- El acusado confesó el delito luego de que fuera sorprendido por efectivos policiales cargando cables de la empresa Tigo en inmediaciones del Cordón Ecológico.
- La telefónica trabaja en coordinación con las autoridades para combatir este hecho delictivo, que provoca cortes de servicios de Internet y TV cable a sus usuarios.
Fuente: Prensa Tigo
Santa Cruz. El Juzgado Segundo de Instrucción Penal, Anticorrupción y contra la Violencia hacia las Mujeres sentenció a tres años de cárcel a Antony Giulano Balcázar Bejarano, luego de que el acusado se acogiera a un proceso abreviado tras confesar que robó cables de fibra óptica de la empresa Tigo. Su condena será cumplida en el penal de Palmasola en Santa Cruz.
En un hecho similar, el 25 de noviembre, vecinos del 4to anillo y radial 21, frente a la Quinta Municipal, sorprendieron en flagrancia a dos personas en situación de calle, identificadas como Leonardo Aguilera Cuadros y Josue Hurtado, mientras cortaban cables de fibra óptica de Tigo. Este acto interrumpió el servicio de internet y TV cable a más de 3.400 usuarios, incluidos clientes corporativos.
Los detenidos fueron entregados a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) y Tigo presentó la denuncia correspondiente. La Fiscal Delmy Guzmán imputó a ambos por el delito de Atentado contra los Servicios Públicos, y el Juzgado 17º de Instrucción Penal Cautelar ordenó la detención preventiva por 180 días, tras considerar la evidencia del caso.
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Balcázar, de 33 años, fue sentenciado por el delito de Atentado contra la Seguridad de Servicios Públicos, luego de que efectivos policiales lo sorprendieran el pasado 18 de noviembre en inmediaciones del Cordón Ecológico, cargando cables de fibra óptica.
Al ser cuestionado, admitió haber sustraído los materiales de la avenida Centenario, entre segundo y tercer anillo. “En inmediaciones del Cordón Ecológico, a la altura del dique de contención, observamos a un sujeto cargando cables envueltos de color negro (fibra óptica), quien al notar nuestra presencia intentó darse a la fuga, siendo neutralizado. Al primer contacto manifestó que en horas de la madrugada había sustraído cables de la avenida Centenario, entre segundo y tercer anillo”, señala el informe policial.
Desde hace meses, se han registrado constantes robos de cables de fibra óptica, principalmente cometidos por personas en situación de calle que buscan cobre para venderlo como chatarra, aunque Tigo no utiliza este material en sus redes de conexión. Este delito afecta a la ciudadanía, causando interrupciones en servicios esenciales.
“Es por ello que estamos trabajando con las autoridades para combatir estos actos delictivos y proteger la infraestructura que permite a la ciudadanía acceder a servicios esenciales. Además, por nuestra parte, estamos implementando medidas preventivas, como la inversión en nuevas rutas de cables de fibra óptica y el aumento de la vigilancia en zonas críticas”, destacó María Laura Mendoza, gerente de Marca Institucional y ESG de Tigo.