El hijo del periodista preso José Rubén Zamora denunció que el gobierno de Giammattei controla el sistema judicial de Guatemala

José Carlos Zamora dialogó con Infobae sobre el veredicto que se dará a conocer el 14 de junio, advirtió que el reportero de 66 años vive en condiciones precarias en la cárcel Mariscal Zavala y estimó: “Lo más probable es que condenen a mi padre”

Rafael Blasi

Foto de archivo de José Rubén Zamora junto a su hijo José Carlos Zamora en una audiencia judicial en Ciudad de Guatemala (Edwin Bercián/EFE)Foto de archivo de José Rubén Zamora junto a su hijo José Carlos Zamora en una audiencia judicial en Ciudad de Guatemala (Edwin Bercián/EFE)

Fuente: https://www.infobae.com



El periodista José Rubén Zamora Marroquín, fundador del prestigioso medio elPeriódico, se encuentra en prisión desde hace 10 meses en Guatemala acusado de lavado de dinero, chantaje y asociación ilícita. Luego de 28 días de juicio, el próximo 14 de junio se conocerá el veredicto: el Ministerio Público (Fiscalía) pidió que se impongan las penas máximas de cada delito y sea condenado a 40 años de cárcel.

Su hijo mayor, José Carlos Zamora -que también es periodista-, conversó con Infobae y acusó al gobierno del presidente Alejandro Giammattei de manipular el sistema judicial para obtener la condena rápidamente por razones políticas antes de las elecciones generales que se celebrarán este 25 de junio. “Lo más probable es que condenen a mi padre. Giammattei por supuesto dice que hay división de los poderes, que el poder judicial es independiente, pero la verdad es que hay una fachada democrática y él controla todos los poderes, y esa es una de las razones por la que este proceso ha sido tan acelerado”, lamentó.

Consideró que, si los jueces se apegan a la ley y son imparciales, su padre debería ser absuelto porque durante el juicio no se pudo comprobar nada en su contra. Y mencionó violaciones al debido proceso, como la negación de la introducción de pruebas importantes por parte de la defensa y la persecución de testigos.

Además, denunció que el reportero de 66 años -detenido el pasado 29 de julio, cinco días después de que su medio divulgara fuertes críticas por corrupción contra Giammattei- vive en “condiciones muy precarias” en la prisión de Mariscal Zavala y ha sufrido “mucha guerra psicológica” por parte de agentes penitenciarios que le niegan visitas, le cortan el agua o hacen violentas redadas en su celda.

José Rubén Zamora, acompañado por su hijo José Carlos, en la salida de un tribunal en Ciudad de Guatemala (Moises Castillo/AP)José Rubén Zamora, acompañado por su hijo José Carlos, en la salida de un tribunal en Ciudad de Guatemala (Moises Castillo/AP)

-¿Lo sorprendió que el Ministerio Público de Guatemala pidiera 40 años de prisión para su padre?

-Es una pena totalmente exagerada, inédita y ridícula. Y lo que se ha visto durante todo el proceso es lo que hace aún más obvio. Desde el momento de su arresto, esto es una persecución política a una voz crítica del gobierno de Alejandro Giammattei. Durante sus 30 años de trayectoria periodística, mi papá fue incómodo para el poder, y sobre todo en temas de corrupción, pero fue muy incómodo para la administración de Giammattei: en las primeras 144 semanas de su gobierno, elPeriódico y mi papá publicaron 144 investigaciones de corrupción. Por eso empezó la persecución.

Alejandro Giammattei ha estado atacando sistemáticamente a todas las instituciones democráticas de Guatemala durante su gobierno. Y ha perseguido a todos aquellos que considera oposición o voces críticas. Y en general el hilo conector de todos a los que ha perseguido es que de alguna u otra forma han colaborado en denunciar la corrupción. Así ha perseguido a periodistas, activistas o jueces y fiscales del más alto perfil en el país. El caso de mi papá es el caso de un periodista.

