Médica y atleta cruceña conquista la cima del Sajama, la montaña más alta de Bolivia

María José de la Fuente Parada acaba de sumar una nueva conquista a sus 32 años de edad. Hace diez días ha conquistado la cima del Sajama, la montaña más alta de Bolivia, con sus 6.542 metros.

La campeona nacional de gimnasia artística, que representó al país en los Juegos Olímpicos de Verano de 2004 y en el Campeonato Mundial de Gimnasia Artística 2003, desarrolló el ascenso y descenso del volcán situado en territorio orureño en tres días y tras cumplir una preparación física de dos meses en el ginmasio de un familiar.



Su pasión por la montaña empezó hace tres años cuando escaló junto a su esposo Mauricio Barbery el Huayna Potosí, de 6.090 metros de altitud, según lo narró a Asuntos Centrales. Para aclimatarse esta vez subió una semana antes al pico Austria de La Paz, de 5.300 metros de altura.

Tenía inicialmente la intención de escalar el Illimani, de 6.400 metros, pero este será su próximo objetivo, ya que optó por el Sajama, el volcán con la cima más alta de Bolivia.

La reciente travesía fue iniciada con su esposo Mauricio, con otros dos deportistas de Santa Cruz como son los hermanos Tarabillo, con Alejandro Suárez y con tres guías. Sin embargo, ella y un guía fueron los dos que alcanzaron la cima, un terreno plano cubierto de nieve, de unos 30 metros por 30 metros, donde incluso hay guías que han jugado partidos de fútbol. «La sorpresa es que no solo hay que estar preparados físicamente, sino mentalmente. Una persona se enfrenta a mucho frío y el cuerpo con la altura no está en su máxima plenitud. Uno se redescubre que es más fuerte de lo que cree y las mujeres podemos lograr una fuerza maravillosa cuando nos reconectamos con nuestro interior.

En el entrenamiento previo de dos meses en el gimnasio trabajamos la fuerza de las piernas, que deben estar ligeras. Lo mental fue complejo, ya que mi esposo se puso delicado y no pudo subir. Quedé sin su compañía en el ascenso y fue el primer punto en un escenario para el que no estaba preparada. Sobre la marcha hay que ir adaptándose y descubriendo que una no siempre puede preparar las cosas. En ese momento hay que enfrentar y adaptarse a las situaciones», explicó.

Describió también las etapas del ascenso y descenso en tres días. «En la primera jornada se camina al campamento de base con menos 10 grados centígrados. La mañana siguiente subimos al campamento alto, que estaba a 5.600 metros, y descansamos desde las 4 de la tarde hasta las 12 de la noche, intentando dormir. En la medianoche nos pusimos todo el equipamiento, con chamarras, portavientos, térmicas y una linterna que no alumbra más de 15 metros atrás y adelante. A las 2 de la madrugada iniciamos el ascenso final. El cuerpo pide parar, duelo todo, el frío da en la cara y no hay cómo parar. Llegamos con un guía a la cumbre a las 7 de la mañana, con menos 20 grados bajo cero. Arriba se respira y digiere lo realizado, el paisaje es lindo, con otros dos volcanes al frente sobre los que se proyecta la sombra del Sajama. De ahí el descenso dura otras 12 a 14 horas».

María José de la Fuente es médica nutricionista y pone énfasis también en la dieta para estas travesías. «Soy vegana. Con mi esposo llevamos una dieta a base de plantas.El tours con los guías de esta misión incluye la alimentación que consiste en sopas, guisos de legumbres o pastas. La alimentación es otro desafío porque en la altura se cierra el estómago, no hay apetito y dan náuseas. El estómago no pide nada».

Su próximo reto es conquistar la cumbre del Ilimani de La Paz. «El aprendizaje que deja la montaña es grande», subraya.

Fuente: Asuntos Centrales