Yaku Pérez: «Creo que se enfriaron las relaciones Evo-Arce y pronto habrá ruptura»

El excandidato presidencial en Ecuador critica a la “izquierda estalinista” de la región y también al “capitalismo salvaje”.

 



Fuente: paginasiete.bo

Mery Vaca / Página Siete

Yaku Pérez Guartambel fue candidato presidencial en Ecuador y estuvo a punto de llegar a la segunda vuelta en 2021. Es un indígena kichwa kañari, con amplia trayectoria académica que promueve un movimiento ecofeminista en defensa del agua y de la mujer. Fue uno de los más duros oponentes al gobierno de Rafael Correa y, según cuenta, estuvo preso seis veces por su lucha.

La semana que concluye estuvo en Bolivia buscando alianzas con líderes sociales y políticos ecologistas, dando conferencias en universidades públicas y haciendo un recorrido por comunidades indígenas y por el lago Poopó, donde dice haber sentido mucha tristeza.

¿Por qué la tristeza?

La tristeza me da porque tenemos a un lago moribundo, el lago Poopó, que tiene como  un cáncer terminal. Ver que hay pueblos pescadores que dejaron de ser pescadores y haber sido desplazados, algunas mujeres que quedaron ahí ya no son pescadoras, confeccionan artesanías, pero dice que ni les compran, vienen a La Paz y no venden, y a veces no tienen con qué dinero pagar el colectivo para regresarse a su pueblo. Ver que el Titicaca va por el mismo camino, lleno de metales pesados, convertido en vertedero, en un basurero fruto de la crisis civilizatoria, del extractivismo rentista, de ese consumismo infinito, de este capitalismo que nos va a llevar al precipicio, a este colapso planetario.

¿Está buscando replicar su proyecto en Bolivia o unir lazos con algún proyecto similar?

No sería malo una articulación política que esté basada en el cuidado del planeta, en el cuidado del agua, de los territorios, de la biodiversidad. Esta visión incluso rebasa el binarismo clásico europeo y colonial de izquierda y derecha. Yo no reniego de la izquierda, pero no de aquella izquierda estalinista ortodoxa, y para nada me acero al capitalismo salvaje y bestial. Y digo que rebasa porque el planeta debe ser respetado, reconocido y venerado absolutamente por todos. El cuidado del Poopó, del Titicaca, del Chacaltaya, que ya no existe, del Salar de Uyuni, no tiene que ser una preocupación solamente de los bolivianos, sino de todos. Somos un mundo holístico, integral, por eso es necesaria una articulación global en defensa de la vida, en la defensa de las fuentes naturales.

¿Usted ha encontrado condiciones para que surja ese nuevo proyecto en Bolivia?

Muchas condiciones, desde las geográficas, las cosmovivencias, hasta diferentes epifanías expresadas por intelectuales, investigadores de acá, por jóvenes universitarios con los que he podido dialogar y que tienen mucha conexión entre las luchas femeninas, las luchas ecológicas, las luchas de los pueblos indígenas, las luchas de una auténtica democracia, las luchas de la ética. Estas manifestaciones tienen que irse articulando, uniendo, esa es la idea. Nosotros, sin recursos desafiamos a la chequera del progresismo autoritario y corrupto y de la derecha neoliberal. Planteamos la tercera vía, del ecofeminismo, la vía de la honestidad, del comunitarismo y de la democracia auténtica, y eso caló tan hondo y por eso llegamos a ganar en 14 de las 24 provincias, mientras que el actual Presidente ganó en dos, y así con el fraude impidieron que pasemos a la segunda vuelta.

¿Con quiénes se reunió en Bolivia?

Líderes sociales que están luchando por la defensa de sus territorios, algunos que han estado activando la defensa del Tipnis, me he reunido con defensores de los derechos humanos, con Amparito Carvajal, 25 líderes, autoridades en materia de DDHH, de derechos de la naturaleza, con activistas, con ONG que están preocupadas por la violencia, feministas, escritores, intelectuales, y algunos parlamentarios que se identifican como ecologistas. Hay una simbiosis que permite pensar y sentir algo similar.

¿Lo que une a este proyecto es el ecologismo y el feminismo?

El ecologismo, el feminismo y también las luchas indígenas, pero las auténticas. Aquellos que reivindican la libre determinación, las autonomías, el consentimiento previo, libre e informado, el agua como un derecho humano y la naturaleza como sujeto de derecho; y que reivindican los bienes comunes, la democracia, las libertades, la reconciliación con la madre naturaleza y la reconciliación con sus hijos.

