Canadá prohíbe la importación de armas cortas tras anuncio del fin de las ventas

Armas de fuego confiscadas en el paso fronterizo de Windsor por las autoridades canadienses, Windsor, Ontario, 28 de junio de 2022
Armas de fuego confiscadas en el paso fronterizo de Windsor por las autoridades canadienses, Windsor, Ontario, 28 de junio de 2022 © Emily Elconin / Reuters

A partir del viernes, el gobierno federal canadiense prohíbe la importación de armas cortas, como revólveres y pistolas. Se espera que la legislación se apruebe tras un proyecto de ley presentado en el Parlamento que prohíbe la venta de este tipo de armas. Las autoridades quieren luchar mejor contra la violencia que afecta a grandes ciudades como Montreal o Toronto. Aunque muchos celebran esta medida, otros la consideran ineficaz porque la mayoría de las armas en circulación son ilegales.

Con Pascale Guericolas, corresponsal de RFI en Canadá



Fuente: Radio Francia Internacional

En las semanas siguientes al anuncio de la próxima congelación de las ventas de armas de fuego, los compradores se apresuraron a acudir a las tiendas especializadas para abastecerse. El gobierno encontró una forma de frenar las ventas. Ha introducido la prohibición de importar armas cortas, para satisfacción de Nathalie Provost. Esta superviviente de un asesinato masivo en 1989 en Montreal es una activista de la asociación Poly Recalls.

«Los conservadores rechazaron la posibilidad de limitar las compras a la espera de la aprobación del proyecto de ley. Así que tuvimos que buscar otra solución”, explica.

Canadá produce muy pocas armas cortas, por lo que prohibir su importación equivale a prohibir su comercio. Para Michael Ward, este tipo de venta representa casi un tercio de la facturación de su comercio:

«Hay armas que están en tránsito y que no son aceptadas en la aduana. Y las pagamos por adelantado, somos una pequeña empresa familiar. Perder miles de dólares es un problema”, dice a RFI.

Según este empresario, y muchos practicantes del tiro, este tipo de medidas no tendrán ningún efecto sobre la violencia en las grandes ciudades. La mayoría de las armas utilizadas son ilegales, a menudo introducidas de contrabando desde Estados Unidos.