Cultura populista. El estilo llunk’u y las duras opiniones

La manipulación y el doble pensar se han vuelto una constante en la política nacional, se habla de todo y para todos y todes, pero no existe una propuesta realista de construcción de un Estado Nacional, un Estado viable y adecuado a las características geográficas, ecológicas y sociológicas del país. Por el contrario nos dejamos arrastrar por la demagogia y los sofismas.

Enseñaba el Maestro Göbbels: “Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”. Siguiendo esta receta, para el manejo de las masas, el Nazismo, Comunismo y Populismo aplican técnicas de desinformación y manipulación. Las escuelas militares rusas y para el mismo objetivo utilizan la técnica del “control reflexivo”, con la cual las personas reciben permanente y reiterativamente, información específica que condiciona su mente y así permite controlar y orientar su toma de decisiones.



Según Orwell (1984) el Doble Pensar tan común en los políticos, es: “Estar consciente de lo que es realmente verdad, mientras se dicen mentiras cuidadosamente elaboradas; sostener simultáneamente dos opiniones sabiendo que son contradictorias y creer sin embargo en ambas”.

Una figura señera del doble pensar y la retórica política es el Linera, quien utiliza su peculiar estilo engatusador para manipular la mente del pueblo y vender y posicionar la imagen del Jefazo. Son clásicas sus alocuciones con su estilo llunk’u zalamero y citadas en miles de tuits:

El presidente Evo, si tiene apoyo, construye colegios; si no tiene apoyo, regresarán los gringos, regresarán los vendepatrias, regresarán los asesinos y a las wawas les van a quitar todo y no habrá destino, y va a haber llanto, y el sol se va a esconder y la luna se va a escapar, y todo va a ser tristeza para nosotros, no se olviden”.

Cuando atacan a Evo, atacan a todos, al guardatojo, a la pollera, no lo quieren ver a Evo en el Palacio, porque no quieren ver cascos obreros, no quieren ver abarcas, no quieren ver ponchos en el Palacio de Gobierno y odian a Evo, porque odian a los campesinos”.

Juan Ramón de la Quintana como un verdadero Capitán, es más práctico y concreto. En un Seminario político del MAS en Santa Cruz enseñaba; “Para nosotros la política es básicamente el ejercicio del poder para vaciar el bolsillo de los ricos y entregar a los pobres. Esa es la política que debe guiarnos a quienes somos miembros del MAS”.

Quintana se adecua a los tiempos y hace un guiño y abraza a los compañeros y compañeres, trasmitiéndoles una moderna y particular interpretación del proceso de Cambio: “Cuantos más lesbianas y más homosexuales existan en el MAS, bienvenidos compañeros, aquí los vamos a abrazar y los vamos a mimar”.

Los Dirigentes sindicales para ganar prestigio y dólares, saltan derecho al pescuezo del enemigo y así ganan la con$ideracion de sus jefes. El senador Leonardo Loza (MAS) afirmó que el Virus del covid-19 fue llevado a propósito al Trópico de Cochabamba para “matar cocaleros”, durante el gobierno de Jeanine Añez: “Al intento nos han  traído el Covid-19 acá (al Chapare). Hay grabaciones, hay documentos. Ellos piensan: esos cocaleros que se contagien, ojalá que se mueran todos. Así nos han tratado, cerraron surtidores, cerraron bancos, nos han provocado”.

Evo al revés de los políticos tradicionales dice lo que siente y en el V Congreso de la Confederación Sindical de Mujeres de Comunidades Interculturales de Bolivia, emite un agresivo mensaje de odio racial.

El pueblo necesita revolucionarios, no simples progresistas, humanistas. Somos indígenas, no solamente indigenistas”.
¿Qué es ser revolucionario?, es ser antimperialista. Si no somos antimperialistas no somos revolucionarios.
Hermano David, hermanos y hermanas, no va a haber reconciliación. Aquí hay que derrocar al imperio y a sus lacayos, que es la derecha boliviana”.
Aquí es una lucha de clases. Yo puedo enojarme con el compañero o la compañera, ahí sí tiene que haber reconciliación, con fascistas y racistas no va a haber reconciliación. Tenemos dos caminos: ganamos o nos ganan.

En esencia las palabras valen, no por lo que afirman sino por quién las pronuncia. Las sandeces dichas por el Jefazo, son una luz, una guía para sus seguidores; las bases no esperan coherencia, esperan autoridad de sus líderes y no escuchan sus palabras para obtener una explicación, sino para recibir las consignas que mantendrán viva su lucha.

Es hora que los políticos hablen claro y sin temor y así podremos entendernos y tomar posiciones en defensa de nuestros intereses.

Fuente: ovidioroca.wordpress.com