¿Por qué los electores deberían creer en un proyecto de este tipo si ya probaron con los gobiernos progresistas y no les fue bien?

Para que se elimine el maltrato a las mujeres no es suficiente tener una mujer de presidenta, para que se respeten los derechos colectivos de los pueblos indígenas no es suficiente tener a un presidente indígena; se necesita  que ese indígena, joven, sindicalista, tenga algunos principios básicos, uno ser feminista, ecologista. Voy a contar una anécdota, en la primera publicación de mi libro Justicia indígena, yo valoraba, reivindicaba y ponía todas mis energías de esperanza en Evo Morales, dije que va a ser otro Benito Juárez, pero viendo lo que pasaba, en la segunda edición y en la tercera tuve que eliminar esas líneas que escribí. La Conamaq estaba fracturada, pero dije, no puede ser, ustedes tienen un presidente indígena… y ellos me hacían conocer toda la persecución que sufrían, una ONG grande que trabajaba por los derechos colectivos también estaba perseguida, los que hacen actividad de derechos humanos igual, los hermanos defensores de la Amazonia, del Tipnis. No cabía en mi lógica que alguien, viniendo del movimiento indígena, pudiera hacer esto. Después fui entendiendo porque me decían que Evo más que indigenista era sindicalista, pero ser sindicalista no es malo, lo malo es no entender la dimensión de la filosofía andina, los principios de la ciencia ecológica. No hay que despreciar eso, pero tampoco pensar que los indígenas solo por ser indígenas somos superiores, no, ni más ni menos. Solo somos distintos.

Ya que lo menciona, ¿en qué cree falló Evo?

Algo que les ha conectado y tiene similitudes con los presidentes progresistas es el extractivismo rentista. Una de las causas para que se esté secando el lago Poopó es que hay 160 proyectos mineros en las marginales. La tragedia del Cerro Rico de Potosí, transformado en el pueblo más pobre de Bolivia y eso mismo lo que pasó en Potosí está pasando en San Luis de Potosí en México, y en Cajamarca, y en cerro de Pasco y en las Bambas en Perú. Sumado a ello, el autoritarismo, eso me hace recordar a las pugnas soviéticas, donde se encarcelaba, se mandaba a poner un bozal para que no hablen y toda esa forma de persecución, criminalización. Yo he estado seis veces encarcelado por defender el agua, no por corrupción, no por delinquir, sino por defender el agua. Entonces, extractivismo, corrupción, autoritarismo, falta de democracia, falta de libertades y falta de conexión con los pueblos y la naturaleza les llevó a estos gobiernos a cosechar lo que sembraron.

Pérez con dos integrantes de su movimiento. Foto: Carlos Sánchez / Página Siete

Países como Bolivia viven del extractivismo, ¿cuál sería el modelo económico que usted propugna?

Como vivían antes.

Pero las economías han cambiado, la cantidad de población, las necesidades alimenticias.

La cantidad de población y las actividades antrópicas llevaron a que esa gigante civilización maya sea aniquilada, los celtas en Europa sean aniquilados, hay que pensar en nuestros hijos. Hoy estamos tomando agua del futuro, agua que no nos pertenece a nosotros, sino que pertenece a nuestros hijos. Cuál es la alternativa, aquí en el altiplano se podría sembrar y cultivar la quinua y con la quinua se combatiría la desnutrición infantil, el hambre no solo en Bolivia, sino en el mundo. A mí me preguntaban, “tú llegas a la presidencia, cierras la válvula, se van las petroleras, las mineras y de qué vivimos”, pero hay una transición, donde ya están los pozos petroleros extrayendo, que continúen, pero ya no abran más pozos petroleros. Donde están las mineras, continúen, pero en ese territorio no invadan el resto. La apuesta es la agroecología, el turismo. Costa Rica renunció al extractivismo y es un país que vive del turismo, España vive del turismo, Francia, Italia, el turismo es una industria sin chimenea que puede ayudarnos muchísimo. Ustedes tienen el Titicaca que es mágico y tanta riqueza arqueológica y cultural  creo que hay que apostar por ello.

¿Qué opina sobre la reconfiguración de las fuerzas de izquierda en la región, donde están surgiendo figuras más democráticas como Boric?

