¿Y si invitamos a Diógenes ‘con sus cuervos y su lámpara’ a la UAGRM?

Fuente: Roberto Méndez, periodista y docente

La Corte Electoral de la Universidad Gabriel René Moreno acaba de recibir las propuestas de 184 candidatos, de las cuales, diez corresponden a rector, 37 para decanos y 137 para directores de carrera, para el Claustro previsto para el 16 de julio de los corrientes.



Y como no se ha informado sobre la presencia de veedores, se me ocurre que hipotéticamente podríamos convocar al filósofo griego Diógenes, de la escuela de los Cínicos, quien al ver el panorama inicial en las redes sociales, nos diría que, preferiría la compañía de los cuervos a la de los aduladores, porque «los cuervos devoran a los muertos; los aduladores, a los vivos.»

Porque en esta campaña no desfilarán cantantes renombrados, con mucha espuma de cerveza y regalos, pero tendrá a los aduladores, ya sea candidatos angelitos que limpiarán los curichis y la suciedad de las instalaciones universitarias, y hasta es posible que alguno se ponga como guardia, recordando su pasado, para evitar que se sigan robando los equipos de aire acondicionado, porque nuestra universidad parece sin dueño.

O aparentarán ser los mejores académicos del mundo organizando “webimares” para todos los gustos y sabores cuando en realidad, en este pandemia, están divorciados de sus clases virtuales, como se ha constado en una Facultad que, 35 de 210 profesores, varios de ellos candidatos, no pasan clases.

Diógenes saltó a la historia porque le dijo al gran conquistador macedonio Alejandro Magno, que se apartara de su vista porque le estaba tapando el sol, cuando éste fue a visitarlo a la orilla de su tinaja, para ofrecerle todo a cambio de llevárselo como su asesor, como lo hizo con su maestro Aristóteles.

Y rechazó los banquetes y haciendo honor a su condición de cínico -que en griego significa “Perro”-, al llegar a la UAGRM, tal vez pronunciará una de sus frases preferidas antes de empezar a discursear: “¡Hombres a mí!” Y cuentan que una vez al acudir una gran multitud, en Atenas, los despachó golpeándolos con el bastón: «Hombres he dicho, no basura».”

Porque encontraría a autoridades que han confundido a nuestra universidad con una agencia de empleos que dejan a 1800 administrativos Vs. 1500 docentes, y muchos de ellos, como lo denunció un candidato, familiares de jueces o fiscales que en alguna ocasión hicieron algún favorcito ilegal.

También pillaría a otras ex autoridades que no obstante de dejar algunos módulos destartalados, por denuncias de sobreprecio, siguen maquinando desde afuera, con ciertos palos blancos u otros que, de clara militancia político partidaria en función de gobierno, a cambio de ganar, prefieren entregar lo mas preciado que tenemos: nuestra autonomía, la autogestión y la posibilidad de planificar contenidos basados en la pertinencia y el bien común.

Entonces Diógenes, como lo hacía en Atenas, recorrería las instalaciones de la UAGRM, con su lámpara, diciendo que busca hombres o mujeres buenas, pero identificaría también la existencia de clanes familiares vinculados a ex autoridades o la de alumnos dinosaurios que permanecen más de 15 años pasando de carrera en carrera, colaborando en las campañas hasta convertirse en administrativos y terminar como docentes, como se ve en la realidad.

Y entonces le quedaría claro que hay un bloque de candidatos a rector que no quieren soltar la mamadera, otros que la quieren porque a nadie le viene mal administrar 1.000 millones de bolivianos y otro grupo que se ha presentado para experimentar si sacan algunos votos y pueden negociar alguna pega buena en alguna dirección o una unidad de posgrado donde, como se dice en secreto a voces, se venden las tesis o se venden los puestos de ingreso de alumnos a la UAGRM.

Entonces Diógenes les dará su discurso y los invitará a soñar con una universidad del futuro, promotora de ciencia, de investigación, de hombres y mujeres de bien que galopen a la par de Santa Cruz como locomotora del desarrollo de Bolivia, pues la UAGRM está de tercera en el campo nacional y a nivel internacional no figuramos ni en pintura, según el indicador norteamericano Quacquarelli Symonds.