El rencuentro en Lima de dos ‘enemigos’ políticos: Evo y Piñera, pocas risas y charlas de fútbol

Evo Morales estuvo en primera línea en la posesión de Pedro Castillo como presidente del Perú a pesar de ser solo invitado. Lo acomodaron en el cuadro de jefes de Estado y salió hasta en la foto principal del evento

Fuente: El Deber

Evo Morales y Sebastián Piñera se encontraron después de mucho tiempo. Los “enemigos políticos” se vieron ayer en Lima (Perú) e ingresaron juntos al Congreso peruano para presenciar la posesión de Pedro Castillo como presidente del vecino país. Se dieron la mano, hablaron un poco de fútbol y hubo sonrisas tímidas por alguna broma que lanzó el expresidente boliviano. Caminaron juntos durante un minuto y medio y conversaron poco. Evo estaba en el grupo de mandatarios invitados y más allá estaba Luis Arce, el actual jefe de Estado de Bolivia.



Antes de la juramentación los mandatarios e invitados especiales estuvieron en una sala del Congreso peruano. Piñera ya había ingresado al espacio y estaba dialogando con el Rey de España y el mandatario ecuatoriano, Guillermo Lasso. Morales llegó poco después. Se saludaron nuevamente y hablaron un poco.

Ahí hubo algunas risas y se metieron al deporte en la charla: “Con él jugamos en Santiago”, dijo Piñera mientras señalaba a Evo. “Sí, jugamos”, respondió Morales con las manos en los bolsillos. Hablaron un rato más del encuentro deportivo que sucedió hace 11 años en la capital chilena. Ya estaban presentes el presidente de Colombia, Iván Duque; y el vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao. Seguía atento la charla el dueño de la corona española.

Luego llegó el presidente Arce. “Buen día querido presidente, ¿cómo está?”, le saludó a Piñera, quien le dio el puño derecho, pero el mandatario boliviano lo saludo con un apretón de manos. Después, Arce se fue al lado de Evo y siguió atento la conversación de los mandatarios e invitados especiales.

En un momento, se sentó al lado del Rey de España, con quien dialogó por un largo momento. En ese instante, el amplio salón que tenía una alfombra roja y una mesa pequeña al centro se había dividido en dos grupos: por un lado, charlaban Piñera, Duque, Mourao, Morales y un invitado más, y por otro, el dueño de la corona española, Arce y Lasso.

Luego salieron del salón y caminaron hacia la puerta principal del Congreso. Evo iba al lado de Piñera, donde también dialogaron un poco y no se pudo apreciar si hubo risas, ya que tenían los barbijos puestos. Entraron al hemiciclo y fueron separados, aunque Morales seguía en la primera línea como si fuera un mandatario más.

Morales y Piñera vivieron momentos tensos en sus gestiones. El mandatario chileno vive su segunda administración y en las dos enfrentó a Morales sobre todo por el tema marítimo, que al final fue llevado a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), tribunal que dio la razón a Chile en 2018 y que desanimó las aspiraciones marítimas de Bolivia. Ambos personajes comparten ideologías diferentes: Piñera es más liberal y de centro derecha, mientras que Evo se inclina a la izquierda socialista.

El partido de fútbol que habían disputado en la Escuela de Carabineros, en Santiago, hacía ver que ambos políticos iban a tener relaciones amistosas, pero no fue así. En el encuentro deportivo compartieron equipo. “Mis asesores no me habían dicho que usted jugaba tan bien. Debo llamarles la atención por no hacerlo”, le dijo Morales a Piñera. “Yo en cambio, ya estaba enterado de sus cualidades deportivas”, respondió el anfitrión.

Bolivia y Chile, en la primera gestión de Michelle Bachelet y Evo Morales, habían avanzado en el diseño de la agenda de 13 puntos, en la que se incluía el tema marítimo. Piñera dio continuidad al esquema, pero pronto se interrumpió el diálogo, sobre todo de la salida al mar que pedía Bolivia. El dilema era la exigencia boliviana: una salida soberana al Océano Pacífico.

“Rey de España mandó callar a Hugo Chávez y Piñera me pide que calle. Ambos coinciden porque responden a monarquías, jerarquías y oligarquías”, reclamaba Morales en 2017 cuando el presidente chileno pidió a Evo callarse por las “falsas expectativas” que creó en Bolivia referente al tema marítimo. Esta fue una de los tantos cruces que ambos tuvieron.

Ahora, ambos caminan por diferentes caminos. Evo ya no es presidente boliviano y se dedica a su partido, mientras que Piñera vive la última fase de su segunda gestión presidencial.