Activistas en DDHH sugieren a maestros buscar alianzas y recurrir a la denuncia internacional

La huelga de hambre ya se instaló en dos ocasiones y hasta el momento no lograron avanzar en sus negociaciones

IMG-20230502-WA0082Profesores tapiados. Foto: ANF.

Fuente: ANF

La Paz.- Marina Vargas, exvicepresidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, y Franco Albarracín, activista en derechos humanos,  censuraron la acción del Gobierno que recurre al desgate de la movilización del magisterio y recomendaron a los educadores buscar alianzas con otros sectores y acudir a la denuncia internacional como nueva medida de lucha frente al desidia del Ejecutivo.



“Yo creo que sí habría que cambiar los métodos y mecanismos de protesta asumiendo tal vez otros mecanismos que utilizan a nivel internacional en países donde hay dictadores o gobiernos autoritarios, a esto se llamaba ‘movimientos de resistencia no violenta’ que combinan el uso de las tecnologías, el discurso prodemocrático por los Derechos Humanos”, afirmó el activista y abogado Franco Albarracín a la ANF.

Los maestros ingresaron al tercer mes de protestas, pero no llegan a un acuerdo con el Gobierno sobre los ítems de nueva creación, pago de horas adeudadas por el Gobierno y la suspensión de la aplicación de los nuevos contenidos del currículo educativo. En ninguno de esos casos hubo un acuerdo, cualquier ofrecimiento gubernamental fue poco para los maestros que acudieron a la huelga de hambre, la crucifixión y el tapiado de dirigentes nacionales.

Para la exvicepresidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, existen otros temas que hacen a la lucha de los maestros, como es los aportes a las AFP y la Gestora Pública que el Gobierno implementó este martes, pese a las protestas, aseguró que el Ministerio de Educación está apostando al cansancio de las movilizaciones.

“Eso es lo que está buscando, quiere cansar a los maestros para que levanten su medida, se vayan y se aplique esa malla curricular que el Gobierno ha elaborado; el sistema de pensiones es otro tema del conflicto del magisterio, también el tema de la Gestora Pública. Entonces, siento que el Gobierno quiere arrinconar a los maestros y a cualquier otro sector”, dijo Vargas.

En ese marco, la activista dijo que, ante la apatía del Ejecutivo, los maestros deben recurrir a alianzas con otros sectores para masificar su protesta y obligar a una negociación que permita escuchar finalmente las demandas que tienen.

Albarracín sostuvo que, en estos tiempos aparentemente, los métodos de lucha deben cambiar porque el Gobierno se ocupó de tomar el control de todas las instancias del Estado, como la justicia, la Policía y varios medios de comunicación que se ocupan de invisibilizar las demandas de distintos sectores.

El lunes 24 de abril, los maestros rurales iniciaron una marcha denominada “marcha por la vida” y tenían previsto arribar a La Paz cinco días después, nadie, ni siquiera sus bases o sus colegas del magisterio urbano acudieron a recibir a la marcha y jamás se supo si la misma concluyó en la sede de Gobierno.

“Por ejemplo, las huelgas de hambres hoy en día, si bien son simbólicas, si bien se reconoce su importancia histórica y simbólica son completamente ineficaces, porque no generan empatía en la población, pero tampoco empatía ni malestar en las propias autoridades. Si una persona fallece en una huelga de hambre, le importa poco o nada al ministro. Ya no generan ese efecto de impacto que generaba evidentemente en los años 80”, recordó Albarracín.

El 29 de marzo, los maestros iniciaron la primera medida extrema de la huelga de hambre con 34 dirigentes a nivel nacional; el 15 de abril suspendían su medida sin haber conseguido el objetivo que habían trazado. Diez días después, nuevamente los educadores reinstalaron la huelga de hambre y, ante la desidia del Gobierno, tres de los dirigentes nacionales se tapiaron el 1 de mayo.

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