Según asambleísta: El MAS es un factor de división en los pueblos indígenas de Bolivia

Al celebrarse el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, se manifiesta el presidente de la Asamblea Legislativa Departamental (ALD) de Tarija, Nicolás Montero.

Fuente: El Deber

El Movimiento al Socialismo (MAS) se convirtió en un factor de división de los pueblos indígenas, ya que existen dos cabezas en la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente, Chaco y Amazonía de Bolivia (Cidob), dijo el presidente de la Asamblea Legislativa Departamental (ALD) de Tarija, Nicolás Montero.



Al celebrarse el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, Montero reafirmó que el sector está ‘partidizado’ y fraccionado.

«La Confederación tiene dos cabezas, Justo Molina está con Evo Morales y Faustino Flores está con Luis Arce Catacora. Es uno de los problemas por la que atraviesan los pueblos indígenas», lamentó el asambleísta de origen guaraní.

Además, reveló que desde un principio el MAS se opuso a que un indígena esté en la presidencia de la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija y solamente pretendía que ocupe la segunda vicepresidencia.

Los asambleístas electos por el pueblo guaraní, tapiete y weenhayek negociaron con la alianza Unidos, del gobernador Óscar Montes, para viabilizar su mandato por el periodo 2021-2022.

«No nos dieron la oportunidad y hablamos con Montes para recibir el apoyo en la Asamblea Legislativa. Tenemos dos acuerdos, uno político y otro programático de desarrollo de los tres pueblos indígenas, ese es el compromiso. Primero vamos a ordenar la casa y después vamos a entrar a trabajar en los programas desde el próximo año», indicó Montero.

Asimismo, el asambleísta declaró que existen demandas incumplidas por el actual gobierno y de anteriores, como una mayor presencia indígena en los Gobiernos Municipales y otras entidades subnacionales, a través de una ley, y la profundización de las autonomías.

A esto se suma la falta de avances en el saneamiento de oficio de tierras en favor de los pueblos indígenas que pretenden incursionar en la actividad agrícola.

«La revolución agraria no ha sido favorable para los indígenas del Chaco tarijeño. La demanda territorial consolidada no alcanza para todas las comunidades en Yacuiba, Caraparí y Villa Montes», expresó Montero.