Con quemaduras de entre primer y cuarto grado, decenas de pequeños luchan por su recuperación en el Hospital del Niño de La Paz. La causa más común de su llegada hasta la Unidad de Quemados son los accidentes en casa, atribuidos a descuidos.

“Llegan niños por quemaduras de aceite, de agua hirviendo, unos tantos por explosión de la garrafa de gas que también es obligación de los padres ver en qué estado están sus garrafas, las conexiones; la mayoría de los casos llegan por esas situaciones”, explicó a La Razón la trabajadora social del Hospital del Niño, Fresia Saravia.

La Unidad de Quemados de ese hospital de tercer nivel de la ciudad de La Paz cuenta con 11 camas. Estas se encuentran constantemente ocupadas por niños que sufrieron quemaduras por algún accidente doméstico, en la mayoría de los casos la recuperación es larga.

“Un paciente quemado es un paciente que implica largo tiempo de internación. Las quemaduras dejan secuelas importantes en diferentes extremidades que hasta pueden condicionar que un niño, que era sano y que no tuvo la supervisión adecuada de sus padres, pueda llegar a tener hasta una discapacidad”, enfatizó.

ACCIDENTES

Los especialistas del hospital realizan tratamientos curativos, empero, existe otra institución que se encarga del tratamiento de secuelas por quemaduras de los pacientes.

“El tema de la rehabilitación la hacen en el Cerequem, que es un centro privado; pero que también cuenta con trabajadora social que puede hacer el estudio y hacer que el paciente mejore su condición y calidad de vida posterior a un accidente producido por quemaduras”.

La funcionaria explicó que los padres de familia deben tener bastante precaución con las conexiones eléctricas y de gas licuado de petróleo u otros aspectos, para evitar tragedias.

“Lamentablemente el mayor porcentaje es por omisión en los cuidados y ¿Qué dice la ley? Se entiende como maltrato por omisión en los cuidados”, señaló Saravia, quien informó que ante este tipo de casos la obligación de los galenos es dar parte a las autoridades.

QUEMADURAS

Uno de los casos más recientes es el de Patrick, de dos años, quien fue internado en el Hospital del Niño la madrugada del 26 de marzo proveniente de la población de Quime. En el caso del menor, las quemaduras alcanzan al 50% de su cuerpo.

“La superficie corporal quemada que tiene ese niño es del 50% y más, es incompatible con la vida o sea realmente la está peleando frente a la edad que tiene. Los papás tienen que tener cuidado pese a vivir en condiciones precarias”, lamentó la funcionaria.

El pequeño cayó de manera accidental dentro de una olla con agua hervida, en el restaurante en que trabajaban sus padres. Actualmente Patrick está internado en el Hospital del Niño, en la Unidad de Terapia Intensiva y su recuperación es lenta pero favorable, según los especialistas.

La funcionaria exhortó a los padres de familia a ser siempre observadores con las conexiones de gas y eléctricas. Asimismo, al momento de preparar los alimentos mantener a los niños alejados de las hornillas, toda vez que la curiosidad de los menores culmina en quemaduras.

“Por más que vivan en condiciones precarias uno tiene que por instinto cuidar a los niños. Cuando pone la olla a hervir, ver que los niños estén alejados y con cuidados básicos; pese a las condiciones de habitabilidad los papás tendrían que tener precaución, por eso por la omisión en muchos casos los tenemos que remitir a la Defensoría, lamentablemente”, señaló Saravia.