En cuatro años, los depósitos en bolivianos bajaron en 2,4%

Un experto dice que ello es efecto de que la población aún no termina de asumir que la economía está mejorando. Descartó una eventual devaluación de la moneda.

 



Fuente: Página Siete / La Paz

Un informe de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) da cuenta que los depósitos en bolivianos registraron un ligero descenso de 2,4% entre 2018 y mayo de este año, mientras que los ahorros en dólares crecieron en similar porcentaje. Un experto recomienda al Gobierno acelerar la inversión pública.

Los depósitos en moneda boliviana llegaron a 85,2% en lo que va del año. Este indicados muestra un descenso gradual desde 2018, cuando alcanzó el 87,6% del total de los depósitos (en moneda boliviana y extranjera) registrados en el país.

En cambio, los ahorros en moneda extranjera, como dólares, subieron en el mismo porcentaje hasta colocarse en el 14,8% hasta mayo de esta gestión, según el documento las Principales Variables del Sistema Financiero presentado por la ASFI.

El analista económico Alberto Bonadona supone que esta reducción se debe a que la actividad económica no está yendo al paso que se suponía o que las personas están cambiando sus ahorros en dólares.

“Lo que debe hacer el Gobierno para evitar esto (la caída de los depósitos en bolivianos) es conseguir recursos externos y están disponibles en cualquier entidad multilateral que puede facilitar el dinero que Bolivia necesita”, afirmó.

Otro de los factores que mencionó el experto es que la gente “no acaba de confiar en que la economía se está recuperando, porque lo está haciendo pero no al paso que se debería ser”.

También descartó que el Gobierno vaya por una devaluación del boliviano porque esto “podría resultar un suicidio político”.

“En estos momentos, no hay razón para temer una devaluación en la forma en que la gente está pensando. Lo que diría es que hay un temor influenciado o alentado por otras entidades o economistas”, complementó.

Para que se produzca una devaluación, el país debería estar atravesando por una “gran inflación y eso no se avizora ni en el próximo horizonte”, acotó y agregó que, en caso de que se produzca, se eliminaría la bolivianización y “se derrumbaría toda la economía”.

Pero insistió en que los indicadores nacionales no demuestran que vaya a suceder una situación tan complicada y explicó que hay cierta recuperación de las reservas, de la demanda interna, además que existe la posibilidad de continuar con una balanza comercial favorable –en parte gracias a la guerra en Ucracia-.

“Diría que la gente comenzaría a asustarse porque no ve un gran empuje en la economía”. El informe de la ASFI también da cuenta que la liquidez bajó a un 58%, uno de los indicadores más bajos desde 2005.

“La gente –acotó Bonadona- lo que está haciendo es sacar plata de su cuenta corriente, disminuye la liquidez de los bancos, y los guarda en su colchón o los saca del país. Entonces, por supuesto que habrá una disminución de la liquidez”.

Para revertir ello, sugirió que el Gobierno acelere la inversión pública y para ello se presté dinero a través de la emisión de bonos y operaciones de mercado abierto. “Esto va a generar una actividad económica pero debe hacerlo rápido”.