La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos informó que la represión en Nicaragua persiste.
Fuente: paginasiete.bo
El presidente Daniel Ortega celebra 42 años del triunfo de la revolución sandinista en Nicaragua, en medio de sanciones por encarcelar a sus posibles rivales para las elecciones de noviembre y tan o más aislado que la dictadura de Somoza que él ayudó a derrocar.
«Hay una condena de la comunidad internacional para el gobierno de Ortega que está más aislado» que el propio dictador Anastasio Somoza que renunció el 19 de julio de 1979, tras el triunfo de la guerrilla izquierdista del Frente Sandinista para la Liberación Nacional (FSLN), dijo a la AFP el físico Moisés Hassan, excamarada de armas de Ortega.
Sin embargo, y pese a estas críticas, el presidente de Bolivia, Luis Arce, el vicepresidente David Choquehuanca y otros prominentes miembros del Movimiento al Socialismo (MAS), como el expresidente Evo Morales, lo felicitaron hoy y lo llamaron «hermano» y «camarada».
La semana pasada Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), por voto mayoritario de las naciones miembros, condenó el arresto de precandidatos y las restricciones a partidos políticos nicaragüenses. Por lo cual exigen la liberación de los presos políticos.
A esto se suma que la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas (NNUU para los Derechos Humanos en un informe corroboró que la represión en contra de manifestantes persiste desde el 2018. Hasta diciembre de la gestión pasada se registraron 300 muertos, 2.000 heridos en el contexto de las protestas y al menos 1.614 detenidos.
Pese a estos antecedentes, Arce escribió en sus redes sociales: “celebramos el aniversario del triunfo de la Revolución Sandinista que en 1979 derrotó a la dictadura genocida de los Somoza. Felicitamos al hermano presidente Daniel Ortega y al pueblo nicaragüense por estos 42 años de dignidad y lucha”.
Entre tanto, Choquehuanca expresó su respeto, cariños al “comandante Ortega” y a todos los combatientes sandinistas, que ofrendaron sus vidas.