La exmandataria denunció cuatro años de “abusos del sicariato judicial, fiscal y masista”.
La expresidenta transitoria Jeanine Áñez recordó este jueves los cuatro años de su detención y encarcelamiento por la crisis política y social de 2019, tras la dimisión a la presidencia de Evo Morales.
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Denunció, además, cuatro años de “abusos del sicariato judicial, fiscal y masista” y cuatro años de procesos judiciales inconstitucionales e ilegales.
“Cuatro años de injusticia, cuatro años de tortura ‘blanca’, cuatro años de ilegalidad tras ilegalidad, cuatro años de indefensión en audiencias donde no dan la cara sus verdugos”, escribió la exmandataria en sus redes sociales.
Áñez cumplió este jueves cuatro años de detención. Inicialmente fue acusada de “terrorismo, sedición y conspiración” dentro el caso Golpe de Estado I.
La noche del 12 de marzo de 2021, la Policía allanó la vivienda de la exmandataria en la ciudad de Trinidad, Beni. No fue encontrada en el lugar. Luego, en horas de la madrugada del sábado 13 de marzo, fue hallada en otro inmueble.
El 10 de noviembre de 2019, Morales renunció a su cargo en medio de protestas que denunciaban un fraude electoral, un motín policial y la “sugerencia” de las Fuerzas Armadas para que dimitiera.
Dos días después, Añez, entonces segunda vicepresidenta del Senado, asumió la presidencia de dicho órgano camaral y luego la jefatura del Estado. En ambos actos en la Asamblea Legislativa, no hubo quorum ni asistencia de la bancada mayoritaria del Movimiento al Socialismo (MAS).
La exmandataria enfrenta una sentencia de 10 años de prisión en el caso Golpe de Estado II, esto en relación a los delitos de incumplimiento de deberes, resoluciones contrarias a la Constitución y las leyes. La exmandataria transitoria fue apartada del caso Golpe de Estado I.
Áñez también indicó que son “cuatro (años) de privación de libertad por asumir la responsabilidad de garantizar la continuidad de la democracia, pacificar el país y convocar a nuevas elecciones generales”, debido al fraude electoral “del huido ―en alusión a Evo Morales― tras su renuncia y la de su entorno” que planeó gestar “una convulsión social violenta y fratricida”.