El Ministerio de Salud registra oficialmente más de 16.000 decesos por coronavirus. Otros 28.000 podrían ser parte de las cifras negras del subregistro.
Fuente: paginasiete.bo
Leny Chuquimia / La Paz
Desde el ingreso del SARS-CoV-2 a Bolivia, en marzo de 2020, hasta junio pasado -pico de la tercera ola- el Servicio de Registro Cívico (Serecí) registró 44.194 muertes excedentes al promedio de decesos esperados. Estos fallecimientos imprevistos pueden ser atribuidos a la pandemia por la que atraviesa el planeta.
En Bolivia, los picos más altos de los decesos se dieron en julio de 2020 para la primera ola de la pandemia; en enero de 2021. para la segunda, y junio de 2021, para la tercera. Esto se aplica tanto para el número de muertes registradas por el Serecí como en los excedentes. La primera ola fue la más devastadora.
Estos datos son parte del estudio Seguimiento a las muertes en exceso y muertes por Covid-19, publicado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Privada Boliviana (UPB), con la dirección del especialista Andrés Uzín. El análisis fue realizado con una base de datos proporcionada por el Serecí a Public Private Management (PPM) y cedida a la UPB.
Cómo entender los excedentes
La identificación del “exceso de mortalidad” permite estimar la cifra real de muertes de la pandemia o de cualquier otro evento, como guerras o desastres naturales. Este “exceso”, según la OMS, es el resultado de la diferencia entre el número real de decesos en general y el número esperado para ese momento si no hubiera habido crisis.
Para el estudio, el cálculo se hizo con base en los registros mensuales de muertes entre 2014 y 2019. Estos datos fueron la base para obtener un promedio mensual de muertes esperadas para el periodo de la pandemia si esta no hubiera existido.
Si sumamos los promedios esperados para estos 16 meses de pandemia, vemos que en ese lapso el país debió acumular un estimado de 67.451 fallecimientos. Sin embargo, el Serecí registró 111.645 muertes.
Entre ambas cifras hay una diferencia de 44.194 decesos. Estos fallecimientos, que salen de las proyecciones esperadas, son lo que la OMS llama el excedente de muertes y que pueden ser atribuibles a la pandemia.
Si al excedente le restamos las 16.767 muertes oficiales del Ministerio de Salud, quedan 27.427 que no fueron identificadas y que ingresan a las cifras negras del subregistro.
Cabe aclarar que nunca se podrá saber cuál fue el verdadero impacto de la pandemia, por la dificultad que implica -en una emergencia como la que vivimos- hacer un seguimiento de toda la población.
Incluso con las cifras del Serecí aún queda un subregistro, ya que no todas las muertes, sobre todo en el área rural, son inscritas en esta entidad.
Los datos obtenidos también muestran que la primera ola fue la más devastadora. En julio de 2020 se tuvo el pico de muertes registradas en el Serecí. La cifra ascendió a 15.876, cuando lo esperado eran 4.480. Es decir que hubo un excedente de 11.396 defunciones con relación a años anteriores. Para ese mes el gobierno solo oficializó 1.854 muertes por Covid-19.
En la segunda ola el pico se dio en enero de 2021, cuando el registro cívico contabilizó 9.126 muertes, el doble de 4.294 proyectadas. Hubo un excedente de 4.832 decesos, mientras que Salud reportó 1.214. Para la tercera ola, el pico llegó en junio con 9.942 muretes registradas y un excedente de 5.564.
111.645 muertes fueron registradas en todo el país durante la pandemia, mucho más del promedio.
16.767 decesos oficiales fueron reportados por el Ministerio de Salud hasta junio pasado.
Fuente: paginasiete.bo