Un poco más de 300 mil empleos tiene relación laboral, es decir son formales y gozan de lso beneficios sociales.
La economía informal gana terreno y los gobiernos no plantean políticas para generar empleos formales.
La informalidad llegó al 87% y la formalidad apenas 17%. El desempleo cada día va creciendo, pero el Gobierno asegura que la ocupación va en aumento, debido al crecimiento del comercio. Después del cierre de Aassana y Sabsa, además de crear una empresa estatal, los trabajadores lamentan que la Central Obrera Bolivia (COB) no tiene razón de ser, pues en vez de asegurar el empleo se ocupa de aumentos salariales que no llega a la mayoría.
El pasado 1 de mayo, los discursos en favor de los trabajadores de todos los sectores, en especial del público, no se escatimaron palabra alguna para resaltar la labor y el sacrificio que realiza y las políticas que implementan.
Autoridades, en sus declaraciones a la prensa, indicaron que las empresas estatales generan más de 800 mil fuentes de trabajo a comparación del sector privado, que llega a sólo 88 mil, pero las declaraciones no mencionan datos de la formalidad o informalidad.
También declaró que hay más de 338 mil trabajadores registrados en el ministerio de Trabajo, con relación laboral. El dato que puede dar el INE es mucho más amplio porque es población ocupada, no siempre tiene una relación laboral y por eso estamos con casi 2 millones de personas, un poco más.
Al respecto de las declaraciones de la ministra de Trabajo, Verónica Navia, el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, preguntó sí la cifra de fuentes laborales son trabajos o empleos.
“Ya que se hablaba en el Presupuesto general del Estado (PGE) 2023 de alrededor de 600 mil dependientes del Estado cuyo presupuesto es más de 47 mil millones de bolivianos. Entonces, los trabajadores del estado son muchos más o la ministra desconoce las cifras de cuanta gente trabaja para el mismo; se debe aclarar cuanta gente y el presupuesto”, cuestionó.
En su momento, los economistas ya criticaron el dibujo libre de los datos que manejan las autoridades, pues no son confiables ni transparentes, por ello plantearon que sean publicados de manera permanente.
Dato
Para Romero un dato llamativo es que las empresas estatales generan 800 mil empleos y el sector privado solo el 11%, es decir 88 mil empleos, pero según la ministra sólo hay 338 mil trabajadores con una relación laboral, es decir un empleo formal.
“En otras palabras, solo el 5% de nuestra población Económicamente Activa (PEA) (6.741.642 personas) tendría empleo con contrato y el 95% sería parte de la economía informal, esto haciendo un análisis con los datos de la ministra de trabajo y del INE”, según los cálculos elaborados por el economista.
“Se supone que la empresa privada tiene a todos sus dependientes registrados en el Ministerio de Trabajo, entonces de los 338 mil que indica la ministra, esto sería un 26% de ese total, entonces el saldo, 74% serían dependientes del sector público”, analizó.
Hay 250 mil trabajadores (74%) que son dependientes del Estado, pero cuántos del gobierno central, departamental, municipal, otros, no se sabe a ciencia cierta, apuntó.
“Supongamos que esos 250 mil dependen todos de las empresas públicas estatales, entonces solo un 31% tiene un relación laboral registrado en el ministerio, es decir son formales y legales, entonces el resto? Bajo que condición trabajan? Más sombras que luces sus declaraciones (de la autoridad)”, reflexionó Romero.
La semana pasada, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Jaime Ascarrunz, informaba que el aumento salarial sólo alcanzaría para el sector formal, es decir 15%, ya que el 85% está en el sector informal, y ellos deberán hacer sus estratégicas para aumentar sus ingresos, y una forma de ello es el incremento de productos.
Todos los sectores empresariales lamentaron la decisión bilateral de aumentar el salario sin considerar la participación de los empresarios para fijar una posición, en un momento complicado por la escasez de dólares, así como bolivianos.
COB
A raíz del reiterado apoyo de la COB a la gestión del Gobierno, las críticas no se dejaron esperar y las redes sociales explotaron por el sueldo que ganaría el principal ejecutivo de la entidad trabajadora, pues pasaría los 30 mil bolivianos mes sin trabajar, mientras las bases estarían con sueldos de sobre vivencia.
Pero la mayoría de los dirigentes de las empresas estatales tienen sueldos altos, y están en comisión desde hace muchos años.
Además, los críticos de la COB señalan que la entidad ya no tiene razón de ser pues solo defiende a sectores privilegiados, y se olvidaron de los trabajadores, como lo que ocurrió con Servicios de Aeropuertos Bolivianos S.A. (Sabsa) y de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana), que no recibieron el respaldo y fueron cesados y ahora esperan que se les cumplan sus beneficios sociales.
Los fabriles ya salieron hace unas semanas atrás por las complicaciones en sus fuentes laborales, y la COB no dijo nada; recientemente, los maestros en protestas por nuevos ítems y anulación de la malla curricular, pero tampoco fueron apoyados, mas todo lo contrario, dieron la razón al Gobierno.
Por ello, con el incremento salarial terminó la negociación, y como aliada del gobierno no dice nada de la Gestora, a pesar de que son aportes privados, el Gobierno ya tomó posesión de los fondos.
Comercio
A falta de fuentes de empleo, las personas engrosaron el mercado informal, a través del comercio o el contrabando, pero recientemente se cesó a trabajadores del banco Fassil, que llegan a más de 4.500 personas.
El Gobierno destaca que la ocupación va en aumento, pero ya no habla de empleo, pues una comerciante de dulces es una persona ocupada, pero no goza de los beneficios sociales.