Expertos discrepan sobre el cambio de loseta en el centro, pero coinciden en la necesidad de un plan más amplio

El anuncio del cambio de loseta por asfalto rígido en el centro de la ciudad ha provocado una intensa polémica en las redes sociales. Por un lado, se aplaude la determinación del alcalde Jhonny Fernández y se valora la medida como una forma de aligerar el tránsito en el corazón de la ciudad. En la vereda de enfrente, se critica la medida y se apela al valor simbólico que la loseta aporta a la urbe cruceña.

Más allá de los argumentos emotivos, tres expertos en urbanismo e ingeniería coinciden en la importancia de contar con un plan previo antes de gestionar el cambio. Los arquitectos Fernando Prado y Jorge Landívar, y el ingeniero Rolando Schrupp observan la necesidad de valorar otros aspectos antes de sustituir las losetas.

«Hay que pensarlo bien», manifiesta el reconocido urbanista Fernando Prado. El principal problema del centro histórico de la ciudad parte del sistema de alcantarillado y drenaje pluvial que recorre las calles céntricas. Prado reseña que son tubos de un metro de diámetro y que requieren un recambio más que necesario.



Las filtraciones de este sistema provoca el hundimiento de las losetas. «Si se coloca asfalto rígido, en unos años se deberá levantarlo para cambiar las tuberías», matiza el arquitecto.

Apunta a un «plan de recuperación del centro histórico» que analiza todas las variables para revitalizar cultural, económica y socialmente el centro. «No es por el asfalto por donde hay que empezar», agrega Prado.

Desde la mirada estudiosa del urbanista, existen varias preguntas previas que se debe resolver antes de cambiar la loseta. Por ejemplo, cuestiona si se contemplará o no calles peatonales y, de ser así, cómo se implementarán estas dentro del plan de cambio de losetas.

Además, sugiere centrar la atención en otros factores que ayuden a mejorar el aspecto del centro con ayudas económicas para realizar el mantenimiento a los edificios históricos.

Para Jorge ‘Yiyo’ Landívar el cambio de loseta aportará un aspecto más «evolucionado» del centro además de que contribuye a facilitar el nivel de vida a los habitantes. «Esta mañana caminé junto a una persona que se desplaza en silla de ruedas y es muy complicado pasar por una calle», refleja.

El arquitecto valora las diversas opiniones sobre el futuro del centro, aunque cuestiona a quienes insisten en «seguir con cosas que ya cumplieron su ciclo».

Observa el cambio de loseta por asfalto rígido como parte de la evolución en el centro. Eso sí, se abre a la posibilidad de mantener algunas calles con loseta a pesar de que la prioridad consiste en conseguir una calle amigable con los transeúntes.

«Le toca a las nuevas generaciones disfrutar del centro de la ciudad», afirma Landívar para ratificar su propuesta hacia una ciudad más moderna. Al igual que Prado, considera insuficiente el cambio de pavimento como solución para los problemas que se viven en esta zona de la ciudad.

En su plan, Landívar insiste en que se debe considerar el soterrado de todos los servicios y la mejora del sistema pluvial en las calles céntricas.

Rolando Schrupp analiza la propuesta desde su formación de ingeniero. «El cambio de loseta no es económica, técnica, logística ni culturalmente viable», afirma de entrada para mostrar su rechazo a la medida.

Calcula los gastos que se requiere en el cambio de la loseta y opta por un buen mantenimiento de las mismas. El hundimiento de las losetas  «se trata de un problema de erosión del suelo» y eso se debe resolver tanto con la loseta como con el asfalto rígido. Advierte Schrupp el riesgo de extender la capa de asfalto sobre las mismas losetas, situación que agravaría el desgaste de las capas que soportan el pavimento.

Además del tratamiento del suelo que exige el asfaltado, Schrupp también se suma y reclama un plan para conocer cómo se procederá con los alcantarillados o los cables que recorren la ciudad.

Finalmente, el ingeniero rescata el valor emocional de la loseta. «Tiene una historia que simboliza la base y el modelo de desarrollo cruceño«. El funcionamiento de la loseta, explica, «se asemeja a la cultura de trabajo conjunto que se vive en Santa Cruz».