Pero todo el proceso contra mi padre ha sido el de un caso fabricado. Todo el proceso en sí ha sido una absoluta violación al debido proceso y dentro de eso llegó esta petición del Ministerio Público de 40 años de prisión que es ridícula y exagerada. Por darte un parámetro, uno de los casos más grandes de la historia reciente es el del gobierno del presidente Otto Pérez y su vicepresidente. Sobre ellos se logró documentar toda su corrupción con cuentas bancarias, jets, mansiones… Y en ese caso, que estaba tan bien investigado y documentado, el Ministerio Público pidió pidió 30 años de prisión. Entonces, solo esa comparación me parece sumamente fuerte. Y hay muchísimos casos más que te podría dar de ejemplo pero eso me parece un ejemplo clarísimo.

El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, en una fotografía de archivo (EFE/Esteban Biba)El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, en una fotografía de archivo (EFE/Esteban Biba)

-¿Cómo se desarrolló el juicio contra su padre? Él dijo recientemente que no se pudieron comprobar los cargos en su contra.

-Pues no se logró comprobar nada. El Ministerio Público no presentó ni una sola prueba contundente. Y las pocas pruebas que introdujo al proceso las consiguió ilegalmente. Luego, entre sus dos testigos clave uno no era idóneo, incluso lo expulsaron de la sala de audiencias, y el otro tampoco dijo nada concreto y toda su declaración fue en base a suposiciones. Entonces, de verdad, no tienen nada.

Tuvieron 10 meses para investigar con acceso a todo y no encontraron nada. Pero a la vez, durante la primera fase del juicio, cuando la defensa presentó el listado de pruebas que quería, rechazaron todas las evidencias importantes y no dejaron que se introdujeran al proceso.

-¿Por qué las rechazaron?

-Por ejemplo, el juez dijo que el testigo clave de la defensa -Alejandro Girón Lainfiesta- le parecía “muy extraño” y le pidió al Ministerio Público que le abriera una investigación. Entonces, por un lado, no aceptó la prueba y, por otro lado, persiguió a esa persona clave para la defensa, a quien le abrieron una causa paralela para hostigarlo. Ese testigo luego tuvo que ir a hacer seis declaraciones al Ministerio Público y fue tan presionado que en ese proceso decidió aplicar la ley de aceptación de cargos, que era lo que buscaban. Aceptó que había cometido algo ilegal, pero a pura presión. Y eso hicieron con varias personas durante el proceso.

-¿Qué podía demostrar ese testigo clave de la defensa?

-En sus declaraciones ante el Ministerio Público y en ese proceso paralelo, él declaró que hizo un negocio con mi papá y le pagó a través de dos cheques que permiten comprobar el origen lícito de los fondos y las fechas en que se recibieron. Es decir que tanto el testigo como la prueba eran clave para demostrar que no hubo lavado de dinero. Y el juez no solo no lo aceptó, sino que además pidió que el Ministerio Público lo investigara de oficio para asustarlo y hostigarlo.

Foto de archivo del periodista José Rubén Zamora Marroquín esposado en un tribunal de Ciudad de Guatemala el 8 de diciembre de 2022 (REUTERS/Josue Decavele)Foto de archivo del periodista José Rubén Zamora Marroquín esposado en un tribunal de Ciudad de Guatemala el 8 de diciembre de 2022 (REUTERS/Josue Decavele)

-La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) advirtió que por este caso también hay persecución a los periodistas del medio fundado por su padre, elPeriódico.

-Sí, porque los fiscales fueron creando varios casos paralelos, con mucha mala fe, por las dudas de que el caso original se caiga y tengan otros procesos para mantener en prisión a mi padre. Estos perseguidos son seis periodistas y tres columnistas. Y uno de los casos fue abierto porque dicen que mi padre es el cabecilla de una estructura criminal que junto con esos periodistas y columnistas se dedican a atacar a fiscales y jueces para obstruir la justicia. Una cosa absurda.

-¿No es posible el periodismo libre en Guatemala en este momento?

-Es posible y hay muchos periodistas que lo están haciendo, pero es sumamente peligroso. A mí lo que me impacta positivamente y me emociona es ver que todos los periodistas en Guatemala son más solidarios que nunca entre ellos y que están colaborando más que nunca para continuar haciendo periodismo y denunciando corrupción dentro de un contexto sumamente represivo.

