de los Hechos del Proceso de Pacificación en Bolivia», ocurrido entre octubre 2019 y enero 2020, donde señalan que se discutieron cuatro salidas ante el vacío de poder dejado por Evo Morales durante la violencia descontrolada en el país.



La Iglesia recordó que tras las elecciones irregulares de 2019 Bolivia travesaba momentos de incertidumbre y miedo, situación que se agudizó en noviembre de ese año con una serie de hechos de violencia descontrolada que se registraron después de la renuncia de Evo Morales a la Presidencia.

En ese contexto, la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) informó que se recorrió un camino complejo para instalar una mesa de diálogo, con la participación de diferentes actores sin excepción, que permita la pacificación del país.

El informe de la Iglesia da cuenta de que tuvieron reuniones con el ministro de Comunicación, Manuel Canelas; el entonces presidente Evo Morales; el líder de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa; el entonces representante del Comité Cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho; parlamentarios del MAS y de oposición; diplomáticos y otros, con la finalidad de frenar la escalada de violencia y llamar al diálogo para encontrar soluciones al conflicto.

Tras la renuncia pública de Morales y su posterior salida del país en noviembre de 2019, se sumaron las renuncias de la línea de sucesión constitucional, en consecuencia, los órganos Ejecutivo y Legislativo «se encontraban acéfalos», lo que generó un vacío de poder, refiere el documento.

«Estas renuncias dejaban al país en un gravísimo vacío de poder que ponía en riesgo el Estado de Derecho. El pueblo boliviano quedó a merced de la violencia social acrecentada esa misma noche» del 10 de noviembre, señala el informe.

Para la Iglesia, el país estaba sumido en un vacío de poder y esa situación fue «reconfirmada» cuando se conoció el comunicado de la Secretaria de Relaciones Exteriores del Gobierno de México, que hacia conocer la declaración del ministro Marcelo Ebrard, indicando que Evo Morales había solicitado asilo político de manera verbal.

«En términos de la legislación vigente la Cancillería mexicana, previa opinión de la Secretaria de Gobernación, en voz de la secretaria Olga Sánchez Cordero, ha decidido concederle asilo político al señor Evo Morales Ayma por razones humanitarias y en virtud de la situación de urgencia que enfrenta en Bolivia, donde su vida e integridad corren riesgo», señala el mencionado comunicado citado en el informe de la Iglesia.

El informe remarca que ese vacío provocó un caos y una escalada de violencia en el país, por esa razón, se pidió a la Policía y a las Fuerzas Armadas (FFAA) contener la violencia en las calles y restituir el orden público.

La Iglesia hace mención de que los representantes del MAS antes de participar en cualquier diálogo, pidieron garantizar la seguridad de Evo Morales en su salida a México.

Una vez ocurrido eso, prosiguió el diálogo el 12 de noviembre con la participación de la Iglesia; representantes de la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos y la embajada de España; del MAS estuvo la senadora Adriana Salvatierra, la diputada Susana Rivero y Ana Teresa Morales; Ricardo Paz y Carlos Alarcón de Comunicad Ciudadana; Samuel Doria Medina y Roberto Moscoso de Unidad Nacional; Oscar Ortiz de Unidad Demócrata; el expresidente Jorge Quiroga y Luis Vásquez; por los Comités Cívicos, Jerjes Justiniano; por el Conade, Rolando Villena, exdefensor del Pueblo.

En ese encuentro, el MAS señaló que no iba a aceptar la renuncia de Morales, tampoco que la senadora Jeanine Añez asuma la Presidencia, sin embargo, propusieron que asuma el mando del país uno de sus legisladores o en todo caso el senador opositor Víctor Hugo Zamora.

El informe refiere que esas propuestas fueron cuestionadas por ser inconstitucionales, además se remarcó que las reuniones no eran para tomar decisiones sino para plantear salidas a la situación conflictiva del país, provocado por el vacío de poder.

«Las opciones que plantearon los participantes de la reunión fueron: que asumiera la presidencia la senadora Adriana Salvatierra o la diputada Susana Rivero. Pero ellas se negaron alegando que sus vidas corrían peligro», señala el informe.

Ante la negativa, se consideró la Declaración Constitucional 003/2001 según la cual la sucesión constitucional se produce ipso facto para evitar el vacío de poder en el Estado y se planteó que se sugiera la sucesión constitucional de Jeanine Añez para asumir la Presidencia.

El informe refiere que hasta ese punto el diálogo era infructuoso y los actores no encontraban una salida, pero hubo un momento en que Salvatierra pidió una reunión a puerta cerrada con Rivero, Ortiz y el obispo Eugenio Scarpellini, pero el contenido tratado no se dio a conocer.

Tras ese encuentro, el MAS garantizó la presencia de su bancada en la Asamblea Legislativa esa tarde donde reconocerían a Añez como presidenta del Senado y en consecuencia presidenta del Estado; también se acordó la elección de nuevos vocales del Tribunal Supremo Electoral, de los tribunales electorales departamentales, incluso que una de las Cámaras la presida el MAS y la otra la oposición, detalla el informe.

La Iglesia señaló que la representación del MAS en todo momento aducía que primero debía consultar con Evo Morales y el resto de su bancada; y el día cuando se convocó al entendimiento y la paz entre todos los bolivianos, sabiendo que se garantizó en reunión la presencia de todos los parlamentarios en la Asamblea, el MAS no cumplió el acuerdo.

«Lamentablemente la bancada del MAS no cumplió el acuerdo alcanzado durante las reuniones de diálogo y no se presentaron en la sesión de la Asamblea Legislativa», señala el informe.

La Iglesia informó que se hicieron varios intentos de hablar con Salvatierra indicándole que había todas las garantías, pero no hubo respuesta favorable.

En ese ínterin, Añez ya había invitado de manera sorpresiva a una reunión con los facilitadores a quienes había hablado sobre una salida constitucional, si es que los parlamentarios del MAS no se presentaban, y que solo restaba esperar «una confirmación del Tribunal Constitucional Plurinacional a la declaración 003/2001». Posteriormente, Añez asumió la Presidencia.

En ese momento, la Iglesia expresó que no hubo un golpe de Estado, sino hubo renuncias públicas y «se está dando todo el proceso para responder constitucionalmente a este proceso».

«Cabe destacar que todas las acciones de facilitación se enmarcaron en el respeto absoluto de la democracia, el estado de derecho y la no violencia», refiere en un parte del informe.