Un sector que genera 600.000 puestos de trabajo en el país

Impulso. La capacidad de invertir de los industriales permite un mayor grado de competitividad en el mercado externo

Fuente: El Deber

En una radiografía de la matriz productiva, Ibo Blazicevic, presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), considera que la industria boliviana se caracteriza por productos de alto valor agregado particularmente en los sectores alimentos, bebidas, textiles, muebles de madera, materiales de construcción, cuero, metalmecánica; que en los últimos años experimentó una diversificación y crecimiento con aporte sustantivo en el sector farmacéutico, plásticos y software (startups).



Este conglomerado industrial, según Blazicevic representa el 16% del PIB de Bolivia y contribuye con el 17% de las recaudaciones tributarias, que de acuerdo con el Servicio Nacional de Impuestos (SIN) -hasta mayo de 2021- los ingresos totales impositivos fueron más de Bs 13.000 millones.

Siguiendo con los números del presidente de la CNI, el sector genera el 15% del empleo, que son de 600.000 fuentes de trabajo, aporta con el 32% de los $us 8.757 millones que significaron las exportaciones en 2019, consume el 51% del gas natural y el 25% de la energía eléctrica.

A pesar de estas cifras, el industrial hizo notar que si bien el sector externo de la economía (exportaciones e importaciones) experimentó en el primer semestre de 2021 una recuperación, producto de la subida de los precios de los commodities, la industria generadora de valor agregado en el ámbito interno de la economía aún se encuentra estancada o en declive, lo cual se refleja en la baja inflación, estancamiento de los depósitos y créditos en el sistema financiero y cierre de empresas.

“La economía aún no se reactiva y todos debemos trabajar en ello. Estamos experimentando un proceso de rebote económico que no equipara la contracción experimentada en 2020. La industria boliviana registra una contracción de su actividad económica e iliquidez por el descenso en sus ventas”, observó Blazicevic.

Inversión privada

Jean Pierre Antelo, presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, indicó que pesar de este escenario, la industria privada tiene la virtud de invertir -para no perder competitividad- en tecnología para mejorar los procesos de producción.

Antelo detalló que sectores como la industria farmacéutica, la de plástico y bolsas de poliprolieno, la del vino, la fábrica de autos eléctricos y la producción de etanol son intensivos en el uso de equipamiento moderno y una constante capacitación.

El empresario destaca la nueva norma que libera del IVA a las importaciones, algo que a su criterio va a permitir la renovación de equipos y con ello la modernización de varias industrias, aspecto fundamental si se busca innovar en los procesos de producción.

Antelo resaltó que para superar las cifras de la minería e hidrocarburos -que principalmente se dan por efecto precio- el agro necesita de biotecnología para lograr mayores rendimientos y competir con mercados vecinos como Argentina, Brasil o Paraguay.