Marcha indígena avanza con sobresaltos y el Gobierno desconoce sus demandas

 



 

 

La movilización de pueblos indígenas del Oriente, la Amazonia y el Chaco que partió el 25 de agosto de Trinidad ya está en territorio cruceño pero con sobresaltos. Sectores afines al gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) ayer rechazaron la medida con amenazas, mientras el Gobierno aseguró que aún no conoce de manera formal el pliego petitorio de este grupo de marchistas.

A través de las redes sociales, uno de los integrantes de la columna divulgó un video en el que refleja un altercado. Un grupo de personas cerró el pasó a la camioneta de auxilio que se desplegó para la atención de posibles emergencias durante la movilización que se dirige a Santa Cruz.

“No van a pasar, trabajen”, era una de las declaraciones que hacían las personas que frenaban el avance de la caravana, mientras que los otros se abrían paso, pero en medio de airadas discusiones.

Un grupo de policías llegó al lugar para disuadir las tensiones y la movilización, que recorre la carretera que une Trinidad con Santa Cruz de la Sierra, prosiguió.

“Queremos informar a la ciudadanía y al pueblo bolivianos que hemos tenido un altercado, exigimos a las autoridades que vean esta situación para que nos aumenten la seguridad, en especial en las poblaciones que no nos quieren dejar pasar”, manifestó uno de los dirigentes marchistas.

En La Paz, el viceministro de Autonomías, Álvaro Ruíz, indicó que aún desconocen el pliego petitorio de la marcha. “Existen demandas que no son atendidas, no es el caso de esta marcha, en las últimas semanas nos hemos reunido con los dirigentes de las organizaciones que aglomeran a los pueblos indígenas, pero ahora no conocemos el pliego petitorio, nos gustaría conocer su demanda para analizarla y evaluarla”, dijo.

En una entrevista con el canal estatal BTV, Ruiz pidió a los movilizados sumarse a una mesa de trabajo que sesionará entre el 16 y 17 de septiembre en Santa Cruz, para analizar temas vinculados con el fortalecimiento de las demandas de autonomía indígena.

Además de exigir el respeto a las tierras, los marchistas reclaman por el derecho a participar en procesos electorales sin necesidad de un partido político y consolidar una bancada indígena.

El dirigente Tacana Adolfo Chávez, en conversación telefónica, explicó que la Ley de Partidos Políticos señala que los escaños especiales para indígenas son otorgados a través de los partidos .

“No queremos eso porque a través de las organizaciones políticas nunca vamos a contar con una bancada indígena”, dijo Chávez.

La columna de los indígenas, que camina a diario tramos de 25 kilómetros, también quiere hacer respetar la tierra ante el “alarmante incremento de avasallamientos”, según las denuncias.

Los marchistas, que están por alcanzar las 200 personas, sumaron delegaciones de Tacana, en Pando, y de weenhayek, de Tarija. Ahora proyectan consolidar una agenda de trabajo que beneficie a los pueblos indígenas.

Chávez agregó que mientras sigan marchando irán compartiendo otros puntos de esta agenda de trabajo de los indígenas.

Por su parte, el cacique Abdón Justiniano Cujuy hizo énfasis en que la marcha no tiene “tintes políticos y no está siendo financiada por nadie”, sino que es una determinación de los propios pueblos indígenas de Beni.

Medida apresurada

El presidente de la Coordinadora de la Nación Chiquitana, Lázaro Tacoó, considera que esta movilización responde a una medida apresurada y que la misma ha sido realizada sin el consenso de los 34 pueblos indígenas. “Nosotros hubiéramos preferido, primero, hacer un análisis amplio de la situación, porque divididos no se consigue nada”, expresó el dirigente indígena.

Agregó que una de las medidas que están adoptando, como pueblos chiquitanos para evitar el avasallamiento de tierras, es llegar a las comunidades para difundir e informar sobre las normativas vigentes, como la Constitución Política del Estado (CPE) que favorecen a las naciones indígenas, “para que ellos (los comunarios) conozcan y no tengan miedo cuando llegue la gente a querer avasallarlos y ocupar su territorio de forma ilegal”.

A su vez, el secretario de Comunicación de la Cidob afín al Gobierno central, Rubén Cayaduro, lamentó que “dirigentes expulsados del movimiento indígena estén utilizando a las mujeres y niños en está marcha”.

Señaló que esta es una medida que, usando a los indígenas, busca “rearticular a la derecha y, tal vez, un segundo golpe de Estado”, acusó el dirigente, sin pruebas que sustenten su denuncia.