Tokio introducirá una semana laboral de cuatro días para fomentar la natalidad y la conciliación familiar


La medida, impulsada por la gobernadora Yuriko Koike, está destinada a los empleados públicos y comenzará a regir en abril de 2025

Tokio anunció la implementación de una semana laboral de cuatro días para empleados públicos, a partir de abril de 2025 (Freepik)

Tokio anunció la implementación de una semana laboral de cuatro días para empleados públicos, a partir de abril de 2025 (Freepik)



 

Fuente: infobae.com

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

En un esfuerzo por contrarrestar la alarmante baja tasa de natalidad y el envejecimiento poblacional, el Gobierno Metropolitano de Tokio anunció la implementación de una semana laboral de cuatro días para empleados públicos, a partir de abril de 2025. La iniciativa busca mejorar la conciliación familiar, ofreciendo a los trabajadores más tiempo para atender a sus familias sin comprometer sus carreras profesionales. Esta medida, impulsada por la gobernadora Yuriko Koike, incluye horarios flexibles y reducción de jornadas para padres con hijos pequeños.

Un país en crisis demográfica

Japón enfrenta una de las crisis demográficas más severas del mundo, calificado por el primer ministro Shigeru Ishiba como una “emergencia silenciosa” EFE/PHILIP FONG / POOL

Japón enfrenta una de las crisis demográficas más severas del mundo, calificado por el primer ministro Shigeru Ishiba como una “emergencia silenciosa” EFE/PHILIP FONG / POOL

Japón enfrenta una de las crisis demográficas más severas del mundo. En 2023, el país registró 727.277 nacimientos, la cifra más baja desde que se conoce. La tasa de fertilidad cayó a 1,20 hijos por mujer, muy lejos del nivel de reemplazo generacional estimado en 2,1. Actualmente, más del 29% de la población japonesa supera los 65 años, lo que aumenta la presión sobre los sistemas de pensiones y atención médica.

Este fenómeno, calificado por el primer ministro, Shigeru Ishiba como una “emergencia silenciosa”, amenaza la sostenibilidad económica de Japón. La disminución de la población activa y el envejecimiento acelerado comprometen el crecimiento económico, limitan la disponibilidad de mano de obra y agravan la despoblación en áreas rurales.

Medidas para fomentar la conciliación familiar

Para enfrentar esta realidad, Tokio implementará una serie de reformas laborales que incluyen una semana laboral de cuatro días, otorgando tres días libres por semana a sus empleados públicos. Esta medida también contempla la “licencia parcial por cuidado de niños”, que permite a los trabajadores reducir su jornada hasta dos horas diarias para atender a sus hijos menores de tres años.

Además, el esquema de trabajo flexible actual, que ofrecía un día libre adicional cada cuatro semanas, se modificará para otorgar un día libre semanal. Estas políticas están diseñadas para crear un entorno laboral más inclusivo, en el que hombres y mujeres puedan desarrollar sus carreras sin descuidar sus responsabilidades familiares.

Impacto en la igualdad de género y las mujeres en el trabajo

Un objetivo central de la reforma es mejorar la participación laboral de las mujeres según explica la gobernadora Yuriko Koike (REUTERS)

Un objetivo central de la reforma es mejorar la participación laboral de las mujeres según explica la gobernadora Yuriko Koike (REUTERS)

Un objetivo central de la reforma es mejorar la participación laboral de las mujeres, tradicionalmente responsables del cuidado familiar. “Seguiremos revisando los estilos de trabajo para garantizar que las mujeres no tengan que sacrificar sus carreras debido a acontecimientos como el parto o la crianza de los hijos”, afirmó la gobernadora Koike en un discurso citado por The Japan Times.

Japón ha enfrentado críticas por sus políticas laborales restrictivas, que históricamente han excluido a muchas mujeres del mercado laboral. Empoderar a las mujeres y reducir la discriminación de género en el entorno laboral es un desafío pendiente para el país. Con estas reformas, Tokio busca establecer un modelo que combine desarrollo profesional y familiar, evitando que las mujeres tengan que elegir entre maternidad y carrera.

Experiencias en otras prefecturas de Japón

La iniciativa de Tokio no es un caso aislado (Freepik)

La iniciativa de Tokio no es un caso aislado (Freepik)

La iniciativa de Tokio no es un caso aislado. Prefecturas como Ibaraki y Chiba ya implementaron semanas laborales reducidas, mientras que Miyagi planea extender esta política a todos sus empleados públicos para el año fiscal de 2026. Aunque el gobierno central de Japón había lanzado programas similares, la aceptación fue limitada debido a la arraigada cultura laboral del país. Sin embargo, las políticas locales parecen tener mayor éxito, reflejando un enfoque más adaptado a las necesidades específicas de cada región.

Consecuencias a largo plazo

Si bien la semana laboral de cuatro días es un paso importante, revertir la crisis demográfica japonesa requerirá medidas sostenidas y estructurales. La baja tasa de natalidad y el envejecimiento poblacional afectan no solo la economía, sino también la cohesión social, debilitando comunidades rurales que enfrentan una despoblación acelerada.

Japón necesita modernizar su modelo laboral y fomentar un entorno donde tanto hombres como mujeres puedan compartir responsabilidades familiares sin afectar sus trayectorias profesionales. Si estas políticas logran aumentar la natalidad y estabilizar la población activa, el país podría aliviar la presión sobre sus sistemas de seguridad social y asegurar un crecimiento económico sostenible en el futuro.

De esta manera, la introducción de la semana laboral de cuatro días en Tokio a partir de abril de 2025 marca un paso significativo hacia la modernización del modelo laboral en Japón, en un contexto donde la baja natalidad y el envejecimiento poblacional amenazan la sostenibilidad económica y social del país. Esta medida busca ofrecer a los trabajadores, especialmente a las mujeres, una mayor flexibilidad para equilibrar sus responsabilidades laborales y familiares, incentivando así la natalidad y mejorando la igualdad de género en el ámbito laboral.

Si bien la implementación de políticas similares en otros países ha mostrado resultados prometedores, el desafío radica en superar la cultura laboral tradicionalmente rígida de Japón. A largo plazo, estas reformas podrían ser clave para revitalizar la fuerza laboral del país, aumentar la natalidad y mitigar los efectos negativos de una población envejecida, abriendo paso a un futuro más equilibrado y sostenible. Sin embargo, el éxito de esta iniciativa dependerá de su aceptación tanto en el sector público como privado y de la capacidad del gobierno para seguir adaptando las condiciones laborales a las necesidades de una sociedad que enfrenta retos demográficos sin precedentes.