Tras la caída del régimen del autócrata sirio Bashar Al Assad y su huida a Rusia, una lista de mandatarios dictatoriales que vivieron su vida fuera de país luego de ser derrocados.
Bashar Al Assad huyó a Rusia como refugaido político luego de ser derrocado por rebldes sirios. (REUTERS/Mohamed Azakir)
Fuente: infobae.com
La reciente huida de Bashar Al Assad a Moscú marca un nuevo capítulo en la historia de los dictadores que, tras perder el poder, buscan refugio en otros países. El presidente sirio se une a una lista de autócratas derrocados que buscaron asilo en otros países, sin poder retornar a sus tierras natales después de sus incansables atrocidades. Mientras que algunos de estos líderes encontraron un exilio lujoso, otros enfrentaron duras circunstancias y la persecución de la justicia internacional. Assad, que ha permanecido en el poder mientras sus homólogos de Egipto, Libia, Túnez y Yemen fueron derrocados, encarcelados o asesinados, optó por Rusia como su destino.
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El Washington Post enumeró una lista de déspotas absolutistas que encontraron una vida fuera de las fronteras de su origen.
Zine el-Abidine Ben Ali, ex presidente de Túnez
Otros, en cambio, tuvieron un exilio mucho más austero. Zine el-Abidine Ben Ali, ex presidente de Túnez, huyó a Arabia Saudita en 2011, tras las primeras protestas de la Primavera Árabe. En su fuga, el mandatario fue acompañado por su familia, cargada de dólares y lingotes de oro. Se estableció en Jeddah, donde vivió de manera discreta hasta su muerte.
Zine El Abidine Ben Ali, ex presidente de Tunez, vivió en el exilio en Arabia Saudita con una vida llena de lujos.
Ben Ali fue condenado en ausencia a 35 años por crímenes económicos. El nuevo gobierno tunecino vendió sus propiedades, empresas, vehículos, pero no logró recaudar ni cerca lo que el dictador había fugado a cuentas bancarias en el extranjero.
Idi Amin, dictador de Uganda
Idi Amin, dictador de Uganda, se refugió en Libia y Arabia Saudita luego de ser derrocado. (AP)
Uno de los casos más sorprendentes es el de Idi Amin, el brutal dictador ugandés que, tras ser derrocado en 1979, se refugió en Libia y luego en Arabia Saudita. Se estima que escapó con sus cuatro esposas, varias de sus 30 amantes y alrededor de 20 de sus hijos. Amin vivió allí una existencia más tranquila de clase media, lejos de los horrores de su régimen. Durante su mandato, se estima que más de 200.000 personas fueron ejecutadas o torturadas hasta la muerte. A pesar de haber sido un tirano despiadado, vivió sus últimos años sin remordimientos, falleciendo en 2003.
Hissène Habré, ex dictador de Chad
Otro ejemplo es el de Hissène Habré, ex dictador de Chad, quien pasó su exilio en Senegal, disfrutando de una vida tranquila y rodeado de lujos. Habré pasó sus años de exilio viendo Seinfeld, la famosa serie norteamericana y comiendo su nuevo plato favorito, thieboudienne, la comida nacional senegalesa. Se dice que huyó de Chad con 11 millones de dólares.
El ex dictador chadiano, Hissène Habré, huyó a Senegal dónde pasó el resto de su vida mirando Seinfeld. (EFE/Archivo)
Llegó al poder en 1982 después de un golpe de estado, y es considerado por muchos como el “Pinochet de África”. Su administración llevaba a cabo torturas y asesinatos políticos en masa. Su régimen gestionó una red de prisiones en las que murieron 40.000 personas, y fue acusado de violación y de obligar a mujeres a someterse a esclavitud sexual para sus tropas. Sin embargo, la justicia internacional no lo dejó en paz: en 2016, fue condenado por crímenes de lesa humanidad y murió en 2021 tras contraer COVID-19.
Jean-Claude Duvalier, ex dictador de Haití
El dictador haitiano Jean-Claude Duvalier, conocido como “Baby Doc”, huyó a Francia tras ser derrocado en 1986. En un principio, disfrutó de una vida de lujo en París, con coches de alta gama y ropa de diseñador. Sin embargo, con el paso de los años y luego de su divorcio en la década del 90, su vida en el exilio se tornó más austera, viviendo en un modesto apartamento financiado por sus seguidores. En 2011, regresó a Haití, donde fue arrestado por corrupción y malversación de fondos. Murió en 2014, sin pagar para los crímenes de su régimen.
Luego de unos primeros años de lujo en el exilio, Jean-Claude Duvalier, ex dictador de Haití, tuvo una vida austera y terminó volviendo a su país.
The Guardian reportó en 2011 que en su momento “Baby Doc” había escapado a Francia con camiones llenos de artefactos de Louis Vuitton y millones de dólares en cuentas suizas. A su vez, él y su familia gastana de manera exorbitante en ropa Givenchy.
Syngman Rhee, ex presidente de Corea del Sur
Yendo al continente asiático, el ex presidente surcoreano Syngman Rhee, que gobernó con mano de hierro, también terminó sus días en el exilio. Fue el primer presidente coreano de la historia, asumiendo con el apoyo y respaldo de Washington, pero su mandato se caracterizó por una gigante cantidad de abusos de derechos humanos. Durante su presidencia (1948-1960), purgó la Asamblea Nacional de disidentes y ordenó represiones sistemáticas contra las revueltas en su contra. Se calcula que alrededor de 30.000 personas fallecieron durante ese período.
Syngman Rhee, tirano surcoreano que se refugió en Hawaii, aunque siempre anheló con volver a su país.
Tras las protestas de 1960, Rhee se refugió en Hawaii, donde vivió de manera humilde hasta su muerte en 1965. Sin ingresos, su vida fue difícil, aunque siempre anheló regresar a su país.
Ferdinand Marcos, ex presidente de Filipinas
El filipino Ferdinand Marcos (Wikipedia)
Algunos exiliados, como el filipino Ferdinand Marcos, disfrutaron de una vida fastuosa tras su caída en 1986. Marcos, derrocado por las protestas tras unas elecciones amañadas, se mudó a Hawaii, donde vivió en una mansión privada, rodeado de lujo y ostentación, mientras su esposa, Imelda, deslumbraba a todos con sus lujosos vestuarios. El ex presidente filipino, apodado el “dictador dorado”, vivió sus últimos años rodeado de comodidades antes de morir en 1989.
Desde Washington veían con buenos ojos a Marcos, ya que durante años para protegió su base militar en Filipinas, a pesar de las acusaciones de abusos de derechos humanos y corrupción.
Sheikh Hasina, ex primera ministra de Bangladesh
Por último, Sheikh Hasina, primera ministra de Bangladesh, se sumó recientemente a los exiliados políticos. Su mandato autocrático al frente del país más densamente poblado del mundo cayó luego una serie de protestas estudiantiles violentas. Hasina se trasladó a la India, donde se encuentra en un refugio de alta seguridad. Su exilio ha generado tensiones diplomáticas, pues India teme perder influencia ante China en la región.
Sheikh Hasina huyó a la India luego de las protestas estudiantiles que marcaron el fin de su gobierno. (EFE/Zipi)
Estos casos muestran la diversidad de destinos y condiciones que enfrentan los dictadores tras su caída. Mientras algunos disfrutan de lujos en el exilio, otros viven en la sombra, perseguidos por la justicia. A pesar de las diferencias en sus historias, todos comparten el mismo destino: el exilio, ese limbo entre el poder perdido y la justicia pendiente.