Estudio: Bolivia en penúltimo lugar en combatir corrupción

El país bajó de 2,71 puntos en 2020 a 2,43 puntos, este año. De 15 países estudiados, sólo está por encima de Venezuela, país de Sudamérica con la peor puntuación.

Daniela Romero L.  / La Paz

Bolivia cayó en su Capacidad para Combatir la Corrupción (CCC) de 2020 a 2021  y además ocupa el penúltimo lugar, de 15 países de Latinoamérica, con uno de los peores índices contra la corrupción, según el estudio realizado por Americas Society/ Council of the Americas y Control Risks.



“Al igual que en 2020, Bolivia obtuvo una puntuación solamente superior a la de Venezuela en el Índice CCC. Durante un período de rápidos cambios políticos, la puntuación global del país disminuyó un 10%”, dice una parte del estudio asignado a la situación del país.

De acuerdo con los datos de las dos empresas (ver cuadro), Bolivia bajó de 2,71 puntos en 2020 a 2,43 puntos, este año. No se registra datos de 2019.

Venezuela es el país de Sudamérica con el peor puntaje. En 2019 obtuvo 1,71, en 2020 tuvo 1,52 y este año 1,40.

“El Índice muestra  que los esfuerzos para combatir la corrupción  son más necesarios en 2021 que nunca”, dijo Brian Winter, vicepresidente de política de AS/COA. “América Latina ha estado entre las regiones más afectadas por la pandemia. Con los gobiernos bajo una creciente presión financiera y los sistemas de salud en muchos países gravemente afectados, los efectos perniciosos de la corrupción en la sociedad se amplifican”, añadió.

La investigación establece que Bolivia obtuvo al menos tres puntos por debajo de la media regional en variables clave como la independencia y eficiencia judicial, la independencia del fiscal general y la independencia y eficiencia de los organismos anticorrupción.

“Estas tendencias reflejan las acciones de la administración del presidente Luis Arce, del partido MAS, que fue elegido en octubre de 2020. Arce prometió unir el país, pero se le acusa de utilizar el Poder Judicial para atacar a la oposición, una táctica que también implementó la expresidenta interina Jeanine Añez”, señala parte del informe.

Uno de los casos de corrupción del gobierno de Añez fue la compra irregular de respiradores, en 2020, proceso que aún sigue en investigación penal.

No obstante, en 14 años del gobierno de Evo Morales, del Movimiento Al Socialismo (MAS) hay casos de corrupción que no terminan ni se da con todos los responsables. Por ejemplo, el caso del Fondo Indígena, Gabriela Zapata y la empresa Camce, el caso de los taladros de YPFB, barcazas chinas, entre otros.

El país descendió del puesto 10 al 12 en la categoría de democracia e instituciones políticas impulsado por una menor puntuación en la variable de procesos legislativos y de gobierno. Sin embargo, Bolivia está delante de Paraguay, México y Guatemala en su calidad democrática general.

Asimismo, Bolivia volvió a ocupar el último lugar en la categoría de sociedad civil y medios de comunicación. “No hay recursos suficientes para la prensa independiente, que a menudo es intimidada, y la movilización de la sociedad civil contra la corrupción es la más baja entre los 15 países analizados”.

En 2019, el BID calculó en 220 mil millones de dólares anuales la afección que a la región le provoca la corrupción, una cifra que, en tiempos sin coronavirus, eliminaría la pobreza extrema y gran parte de la pobreza de los países, pero que en tiempos covid se hace muy complicado, según un análisis que hicieron especialistas para Ideas de Página Siete.

“Temas para monitorear”

Una de las conclusiones del estudio de Americas Society/ Council of the Americas y Control Risks señala que las investigaciones relacionadas con la corrupción contra la oposición y los miembros del gobierno interino de Añez pueden seguir politizándose.

“Aunque el MAS perdió unas elecciones locales de gran importancia en marzo, tiene mayoría en el Congreso y ejerce influencia sobre el Poder Judicial. Reformas anticorrupción parecen poco probables bajo estas condiciones. A pesar del continuo sentimiento antigubernamental provocado por la mala gestión de la pandemia, los esfuerzos de la sociedad civil y los medios de comunicación para luchar contra la corrupción pueden tener efectos limitados”.

El Índice CCC 2021 refleja cómo la lucha contra la corrupción en América Latina sufrió una nueva ola el año pasado durante la pandemia de Covid-19.

El estudio muestra que cinco de los 15 países mostraron drásticas disminuciones en sus puntajes, siete naciones se quedaron con su puntuación sin cambio y tres países lograron subir sus puntajes significativamente.

Uruguay es el ejemplo de toda América Latina

Uruguay lidera el Índice CCC por segundo año consecutivo, calificando encima de todos los países. Chile ocupa un cercano segundo lugar en las categorías de sociedad civil y medios de comunicación y de capacidad jurídica, indica el estudio realizado por Americas Society/ Council of the Americas y Control Risks.

El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou.
Foto:EFE

La puntuación global de Uruguay se vio efectivamente inalterada desde 2020, a pesar de la pandemia de coronavirus y del cambio de gobierno. Tras 14 años de administraciones de centro-izquierda, el presidente de centro-derecha Luis Lacalle  asumió su mandato en marzo de 2020.

En la categoría de capacidad jurídica, “Uruguay supera a Costa Rica, que ocupa el segundo lugar, por 1,3 puntos. Esto refleja altos niveles de independencia judicial, cooperación internacional y la independencia de sus instituciones anticorrupción”.

En la categoría de la democracia e instituciones políticas, Uruguay mantuvo su liderazgo  en variables como la legislación sobre la financiación de las campañas, los procesos legislativos y de gobierno, y la calidad general de la democracia. Un incremento del 7% en la variable de comunicaciones digitales y redes sociales contribuyó a una ligera mejora en la categoría de sociedad civil y medios de comunicación.