-¿Qué cree que va a ocurrir el próximo 14 de junio cuando se lea el veredicto?

-Pues creo que lo más probable es que lo condenen. El gobierno de Giammattei por supuesto dice que hay división de los poderes, que el poder judicial es independiente, pero la verdad es que hay una fachada democrática y él controla todos los poderes y esa es una de las razones por la que este proceso ha sido tan acelerado. Un proceso judicial promedio en Guatemala lleva 10 años; el proceso en contra de mi papá es el más eficiente de la historia del país. Y la razón por la que lo hicieron tan rápido es porque el 25 de junio es la primera vuelta electoral y ellos quieren condenarlo antes de perder el poder.

Por otro lado, yo creo que si los jueces hacen bien su trabajo, apegados a la ley y siendo imparciales, deberían absolverlo y dejarlo en libertad inmediatamente. Pero la verdad es que el Estado ha tenido secuestrado a mi papá. Y ahora está en manos de un tribunal, que me parece interesante porque al final esa es la última línea de defensa de la democracia.

-¿Y considera que la justicia está siendo manipulada por el gobierno?

-Pues durante el proceso, hasta ahora, eso ha sido muy evidente.

-¿Cuál es la situación de su padre en la prisión Mariscal Zavala? ¿En qué condiciones se encuentra?

-Está en condiciones muy precarias pero está bien de salud y de ánimo. Está muy flaco, eso sí. Ha perdido como 35 libras (unos 15 kilos). Está aislado en su celda 23 horas al día. Tiene una hora de sol al día en la que lo dejan salir a caminar en un espacio que debe ser como de cuatro metros de largo por uno de ancho y luego está de nuevo encerrado, en una celda que tiene muy poca luz. O sea, todo está totalmente sellado y las paredes son bastante altas. Arriba tiene una pequeña rejilla donde le entra un poco de luz y aire. Y ahí tiene una pequeña cama, su baño, sus libros, una libreta y un lapicero. Eso es todo lo que tiene.

-¿Puede recibir visitas?

-Puede recibir visitas los martes y los sábados. Aunque eso también ha sido complejo por momentos, porque no hay ningún tipo de protocolo y es muy arbitrario. Porque, por ejemplo, si mañana leen esta nota y no les gusta, pueden negarle una visita de su esposa. También, por lo general, los días antes de las audiencias le cortan el agua -ha pasado hasta tres semanas sin agua- o le hacen ruido durante la noche para que no pueda dormir. Incluso en momentos donde está verdaderamente aislado han entrado a su celda con un equipo especial con perros a hacerle una redada por la madrugada. Es mucha guerra psicológica.

-¿Cómo vive su familia todo este proceso?

-Ha sido muy difícil. En especial la incertidumbre. Y este proceso ha sido muy incierto porque uno no sabe, uno nunca está seguro de cómo va a terminar. Y eso también es un poco frustrante, porque uno sabe cómo debería terminar si hubiera justicia. Pero al final pueden hacer lo que quieran y eso ha sido difícil. Y en un contexto en el cual mi papá, en sus 30 años de carrera periodística, ha sufrido varias veces distintos atentados o intentos de asesinato. Pero esto ha sido un ataque distinto.

-¿Por qué cree que el gobierno se ensañó así con su padre?

-Es difícil entender porqué tanto odio, resentimiento y saña. Es muy difícil de entender. Pienso que él y elPeriódico le parecen molestos y de ahí viene la persecución. Sé que les molestaron mucho todas las investigaciones que se hicieron y sobre todo algunas de las últimas que fueron muy contundentes.

También creo que viene de un escenario de los últimos 15 años donde hubo un gran esfuerzo en Guatemala por combatir la corrupción y fortalecer la democracia y el Estado de Derecho. Y en ese proceso, que tampoco fue perfecto, se vieron afectados muchos grupos corruptos que ahora lograron tomar el Estado y quieren vengarse de todos los que buscaron detenerlos y entre ellos está la prensa.

-¿Usted cree que esos grupos van a perder el poder?

-Yo creo que es muy posible.