Fuente: https://elpais.bo

La reanudación de la construcción del Hospital Oncológico de Tarija enfrenta nuevos obstáculos administrativos. La secretaria de Desarrollo Humano de la Gobernación, María Lourdes Vaca, ha criticado duramente a la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija (ALDT), acusándola de poner trabas innecesarias al exigir documentación que, según Vaca, ya debería estar entre los archivos del órgano legislativo.

Este proyecto, que lleva nueve años en marcha, ha sufrido múltiples retrasos, y ahora, a pesar de haber superado conflictos judiciales, su reactivación sigue siendo incierta debido a las demandas del legislativo.

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El Hospital Oncológico, que está bajo la responsabilidad de la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE), se encuentra paralizado desde diciembre de 2022. Hasta esa fecha, había logrado un avance físico del 55% y un avance financiero del 54,38%, equivalente a 88,6 millones de bolivianos. Sin embargo, problemas legales interrumpieron su progreso. Ahora, con los problemas judiciales resueltos, la Gobernación ha garantizado una contraparte de 20 millones de bolivianos para reanudar los trabajos.

A pesar de estos avances, Vaca denunció que la ALDT sigue pidiendo documentación sobre el proyecto, pese a que esta información ya consta en los archivos del órgano legislativo. Consideró un despropósito que, después de tantos años, sigan solicitando papeles que ya tienen, por lo que, advierte, es evidente que están jugando con la salud de la población.

La autoridad indicó que la urgencia por reiniciar la construcción del Hospital Oncológico es palpable, especialmente para los pacientes que dependen de estos servicios. Según Vaca, la falta de un centro oncológico adecuado obliga a muchas personas a viajar a otros departamentos en busca de atención médica.

Recursos: La Gobernación ha garantizado una contraparte de 20 millones de bolivianos para reanudar los trabajos

Vaca mencionó que nadie está libre de padecer una enfermedad tan grave, por lo que es necesaria esta infraestructura, “y no se puede permitir que la política juegue con la vida de las personas”.

Aunque la prioridad inmediata es reiniciar la obra, Vaca también advirtió que aún queda pendiente el equipamiento y la contratación del personal médico especializado que permitirá la operación plena del hospital, una vez esté concluido.

Los pacientes

Desde la sociedad civil, la organización Lazos Solidarios contra el Cáncer ha sido una de las más activas en la lucha por la construcción del Hospital Oncológico. Blanca Esquite, representante de esta organización, expresó la frustración de los pacientes y familiares que han estado esperando por años la finalización de esta obra.

Esquite enfatizo que el lema de su lucha es “Por los que se van, por los que estamos y por los que van a venir”, explicó que muchas personas que iniciaron esta lucha ya han fallecido, pero siguen presionando por las futuras generaciones.

Además de la preocupación por la reactivación del hospital, Esquite destacó otro problema urgente: la escasez de medicamentos oncológicos en Tarija, que afecta a los pacientes en tratamiento.

En esa línea, Esquite hizo un llamado a las autoridades para que prioricen el Hospital Oncológico y trabajen en conjunto para asegurar su próxima reactivación. Mencionó que es hora de dejar de lado los obstáculos administrativos y empezar a trabajar por la vida de las personas.

Sobre este tema, El País intentó conversar con algunos legisladores de la ALDT, sin embargo, estos han evitado pronunciarse.

Cabe mencionar que la construcción del Oncológico ha iniciado en la gestión 2016, pero deja en claro que es un reflejo de las dificultades burocráticas y políticas que enfrenta Tarija, mientras la población afectada por el cáncer crece.

Una obra que inició en diciembre de 2016

Cabe recordar que la UPRE había anunciado en el mes de marzo, que para abril de este año el proyecto del Oncológico ya iba a ser reactivado. Sin embargo, a casi dos años de su paralización, la obra aún no ha sido reiniciada.

La orden de inicio de este proyecto fue emitida el 2 de diciembre del 2016, su ejecución estaba prevista en 900 días calendario (dos años y medio), por lo que a julio del 2019 se cumplía este plazo y debía ser entregado provisionalmente. Sin embargo, se fueron firmando ampliaciones de contrato, a lo que se sumó la llegada de la pandemia, lo que ha representado mayores dificultades para la empresa, y en diciembre del 2022 la obra quedó paralizada.