En La Paz, familias se vuelcan a las redes sociales para buscar UTI y medicamentos

Deben peregrinar por una unidad de terapia intensiva. Si consiguen una cama, viven otro calvario para conseguir fármacos y pagar Bs 18 mil por día.

Fuente: Página Siete / La Paz

 

En La Paz, en los últimos días, familiares, amigos y vecinos de  pacientes con Covid-19 se vuelcan a las redes sociales para buscar unidades de  terapia intensiva  y fármacos. En medio de la desesperación,  muchas familias recaudan fondos a través de campañas solidarias  y  rifas  para cubrir los gastos médicos.



“Nuestro querido chef Óscar Mora se encuentra internado en  una UTI (unidad de terapia intensiva) de Medicentro, que se encuentra  en  la ciudad de La Paz. Por favor se les pide apoyo en oración para que nuestro Creador le dé fortaleza y también pedirles su solidaridad con algún aporte”, se lee en la página de Facebook de Delicias y Mucho Más.

Óscar Mora, un personaje de la ciudad de La Paz conocido por sus recetas de cocina, contrajo el Covid-19.  El fin de semana fue internado de emergencia en terapia intensiva, luego de que sus familiares se vieron obligados a peregrinar por varios hospitales para conseguir un espacio.

Las cuentas hospitalarias son tan elevadas que los familiares buscan ayuda para solventar los gastos médicos. Al igual que el chef Mora, muchas  personas recurren a amigos, conocidos y finalmente inundan las redes sociales en procura de ayuda.

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Tal es el caso de una rifa solidaria que se organiza  para ayudar a Eddy Chuquimia, reconocido  músico que se encuentra  en terapia intensiva a causa de la Covid-19. “Ayudemos  a un gran  atigrado. Siempre quisiste  tener una camiseta firmada por todo el equipo”, se lee en el afiche del evento. Días antes, sus amigos y familiares también buscaban una UTI.

En las redes sociales se publican decenas de eventos y campañas solidarias para ayudar a pacientes con Covid-19. Ofrecen rifas  con una variedad de premios y platillos de comida.

“Rifa solidaria para apoyar a nuestra querida jefa de la carrera de psicología (Jannett Acuña). Todos aquellos que deseen ayudar pueden adquirir cada ticket a  20 bolivianos. Es momento de dar mucha fuerza y apoyo a nuestra licenciada y a toda su familia”, escribió Carlos Jorge Landaeta.

En los grupos de WhatsApp, los pedidos de ayuda abundan en procura de una cama de terapia intensiva o medicamentos .

En la actualidad, en La Paz y El Alto  las  UTI están llenas.  El viernes, el  Ministerio de Salud reportó que el departamento de La Paz está en alto riesgo porque las camas de terapia intensiva  para pacientes con coronavirus están saturadas.

“En La Paz están censadas 515 camas de hospitalización, de ese total el 60% estarían ocupadas. Se cuenta además  con 96 camas de terapia intensiva,  de las cuales el 84% están llenas. De las 28 camas de cuidados intensivos (que tiene el departamento paceño), el 96% están ocupadas”, dijo a Página Siete  el jefe de la unidad de epidemiología del Ministerio de Salud, Freddy Armijo.

De acuerdo con el profesional, esta situación se registra porque  los casos están en ascenso en La Paz y aún no llegó  al pico alto.

Desde hace un mes, la secretaría de salud, Cecilia Vargas, dijo que las camas de UTI de los hospitales municipales que atienden Covid-19, La Portada y Cotahuma están copadas y que  ya no cuentan con  espacio.

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El vicepresidente de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva filial La Paz, Patricio Gutiérrez, calificó la situación de “dramática” y “terrible”. “A nadie le interesa la situación (…) No alcanzan los aparatos gubernamentales para hacer un seguimiento adecuado. Ahora es una verdadera selva lo que ocurre en las calles y la gente termina sufriendo”, indicó.

Según el profesional,  las personas con seguro de salud o beneficiarias del SUS no tienen la posibilidad de conseguir una cama de terapia intensiva. Por tanto,  están obligadas a conseguir un médico, una enfermera y administrar medicamentos de uso hospitalario en sus casas.

“La carencia de camas (UTI) obligó a que la gente se atienda en sus domicilios sin ninguna regulación. Por ejemplo, alquilan un monitor, un generador de oxígeno, una bomba de infusión continua y contratan personal de enfermería.  Hacen todo por  una  cantidad de dinero que supera a los montos de dinero regulados por el Gobierno. Además, en  las casas  no hay condiciones para atender a un paciente”, afirmó Gutiérrez.

Organizan  una rifa de poleras para ayudar a Eddy. Foto:RRSS

Las personas que no  se recuperan en sus casas llegan a los hospitales con “superbacterias” que adquirieron resistencia al no administrar los medicamentos en las dosis y horarios adecuados. “Llegan a emergencia de un centro público y les dicen que está grave, que hay que internarlo en UTI, pero no tienen espacio. Como  los centros ediles y  de la gobernación están llenos,  entonces buscan un establecimiento  privado y llaman  a todos los lugares”, dijo.

Muchas de las clínicas privadas responden que ya no tienen espacio y esa persona termina falleciendo. En cambio, si logra conseguir una cama de terapia intensiva, debe pagar por la internación 3.500 bolivianos, los procedimiento de catéter venoso central y otros demandan otros  3.500 y los equipos de bioseguridad para médicos cuestan  2.000 bolivianos.

Luego siguen los estudios de laboratorio: para un paciente crítico alcanzan los  4.000 bolivianos por día. También deben sumarse los medicamentos que, en promedio, valen  unos  5.000 bolivianos. Al final, la familia debe pagar 18.000 bolivianos el primer día y después este costo se vuelve insostenible. “Hay una peregrinación para buscar UTI y luego para conseguir medicamentos”, apuntó Gutiérrez.

El profesional afirmó que el Gobierno    se “preocupó” de traer remdesivir y otros fármacos que son empleados en terapia intensiva, pero ahora faltan antibióticos. No hay una sola bolsa de difenoconazol, entonces los familiares deben ir  de  farmacia en farmacia.

Amigos  y colegas organizan rifa para Jannett Acuña.Foto:Archivo

“Al final terminan llevando lo que pueden y los pacientes no tendrán una buena recuperación porque no tienen toda la medicación que solicitó el médico. A esta situación se suma que los pacientes llegan en un estado grave”, sostuvo el especialista.

Ante la desesperación de los ciudadanos, la informalidad tomó mayor presencia. Las redes sociales están plagadas de ofertas de  medicamentos, pero en muchos de los casos son de dudosa procedencia.

Por  la emergencia, los médicos tampoco tienen tiempo de verificar si es el fármaco correcto y corren el riesgo de colocar al paciente leche en polvo u   otra sustancia que pondría en riesgo la vida de  las personas.

 

La Paz está en el ojo de  la tormenta

  • Causas  Para el presidente de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva  filial La Paz, Juan Guerra, “el departamento está en pleno ascenso y es muy complicado conseguir  que ese incremento  acelerado baje, ya que la gente no hace caso a las medidas de bioseguridad: uso de barbijo, lavado de manos de forma constante y distanciamiento social”.
  •  Demanda Guerra explicó que   de forma urgente el Ministerio de Salud debe contratar  personal para garantizar la atención de todos los espacios de terapia intensiva,  intermedia y las camas de hospitalización. “No hay nada de eso. Hay personal que está viniendo a trabajar sin contrato. Arriesgando su vida y lo peor que aún con el contrato anterior les deben salarios”, agregó.