Privados exigen auditoría al proceso de industrialización


El expresidente de la CNI considera que, si hay plantas industriales que no están produciendo y generan gasto, deberían cerrarse. Oras tendrán que ser “ajustadas” para que sean rentables.

Por Erika Ibáñez

industrialización

Una planta piscícola es emplazada en la Amazonia boliviana. Foto: Captura



Fuente: La Razón

Durante los últimos cinco años, el Gobierno impulsó una ambiciosa agenda de industrialización orientada a transformar la matriz productiva boliviana y reducir la dependencia de las materias primas.

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Sin embargo, gran parte de esos proyectos enfrentan retrasos, problemas técnicos o falta de financiamiento y desde sectores privados piden que la nueva gestión encare una auditoría.

Empresarios e industriales consideran que muchas de estas plantas estatales representan un gasto excesivo y, en algunos casos, una forma de competencia desleal hacia las empresas nacionales. Argumentan que el Estado debería concentrarse en generar condiciones para inversión privada.

El expresidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI) Pablo Camacho plantea una auditoría para “ver cuál de ellas (las plantas) producen, porque, reitero, muchas de ellas fueron inauguradas y nunca funcionaron”.

“Habrá que transparentar la información. Como en cualquier actividad, hay errores, porque también los privados nos equivocamos, y hay inversiones que no son exitosas y deben cerrarse. Habrá que evaluar cerrar las (industrias) deficitarias y en otras ajustar su funcionamiento y volverlas rentables”, dice Camacho a La Razón.

Mala planificación

Demanda que se evalúa al personal, pues debe contratarse a gente capacitada y no manejar las industrias “a puro contratos”.

“Hay mucho por hacer y creo que el Ministerio de Desarrollo Productivo también tendrá que tener una reingeniería; se ha asfixiado la actividad privada, priorizando la empresa pública, se tomaron medidas inapropiadas y ese es el resultado”, enfatiza.

Dijo que tienen serios indicios de que las plantas no funcionan, mencionó, por ejemplo, una planta piscícola en Tarija que no se hizo al nivel del río y tiene “uno o dos metros que tiene que generar bombas para que el cauce del agua llegue”.

O una planta de frutas que tiene una capacidad de procesar 40 toneladas diarias y la región apenas produce cuatro toneladas al mes. Y otra en Viacha, “que no le pusieron energía eléctrica, de esas hay una barbaridad de recursos dilapidados”.

“Yo no entiendo la visión del Gobierno, esos recursos podrían haberse utilizado para temas vitales como educación y salud para los bolivianos. Hoy tenemos plantas deficitarias y ¿vamos a seguir financiando industrias deficitarias, industrias que no producen?”, cuestionó.

Lamentó, además, que durante el actual Gobierno se le haya negado al empresario privado la posibilidad de invertir.

“Tenemos un escenario de riesgo en todas nuestras inversiones, este es un país de naipes”, dijo y mencionó la aguda crisis económica que atraviesa el país, lo que prueba “un gran fracaso del modelo”.

Pide, además, al nuevo gobierno modernizar las normas y devolverles a los privados la oportunidad de invertir.

Fuente: La Razón