Cochabamba. Visiblemente abatidos, familiares, y amigos de las víctimas, aún no entienden el por qué los torturaron, y asesinaron a sangre fría.
Milen Saavedra
Fuente: Red Uno
La noche de este miércoles, se realiza el velorio de las víctimas del crimen registrado en la comunidad de Pucamayu, Corani Pampa donde un grupo de personas las capturó, torturó, asesinó y enterró, argumentando una presunta estafa.
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En este hecho, cinco personas fueron victimadas. Hasta el momento, se recuperaron cuatro cuerpos. Se busca el quinto cuerpo enterrado en un lugar ya identificado.
Uno de los autores materiales ya fue aprehendido y tiene detención preventiva en la cárcel de San Sebastián Varones. Confesó escalofriantes detalles del hecho registrado en el municipio de Villa Tunari, indicando que agarró una escopeta y los ejecutó con disparos en la cabeza. Hay cinco órdenes de aprehensión.
Los hermanos Tadhashy y Auristelia Liza Loroña son velados juntos. Familiares y amigos llegan a darles el último adiós, los recuerdan con mucho cariño y diferentes anécdotas.
«Estamos acompañando en este golpe tan fuerte que ha recibido la familia. Tadhashy era un buen muchacho, muy educado, muy respetuoso y un buen deportista, jugaba muy bien la raqueta, tuvimos la oportunidad de jugar. Su papá es de la Fuerza Aérea, él no era militar. También conocí a su hermana. Aquí estamos para ofrecer nuestra solidaridad a un suboficial antiguo jubilado que es amigo mío, que es su papá», comentó un amigo de la familia Loroña.
Tadhashy acababa de casarse con Trinidad Muñoz, la cuarta víctima. Liza deja a una hija en la orfandad que tampoco tiene padre y amaba a su tío.
«Lo que les pasó es algo terrible, que no se puede concebir, no se puede creer en estos días que haya tanto salvajismo, tanta frialdad para proceder de ese modo. Ojalá que las autoridades hagan justicia, pese a que nada va a devolverles la vida a los dos únicos hijos que tenía mi amigo. Lo único que se puede pedir es que se proceda de acuerdo a lo que dice la ley, que se sancione, se busque, se investigue, se de con los culpables y haya justicia imparcial», agregó.
«Él siempre ayudaba»
Edison, el hermano del militar jubilado Juan Carlos Román Medina, que tenía 51 años de edad y acompañó a la hermana y esposa de Tadhashy Loroña M. a entregar el dinero del rescate, destacó que era un hombre dedicado a su trabajo y a su familia.
«Estamos dolidos por lo que ha pasado. Ahora, solo nos queda pedir por su descanso. Sufrió en los últimos momentos de su vida por los golpes que recibió, lo torturaron, nos duele. Pedimos que se haga justicia, que se aclare, que no digan que mi hermano sería un proveedor de armas, eso es totalmente errado. Siempre buscaba superarse, acabó los estudios en el Politécnico y luego se tituló en la Universidad Mayor de San Simón. Era licenciado en Auditoría. En su institución realizaba actividades financieras», contó.
Juan Carlos deja a dos hijos en la orfandad; el mayor acababa de terminar del servicio premilitar y alistaban su graduación del colegio. La segunda hija está en segundo de secundaria.
«Se ha averiguado que había una profesora de inglés (Liza Loroña). Entonces, como mi hermano trabajó ahí como 15 años, había una relación de trabajo, como colegas, él de la parte financiera y ella de la cuestión educativa. Mi hermano era desprendido, siempre se prestaba a ayudar, siempre apoyaba en las actividades», agregó.
El familiar se unió al pedido de justicia y espera que se limpie el nombre de su hermano.