Jorge Kafka: “Estamos ante un nuevo animal político, la democracia totalitaria indígena”

En un nuevo episodio del espacio digital “De Frente con Oscar Ortiz”, Jorge Kafka habló sobre la investigación de las crisis democráticas y las sociedades anárquicas, el auge electoral de los populismos y de los caudillismos y el estado de la democracia boliviana.



Fuente: Publico.bo

Kafka es politólogo, investigador y académico, actual presidente de la Asociación Boliviana de Estudios Internacionales. Tiene un doctorado en gestión del desarrollo y políticas públicas y una maestría en ciencias sociales, además de estar cursando una maestría en administración de empresas.

Sobre la investigación que viene realizando, titulada “El fin de la democracia y el nacimiento de las sociedades anárquicas”, comentó que se trata de un documento de trabajo que comenzó “comparando la situación de las instituciones en Perú y Bolivia, cuál de los dos modelos funciona mejor, uno neoliberal u otro de carácter colectivista. Investigué sobre las modificaciones institucionales en Bolivia desde el 2006 y en las conclusiones hablo de un nuevo animal político, la democracia totalitaria indígena. Es una investigación exploratoria que todavía estoy realizando”.

“El concepto fue acuñado por Jacob Talmon, un teórico judío que identifica en la revolución francesa, en el período de 1792 a 1794, el inicio de un modelo de democracia totalitaria diferente a la liberal, que piensa lo político en términos colectivos. Así se dio el régimen del terror de Robespierre y los jacobinos. No es casual que el ex vicepresidente (Álvaro García Linera) se autodefiniera como el último jacobino”, señaló.

Kafka dijo que es paradójico que en un escenario de tantos avances tecnológicos como el actual se vayan creando condiciones para la irrupción de nuevos modelos autoritarios, agregando que “la globalización hizo que la economía se expanda, pero también provocó brechas o asimetrías, que son el caldo de cultivo para caudillos mesiánicos que ofrecen una tabla de salvación a los sectores que quedaron marginados”.

“Cuando cae el muro de Berlín, el liberalismo había triunfado sobre el fascismo y el comunismo, pero con el transcurrir de los años el modelo de democracia liberal entra en crisis. Una vez que se difumina el enemigo, los Estados Unidos pierden el horizonte sobre cuál era su rol”, indicó.

El politólogo también comentó sobre el concepto de las “democracias iliberales”, manejado por Fareed Zakaria, en alusión a gobiernos elegidos democráticamente pero que “una vez en el poder empiezan a restringir libertades civiles y a gobernar de manera discrecional”.

“En relación al sistema internacional, se lo caracteriza como anárquico porque no hay un gobierno. Eso mismo está sucediendo a nivel doméstico, donde esos principios de anarquía se están reflejando porque las instituciones se han vuelto fachadas que no representan el espíritu mismo de la democracia”, remarcó, añadiendo que otro de los componentes de la democracia totalitaria es la movilización de masas: “como el Estado deja de ser el regulador, la sociedad se va devorando a sí misma”.

Kafka advirtió que los proyectos hegemónicos “no piensan en una gestión sino en permanecer de manera indefinida en el poder, con un diseño institucional que se mantiene, aunque fallezca el caudillo, sea Fidel Castro o Hugo Chávez”.

Sobre Bolivia, dijo que vivimos “un proceso de centralización del poder político, con un nuevo presidente que reproduce el esquema de poder de Evo Morales”, incluyendo “la instrumentalización de la justicia y la formación de una burocracia fanatizada”.

En las conclusiones, Oscar Ortiz subrayó que se trata de “un tema crucial para el futuro de los bolivianos, porque nuestras libertades y derechos dependen de que vivamos en una democracia real, donde el poder de los gobiernos sea temporal, limitado y distribuido en distintos niveles y espacios”.