Fuente: La Razón

La expresidenta del Senado Adriana Salvatierra reapareció la tarde de este jueves y aseguró que el 10 de noviembre de 2019 en la reunión extralegislativa definieron “en menos de media hora” que Jeanine Áñez sea la presidenta del Estado, por lo que se buscó al MAS solo para avalar esa decisión tomada entre facilitadores, cívicos, políticos de oposición y el Conade.



“Me resulta extraño que Evo Morales presente su renuncia a las 17.00 (del 10 de noviembre); que a las 18.00 se apueste Carlos Mesa en las puertas de la Asamblea a decir que ningún parlamentario del MAS puede ser parte de la línea de sucesión presidencial. Yo presento mi renuncia a las 18.15 y en menos de 15 minutos o en menos de media hora ya definieron en la Universidad Católica que sea Jeanine Áñez, a las 18.45 Áñez se proclama presidenta”, recordó.

 

Morales dimitió el 10 de noviembre, cercado por denuncias de fraude electoral, una protesta cívica, un motín policial y la “sugerencia” militar de dimisión.

Salvatierra contó su versión de lo ocurrido en el programa por streaming Piedra, papel y tinta de La Razón y Extra. Detalló sucesos del 10, 11 y 12 de noviembre de 2019, entre la renuncia de Morales y la toma de poder por parte de Áñez.

Recordó que el 12 se les propuso a su persona y a la diputada Susana Rivero, que habían asistido a la reunión convocada por el extinto monseñor Eugenio Escarpellini en la Universidad Católica Boliviana, que Áñez sea la presidenta por sucesión, esa opción –recordó- fue descartada por el MAS por ser ilegal.

“La presidencia del país le correspondía al MAS”, argumentó la expresidente del Senado, quien puntualizó que el 12 de noviembre lo que se buscó era que el MAS, con su presencia en la mesa de diálogo, viabilice la elección de Áñez.

“Ellos ya habían decidido el 10 de noviembre, el 11 retiraron la medalla presidencial del Banco Central de Bolivia y el 12 insisten en que la única línea de sucesión era Jeanine Áñez. El 11 de noviembre la reunión (con la Iglesia y delegados de oposición) fue por la tarde y nadie habló de sucesión, lo extraño es que el mismo 11 por la tarde extraen la medalla presidencial del BCB”, puntualizó.

En este contexto, Salvatierra cuestionó el documento “Memoria de los hechos del proceso de Pacificación Octubre 2019 – Enero 2020”, redactado por la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB). Avirtió que el 10 de noviembre de 2019 la Iglesia se arrogó la tarea de interpretar la Constitución y resolvió que Áñez se hallaba legítimamente habilitada para asumir la presidencia.

“Ricardo Paz tuvo contacto con Áñez por teléfono y le preguntó si estaba dispuesta a asumir la presidencia del Estado”, recordó en alusión al entonces jefe de campaña de Comunidad Ciudadana (CC) que presentó como candidato presidencial a Carlos Mesa y quien fue parte de los encuentros.

Salvatierra precisó que el 11 de noviembre Escarpellini la contactó para entablar un diálogo y que ese día las únicas condiciones fueron garantías para los asambleístas del MAS y la salida del país de Morales.

“Me dice: es necesario abrir un camino de diálogo, que encontremos una salida a este conflicto (…) Lo extraño es que mientras los parlamentarios del MAS estaban siendo acosados y sus domicilios cercados Jeanine Áñez contaba con amplio resguardo militar y policial, no sabemos por qué”, afirmó.

También recordó que el empresario y líder de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, lanzó un comentario en sentido de que el “MAS vueltea mucho y que no se puede comprometer”, por lo que advierte que ante la indecisión existe un plan B para la posesión de Áñez.

Salvatierra aseguró que en noviembre de 2019 existió un Golpe de Estado porque se movilizó a la Policía, a las Fuerzas Armadas, la cúpula militar impidió que Morales siga como presidente y porque se obligó a renunciar a las autoridades para el cese de la violencia.