Estudio da cuenta que EASBA no es rentable en producción de materia prima ni a nivel industrial

AMAZONÍA EN LA MIRA

Fotografía tomada de: www.easba.gob.bo

Fuente: erbol.com.bo

El estudio Agroindustria y Amazonía boliviana: el caso de la Empresa Azucarera San Buenaventura, de Daniel Robison y publicado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), señala que el rendimiento promedio de caña en campo y los obtenidos de sacarosa son mucho más bajos que los esperados, situación que también se presenta en relación con la producción industrial. Por ello, el autor apunta que la continuidad de la Empresa Azucarera San Buenaventura (EASBA) sólo será posible con enormes subsidios.



A partir de los datos oficiales de EASBA, presentados en su Audiencia Pública 2018-2019, Robison afirma que “el rendimiento industrial de azúcar es bajísimo, de entre 22 kg/t y 79 kg/t, con la proyección optimista de 82 kg/t en 2019. Esta es la mejor prueba de que, además de tener bajo rendimiento de caña en campo, el porcentaje de sacarosa también es mucho menor que el esperado. Su proyección optimista [de EASBA] para 2019 sería una relación de 12,2 t de caña por 1 t de azúcar, que sigue siendo muy baja. Esto indica que hay problemas serios a nivel de campo, pero también en el ingenio el rendimiento industrial está muy por debajo de lo deseable”.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), para el año 2018, el promedio de rendimiento en todo el mundo fue de 73 t/ha de caña y en Perú de 121 t/ha (el país con mayor rendimiento promedio).

A esta altura del desarrollo del proyecto, resulta claro que el gobierno del MAS no tomó en cuenta las advertencias realizadas por instituciones y expertos en relación con la viabilidad del mismo, así como tampoco las recomendaciones realizadas por los consultores cubanos y brasileños contratados por el propio gobierno que realizaron evaluaciones sobre su factibilidad técnica, ya en el año 2009, antes de la creación de la empresa mediante el Decreto Supremo 637 del año 2010, e incluso antes de contratar a la empresa encargada de su construcción. Estos estudios no fueron difundidos por EASBA en su momento y tampoco hizo referencias posteriores a los mismos.

Al respecto, Robison señala que se hizo caso omiso de estudios de suelos que demostraban que únicamente el 2% de los suelos de la zona son aptos para cultivos en limpio, suelos que, además, se encuentran alejados de la carretera central. En este sentido, pero ya con un proyecto que está en marcha, se vuelve a constatar que los suelos de la región son marginales para la producción industrial de caña de azúcar, situación que se agrava por cuestiones climáticas que no permiten una óptima concentración de sacarosa. Asimismo, constata que los costos de producción son muy altos, debido a los altos costos de desbosque de monte alto y de preparación de tierras para una producción mecanizada.

Con respecto a la producción de caña, Robison destaca que inicialmente se tenía previsto que la instalación del ingenio beneficie a los agricultores de la zona, sin embargo, hasta la fecha, muy pocos productores se han involucrado y todo el trabajo es efectuado por la empresa. Incluso, según reportes periodísticos del programa “Amazonía en la mira”, del CEDLA junto a la red Amazónica, y difundido por la red ERBOL, se estaría produciendo caña de azúcar en el departamento de Beni para proveer a EASBA.

EASBA: deudas y patrimonio institucional negativo

El Balance General de EASBA de 2018 muestra una deuda de 1.913 millones de bolivianos con el Banco Central de Bolivia (BCB) y un patrimonio institucional negativo de más de 275 millones de bolivianos. Estos datos remarcan que los ingresos no cubren los montos de la deuda y que están muy lejos de cubrir, al menos, los costos de operación.

Robison advierte en su investigación que si a la deuda contraída por EASBA con el BCB se suma la solicitud de nuevos créditos para financiar la ampliación de cañaverales y el aporte de capital por 495 millones de bolivianos adicionales (requerimiento planteado en la Rendición de cuentas 2018-2019), se incrementaría la deuda total a 2.408 millones de bolivianos, cifra que sería muy difícil de amortizar, pues el proyecto no es rentable en cuanto a producción de materia prima ni a nivel industrial. Por ello, el autor alerta en sentido que el ingenio azucarero y la producción de caña de azúcar no podrán continuar sin enormes subsidios.

Recientemente, se difundió en la prensa un informe de la Oficina Técnica para el Fortalecimiento de la Empresa Pública (OFEP), dependiente del Ministerio de la Presidencia, que señalaba una pérdida de 228,88 millones de bolivianos de la empresa azucarera hasta el año 2019.