Si eso es así, qué bueno. Yo quisiera equivocarme, pero Boric cuando estuvo de diputado  pactó con la derecha y con un pueblo que estaba en las calles y de manera inconsulta, me parece un grave error. Ojalá ahora cambie, pero me han dicho que ahora es admirador del exvicepresidente de Bolivia, que está asesorando en Chile.

¿Usted cree que se está equivocando al recibir asesoramiento de García Linera?

Más que equivocando, creo que gente que causó daños acá, llevar eso a un nuevo país… Es como la presidenta de Honduras, que dice que va a recibir las buenas prácticas de Correa. Se me eriza la piel, cuáles prácticas, 70 mil millones de dólares que se feriaron en su gobierno, que concesionó los principales puertos marítimos de Ecuador… ¿esas son buenas prácticas? Me causa tristeza por el pueblo de Honduras, que esas prácticas pueda llevar allá.

¿Usted ya no cree en ninguna tonalidad de izquierda, sino que plantea un nuevo proyecto que, por lo que lo escucho, es más radical que estas izquierdas?

Sin duda. Y radical no es malo, radical significa ir de raíz. Lo malo es ser fundamentalista, ortodoxo, dogmático, no permitir disentir, debatir, discutir, eso es malo. En temas de la vida tenemos que ser radicales, no podemos decir, usted quiere una vida digna o una vida indigna. En temas de ecología no hay medias tintas. Ojalá Boric pueda hacer un buen papel, ojalá Gustavo Petro pueda reivindicar tanto desangre en Colombia y la política de la vieja derecha reaccionaria. Si ese proyecto ayuda a aliviar seré el primero en reconocer. Al mismo gobierno de aquí de Bolivia, si Arce, si Choquehuanca empiezan a escuchar, a abrir el corazón y a escuchar a otros sectores sociales del país y cierran las válvulas de la corrupción y paran el extractivismo y dan un giro decolonial hacia la transición ecológica, seré el primero en reconocer. No tengo la suerte de conocer a ninguno de ellos, a pesar de que Choquehuanca cuando fue canciller me invitó a reunirme en Quito y yo le dije que mientras siga intentando arrasar con el Tipnis, no gracias, no es un tema personal, sino ideológico.

Ya que menciona el tema de Arce, ¿cuál es su percepción de su gobierno?, ¿cree que sigue siendo el delfín de Evo o cree que está marcando distancias?

 Tal vez peque por precipitarme en mis interpretaciones, pero creo que ya están enfriadas las relaciones entre Evo y Arce y pronto habrá una ruptura. Eso pasa, no es de extrañarse, ahí está el caso de Correa-Moreno, o cuando se dio la revolución mexicana, aparecieron tres grupos. Aquí creo que va a haber una ruptura por dos liderazgos, salvo que depongan sus intereses personales y piensen un proyecto que pueda enderezarse, aunque muchos me dicen que eso es inderezable, irreconciliable. Tengo esperanza que nazcan otros liderazgos, van a nacer otros liderazgos y ojalá de jóvenes, ojalá de mujeres, ojalá puedan venir desde el MAS o de fuera del MAS, otros liderazgos que tengan estos enfoques ecofeministas más democráticos, más comunitarios.

¿Cuál es su opinión del ataque de Rusia a Ucrania?

Una masacre del gobierno de Putin, que está desangrando a ese pobre pueblo de Ucrania, más allá de quien los represente, si está alineado a los europeos, a la OTAN, a los yanquis, por qué tiene que pagar las consecuencias de esto un pueblo inocente, el pueblo ucraniano. Y lo más triste es que la izquierda decide solidarizarse con Putin, un dictador sanguinario, una tristeza que me da.

Bolivia en la última votación en la ONU no solo se ha abstenido, sino que apoyó a Rusia. ¿Qué le dice a usted esa posición?

Me entristece, me cuesta aceptar, ahí voy a recurrir a Jean-Paul Sartre, que decía que guerrean los ricos y mueren los pobres, es una tristeza.

 

HOJA DE VIDA

  • Funciones Excandidato presidencial en 2021, exprefecto de Azuay, fue dirigente de las organizaciones indígenas CAOI y Ecuarunari.
  • Académico Doctor en jurisprudencia. Escribió diversos libros sobre derechos indígenas y defensa del medioambiente en su país.

Fuente: paginasiete.bo