El departamento del Beni enfrenta una crisis ambiental de gran magnitud debido a los incendios forestales que continúan propagándose, afectando no solo al medio ambiente, sino también a la salud pública y al desarrollo del proceso educativo.
Fuente: https://www.lostiempos.com
La intensa contaminación del aire, resultado del humo proveniente de los incendios, ha puesto en riesgo la integridad de estudiantes y docentes en varias regiones.
En respuesta a esta situación, la Dirección Distrital de Educación de Trinidad, en coordinación con el Servicio Departamental de Salud (SEDES) Beni, ha emitido una serie de recomendaciones para garantizar la seguridad de la comunidad educativa.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
A pesar de la grave situación ambiental, se ha decidido mantener la modalidad presencial en las Unidades Educativas y Centros de Educación Alternativa y Especial, basándose en los descensos significativos en los niveles de contaminación hasta el domingo 22 de septiembre de 2024.
No obstante, esta decisión está sujeta a revisión continua. Se espera que este lunes 23 de septiembre, la Dirección Distrital de Educación y el SEDES Beni se reúnan nuevamente para evaluar la calidad del aire y, en función de los datos actualizados, tomar las medidas necesarias para preservar la salud de los estudiantes.
Los incendios, que han consumido miles de hectáreas en el Beni, han dejado a su paso una estela de destrucción, afectando gravemente la flora, fauna y la economía de las familias campesinas. La densa humareda que cubre las principales ciudades, incluida Trinidad, ha ocasionado un aumento significativo en las consultas médicas por afecciones respiratorias, lo que pone en alerta a las autoridades locales.
El SEDES ha recomendado monitorear de cerca la evolución de la contaminación atmosférica, ya que las condiciones del aire pueden variar rápidamente debido a los incendios forestales que persisten en varias zonas del departamento. Mientras tanto, se insta a la comunidad educativa a seguir las medidas de precaución, como el uso de mascarillas y la restricción de actividades al aire libre en las horas de mayor concentración de humo.
La comunidad educativa, al igual que las autoridades locales, se encuentran en un constante análisis de la situación, evaluando el impacto de los incendios y la contaminación sobre el desarrollo académico y la salud pública.