En primera instancia, la delegación boliviana propuso que las organizaciones civiles queden fuera de la mesa directiva del Acuerdo de Escazú, pero luego retrocedió.
Fuente: paginasiete.bo
Página Siete Digital
Representantes de la sociedad civil rechazaron la postura del Gobierno en la Primera Conferencia de las Partes (COP) efectuada en Chile desde el miércoles. Advierten que la delegación boliviana busca reconocer sólo a organizaciones cívicas y sociales afines al gobierno.
“Lo que ha sido obvio de la posición de Bolivia es que solamente va a reconocer a la sociedad civil, movimientos indígenas y sociales afines al Gobierno, por eso hubo crítica hacia la posición de Bolivia”, manifestó a Página Siete Digital la activista Carmen Capriles.
La representante del colectivo Reacción Climática, que estuvo presente en el encuentro, manifestó su rechazo a que la representación del país se oponga en primera instancia a la participación popular en la toma de decisiones relacionadas al medio ambiente, aunque después retrocedió.
La delegación de Bolivia propuso que la sociedad civil quede fuera de la mesa directiva del Acuerdo de Escazú.
“El punto más controversial fue el hecho que Bolivia proponía sacar al representante del público de la directiva del acuerdo de Escazú, porque lo que hace el acuerdo es garantizar que la sociedad civil o el público pueda participar en la toma de decisiones”, indicó.
En esa línea, la activista cuestionó: “Si no podemos practicar dentro de la COP este derecho, ¿Cómo lo vamos a practicar en los diferentes espacios?”.
Remarcó además que Bolivia recibió también un llamado de atención en un encuentro anterior: la COP de Minamata.
«Hay compromisos a nivel internacional y que no los cumple en casa. En ese sentido, tenemos la COP de Minamata bajo el compromiso de reducción de importación de mercurio y de su uso en la pequeña minería; sin embargo, hemos visto cómo los números de importación han crecido en los últimos años, al igual que la producción de oro. Y ya a Bolivia se le llamó la atención por no cumplir este tratado»
El jueves, numerosas organizaciones de la sociedad civil emitieron un pronunciamiento en el que rechazaron la posición de la delegación boliviana respecto a las reglas de procedimiento del Acuerdo de Escazú, que mientras circuló a la espera de nuevas adhesiones, el Estado boliviano rechazó de manera parcial.
“De manera absoluta, no nos sentimos representados por esa posición de la representación del Estado boliviano ante la COP 1 de Escazú, que implicaría un lamentable retroceso y una distorsión del espíritu del acuerdo, en cuyo proceso de construcción se logró la participación activa y se incorporaron las propuestas de la sociedad civil”, indica un manifiesto.
Del mismo modo, destacan los avances logrados con el Acuerdo de Escazú, “que impulsan y promueven una mayor implicación de la sociedad civil en decisiones sobre asuntos ambientales”, indica parte del segundo punto del pronunciamiento.
Este acuerdo regional en temas ambientales busca garantizar el acceso a la información, impulsa la participación pública en la toma de decisiones, exige el acceso a la justicia para líderes indígenas y plantea su protección frente a las amenazas.
Fue adoptado el 4 de marzo de 2018 en la ciudad de Escazú, en Costa Rica, y entró en vigencia hace un año. La COP1 se llevó a cabo desde el miércoles de esta semana en Chile.
Fuente: paginasiete.bo